Alberto Contador, el componedor de campeones

Los nombres, las situaciones, los campeones se repiten, y las decisiones que toman, pero siempre parecen distintas, siempre emocionan igual. ¡°Esto es el ciclismo¡±, dice Rigo Ur¨¢n, cuyo director en el Cannondale, Charly Wegelius, dice que va a salir en la etapa a ¡°toda hostia¡±. Ur¨¢n se queda, inteligente, a rueda de Froome, que con ataques espasm¨®dicos mantiene controlada la fuga de su compa?ero brillante, Landa.

A Landa, que sale de stopper y de tenaza cuando Contador ataca, y se pega a la ruda del chico de Pinto, y a su rueda sigue, le ha convencido finalmente Contador de que colabore con ¨¦l. ¡°A Mikel le he dicho, ¡®es el d¨ªa para que entres en la general, y yo te ayudar¨¦ a ello¡±, explica luego Contador, protagonista finalmente de un Tour que inici¨® descolocado y ca¨ªdo, y premiado como el combativo de la jornada por una fuga en la que el espa?ol buscaba ganar, y tambi¨¦n divertirse y emocionar a la afici¨®n que tanto le quiere y tanto cari?o le demuestra. ¡°Quer¨ªa ser yo mismo. Y a Landa le dije tambi¨¦n que no temiera, que para Sky era la situaci¨®n perfecta tenerle a ¨¦l delante, una segunda baza que asusta a los rivales, un privilegio t¨¢ctico¡±.

Mediada la ascensi¨®n al Latrape, el segundo primera del d¨ªa, Landa empieza a dar relevos y la fuga cuaja. A Landa, Contador le ha dicho lo mismo que le dijo a Nairo cuando le lanz¨® en la fuga de Formigal que acab¨® con Froome en la ¨²ltima Vuelta. Pero Landa no est¨¢ en el Tour para ganarlo, sino para que lo gane su jefe, el mismo Froome que sabe que solo puede ganarlo con la ayuda del alav¨¦s, a quien tambi¨¦n teme porque le ve m¨¢s fuerte que a nadie en la monta?a. ¡°Estoy mejor que en Peyragudes¡±, dijo el ingl¨¦s, que solo ha mostrado superioridad en la contrarreloj. ¡°Lo que hizo Landa fue perfecto. Hemos jugado con el equipo y nos ha ido muy bien. Quiz¨¢s en las pr¨®ximas etapas hagamos lo mismo¡±. Y Landa no le contradice. ¡°S¨ª, Froome est¨¢ muy contento con lo que he hecho. Soy un escalador y cuando hay monta?as puedo lucirme. Tengo piernas, pero no tengo galones¡±, dice. ¡°Hemos venido a ganar el Tour con Chris, claro que s¨¦ que es mi rol. Y ojal¨¢ que ¨¦l lo gane, si no, yo estoy aqu¨ª¡±.

Aru, el l¨ªder, dice que dej¨® moverse a Landa porque estaba lejos, pero que ahora se le ha acabado la libertad. Fueron palabras para mantener la apariencia: Aru, que comparti¨® equipo con ¨¦l en el Astana, sabe perfectamente lo que puede hacer Landa, lo peligroso que es dejarle cierta libertad. En el Giro de 2015, con un ataque tremendo en Le Finestre, Landa dej¨® clavado a Contador y su maglia rosa. El alav¨¦s volaba hacia la victoria cuando desde el coche le par¨® el director, Beppe Martinelli. Le orden¨® frenar. No quer¨ªa que superara a su l¨ªder, Aru, en la general. El sardo termin¨® segundo en el podio; Landa, tercero. El a?o siguiente cambi¨® de equipo. Se fue al Sky donde le esperaba Froome.

Tales problemas de convivencia no los tiene Nairo, que hace de su resistencia extrema y de su capacidad inigualable de sufrimiento, y de su orgullo y su ambici¨®n, su alma, sus armas mejores cuando su cuerpo no logra alcanzar el brillo que le hace ¨²nico, como este Tour. El colombiano dio se?ales de resurrecci¨®n manteniendo ¨¦l solo a raya al pelot¨®n durante media etapa y enlazando con Contador y Landa en la otra media. ¡°Se puede creer¡±, resumi¨® Eusebio Unzue, su director. La pr¨®xima semana, los Alpes. Todos est¨¢n cerca de todos. Todos creen.