Mireia Belmonte desaf¨ªa a Katinka Hosszu en la final de 200 mariposa
La espa?ola reta a la gran dama de la nataci¨®n h¨²ngara, aclamada por su p¨²blico en unos mundiales que son motivo de orgullo nacional en Budapest


Los h¨²ngaros levantaron el Arena del Danubio junto al gran r¨ªo y su presidente, J¨¢nos ?der, l¨ªder del partido nacionalista multicomprensivo Fidesz, inaugur¨® la obra con la pompa con que los antiguos debieron fundar los templos. Desde hace diez d¨ªas la muchedumbre acude a la piscina a venerar a sus ¨ªdolos mientras se mojan practicando el deporte nacional en la sede central de los Mundiales de Nataci¨®n de Budapest. ¡°Nunca he visto un p¨²blico tan ruidoso¡±, coment¨® Eddie Reese, veterano entrenador de la federaci¨®n estadounidense, al ver a los magiares agitando banderas tricolores mientras aclamaban a su compatriota Katinka Hosszu, autoproclamada Dama de Hierro de la nataci¨®n. Este jueves, Hosszu, verdadera sacerdotisa del gran ritual mundialista, se dispone ofrecer un sacrificio a su pueblo en la final del 200 mariposa. Justamente la prueba que se ha empe?ado en ganar la espa?ola Mireia Belmonte, que, para colmo, dice sentirse ¡°rara¡±. Lo raro, en estas circunstancias, ser¨ªa sentirse de otro modo.
Mireia est¨¢ exhausta. ¡°Me duele todo¡±, dice. Lo comprob¨® este mi¨¦rcoles despu¨¦s de realizar un experimento que le resulta completamente nuevo. Nadar el martes una final de 1.500 metros, conseguir una plata en la prueba de resistencia por definici¨®n, y al d¨ªa siguiente tirarse dos veces al 200 mariposa. Por la ma?ana en las series y por la tarde en las semifinales, para clasificarse tercera con un tiempo m¨¢s que aceptable: 2 minutos 6,71 segundos.
¡°Un poco extra?a¡±
¡°Me siento un poco extra?a¡±, dijo tras completar su semifinal con la cara enrojecida por la presi¨®n de los el¨¢sticos de las gafas. ¡°No s¨¦ c¨®mo describir las sensaciones. Me encuentro rara¡±.
La ciencia m¨¦dica, la bioqu¨ªmica, y los avances en la preparaci¨®n f¨ªsica ponen a prueba a los deportistas de primer nivel cada a?o en eventos como los mundiales de nataci¨®n. Hasta la pasada d¨¦cada se consideraba que las mujeres a partir aproximadamente de los 20 a?os no pod¨ªan desarrollar su resistencia y su potencia en el agua, la suma de factores que permiten mejorar las marcas personales y prolongar las carreras. Sarah Sj?str?m (23 a?os), Mireia (26) o Hosszu (28) son las avanzadas de una era de longevidad desconocida.
Katinka Hosszu hizo un despliegue temerario cuando se lanz¨® en la final de 200 libre y, media hora despu¨¦s, en su semifinal del 200 mariposa. Consigui¨® el sexto puesto en la final de este jueves con 2m 7,37s, un tiempo que est¨¢ muy lejos de su potencial. Su rostro reflej¨® preocupaci¨®n mientras se recuperaba agarrada a una corchera. El p¨²blico chillaba en las tribunas.
¡°S¨¦ los puntos fuertes y d¨¦biles de cada una¡±, dijo Mireia, ¡°pero en una final cada una nada como puede, no como quiere¡±.?
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