Mart¨ªn L¨®pez Zubero: ¡°Mi mejor recuerdo fue ver a mi padre entre el p¨²blico¡±
El primer oro ol¨ªmpico de la nataci¨®n espa?ola explica que nunca tuvo dudas de competir con Espa?a pese a nacer en EE UU
Piensa como un estadounidense, se comporta como un estadounidense y se expresa como un estadounidense con acento sure?o porque ha vivido toda su vida en Florida. Pero el 28 de julio de 1992, hoy hace 25 a?os, Mart¨ªn L¨®pez Zubero se propuso ser espa?ol. No un espa?ol an¨®nimo sino uno cuyo nombre apareciera en los anales junto con los pr¨ªncipes. Uno que tocara la pared antes que nadie y que conquistara el primer oro ol¨ªmpico de la sufrida historia de la nataci¨®n espa?ola. Un peque?o misterio. Dif¨ªcil de desentra?ar porque el hombre profesa el culto de la discreci¨®n. Huidizo desde su juventud, prefiere pasar desapercibido en Jacksonville (Florida), la peque?a ciudad donde naci¨® en 1969, y en la que dedica los d¨ªas a su familia y al equipo de nataci¨®n del colegio Episcopaliano.
¡°Jam¨¢s tuve dudas de que competir¨ªa para Espa?a¡±, responde por correo electr¨®nico. ¡°Mi hermano David y mi hermana Julia representaron a Espa?a en los Juegos y yo segu¨ª sus pasos. Estoy muy feliz de haber tomado esa decisi¨®n. Nadie en Estados Unidos se ofendi¨® por ello. La nataci¨®n no llamaba mucho la atenci¨®n en aquella ¨¦poca. En 1992 no te expon¨ªas con Internet¡±.
Entre agosto y diciembre de 1991, Mart¨ªn L¨®pez Zubero bati¨® dos veces el r¨¦cord mundial de 200 espalda hasta dejarlo en 1m 56,57s. Su dominio de la prueba era tan aplastante que el oro ol¨ªmpico en Barcelona parec¨ªa asignado. Su decisi¨®n de competir para Espa?a dej¨® a los norteamericanos con un campe¨®n menos. Pero ¨¦l se mantuvo fiel a la tradici¨®n familiar y, sobre todo, a su padre, Jos¨¦ Luis.
La historia de Mart¨ªn es inexplicable sin la historia de Jos¨¦ Luis, que cuenta que naci¨® en Zaragoza en 1931 y que sus primeros recuerdos son los de una familia brevemente feliz. Su padre, empleado de ferrocarriles afiliado a la CNT, convivi¨® en su ni?ez con la instauraci¨®n de la Segunda Rep¨²bica y sufri¨® las consecuencias de la Guerra Civil y la represalia. Despu¨¦s de dos a?os de c¨¢rcel, Jos¨¦ Luis evoca el reencuentro con una sentencia: ¡°Mi padre regres¨® castrado mentalmente¡±.
En 1955 emigr¨® a EE?UU. Hizo fortuna como oftalm¨®logo, acudi¨® voluntario a Vietnam y cre¨® una fundaci¨®n que prest¨® ayuda sanitaria en algunos de los pa¨ªses m¨¢s pobres. ¡°El bueno es el m¨¢s sutil de los ego¨ªstas¡±, reflexion¨®, ¡°porque duerme mejor por la noche, se pone su medallista de hombre bueno, incrementa su autoestima, y eso es salud mental. El ego¨ªsmo es como el colesterol. Hay un ego¨ªsmo bueno y uno malo. El malo no hace falta explicarlo. Para eso ya hay muchos pol¨ªticos¡±.
Gran presi¨®n
Mart¨ªn se crio en Florida y acompa?¨® a Jos¨¦ Luis a Espa?a a visitar a la familia: ¡°Fui a Zaragoza cada verano en mi infancia, a ver a mi abuela, mis primos, primas y t¨ªos. Tengo muchos recuerdos de los amigos que hice en el Club Nataci¨®n Helios¡±.
Los fastos conmemorativos de Barcelona 92 suelen repetir la misma n¨®mina de h¨¦roes espa?oles. Lo ¨²nico que nunca var¨ªa es la ausencia de Mart¨ªn, que rara vez deja Florida, pero que en 1992 conquist¨® una de las medallas m¨¢s pesadas del deporte nacional. El suyo fue un trabajo fr¨ªo y eficaz. ¡°No fui a Barcelona hacer mi mejor marca¡±, dice, ¡°fui a ganar el oro¡±.
Nad¨® una carrera eminentemente t¨¢ctica. Dej¨® que su principal retador, el ruso Vladimir Selkov, llevara la iniciativa en la calle dos. Selkov mand¨® hasta que faltaban 50 metros. En el viraje L¨®pez Zubero hizo algo que, en aquella ¨¦poca, fue innovador. Rebot¨® en la pared y se desliz¨® por debajo del agua 15 metros. Cuando emergi¨® lo hizo a la par que Selkov y aceler¨®.
¡°La t¨¦cnica no ha cambiado¡±, dice el hispano-estadounidense, ¡°salvo por el nado subacu¨¢tico y la patada de delf¨ªn, una herramienta que en el 200 yo usaba mucho m¨¢s que mis rivales. Ahora en cada viraje todos llegan a la l¨ªnea de 15 metros. En aquella ¨¦poca yo era consciente de que la patada subacu¨¢tica era fundamental, ya que por debajo de la superficie encuentras menos resistencia. Entrenaba para nadar m¨¢s tiempo por debajo del agua en el ¨²ltimo 50¡±.
¡°Ten¨ªa mucha presi¨®n¡±, dice, ¡°porque llegaba como recordman de 200 espalda y campe¨®n del mundo. Cualquier cosa que no fuera el oro habr¨ªa sido un fracaso. Perder no era una opci¨®n¡±.
Toc¨® la pared el primero en 1m 58,47s. Selkov fue plata en 1m 58,87s.
¡°Despu¨¦s de la carrera me llevaron a conocer a la Reina y fue un honor¡±, admite; ¡°pero mi mejor recuerdo fue justo despu¨¦s de la ceremonia de medallas. Las tribunas estaban abarrotadas y all¨ª pude ver a mi padre. Siempre hab¨ªa estado ah¨ª, apoy¨¢ndome. No habr¨ªa conseguido el oro sin su ayuda. Ese momento fue inolvidable¡±.
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