El Real Madrid desnuda al Barcelona
Los blancos, con Benzema a la cabeza, ganan la Supercopa, su segundo t¨ªtulo del curso, tras imponerse con claridad a un Bar?a menor que solo encontr¨® alivio en Messi
Siete t¨ªtulos iluminan ya al Real Madrid de Zidane. El de la Supercopa?conseguido ante un Barcelona que est¨¢ a ciegas. Desorientado en el campo y en los despachos, mientras hubo pulso en el equipo azulgrana solo compareci¨® Messi. Insuficiente por las carencias de los suyos y por la altura de este Madrid hecho y redondo que gana, gana y vuelve a ganar.
Solo en el segundo tiempo, ya m¨¢s que decidido el t¨ªtulo, tuvo algo de fuelle el Barcelona. Antes, frente a un Real Madrid abrasivo, mutable y constante, fue un equipo perplejo, esmirriado y sin etiqueta. De momento, no hay padre que le reconozca, ha perdido el cat¨®n. Sin Xavi se olvid¨® de ser un equipo pinturero con la pelota y se entreg¨® a pies de tres delanteros de ¨®rdago. Sin Neymar no sabe de qu¨¦ tendal pinzar, salvo que aparezca Messi. El argentino hoy se ve obligado a ser Messi, Xavi y Neymar. Demasiado hasta para Leo. Y eso que apenas es lo ¨²nico algo reconocible de este Bar?a.
Hasta el intermedio, solo La Pulga fue capaz de quitar las telara?as a su equipo, siquiera un ratito. Tan retratado qued¨® este Barcelona que para cuando Messi toc¨® por primera vez el bal¨®n, el Madrid ya iba por delante en el marcador y en el juego. Al contrario que los azulgrana en la ida, el conjunto blanco tuvo hueso desde el primer segundo. Lo mismo dio que Zidane descolgara a Casemiro, Isco y Bale. O que Cristiano estuviera en el palco. El Madrid tiene de todo y en abundancia.
Desfile quien desfile, al Real Madrid no le falta f¨²tbol y chicha. Un volumen ensordecedor para el Bar?a, acorralado cerca de Ter Stegen antes de despojarse del ch¨¢ndal. La presi¨®n alta y con dientes de sierra de los madridistas, en cada asalto siempre con m¨¢s chicha que los cul¨¦s, fue una tortura para los de Valverde, que esta vez recurri¨® a tres centrales. El lateral derecho del Bar?a es un jerogl¨ªfico. Rehabilitado Aleix Vidal y reci¨¦n fichado Semedo, los dos se quedaron a la sombra. Con los tres zagueros centrales no hubo remedio: ganancias ninguna, p¨¦rdidas muchas.
No hab¨ªa alcanzado el medio campo el Barcelona, chato y abatido, cuando Asensio dej¨® a Ter Stegen con musara?as a la vista. El balear tiene una zurda tan asombrosa que por segunda ocasi¨®n en cuatro d¨ªas dej¨® tieso a Ter Stegen, que esta vez tuvo menos motivos para quedarse como una estalactita. Con Lucas y Asensio abiertos en las orillas, con el auxilio permanente de Carvajal y Marcelo, el Bar?a no supo a qu¨¦ atender. Si tapar a los laterales, cerrar mejor a los delanteros o tomar la matr¨ªcula a Kroos y Modric.
No se alivi¨® el cuadro catal¨¢n hasta que Messi se incrust¨® en medio campo y, al menos unos minutos, tir¨® de escuadra y cartab¨®n. En esta oportunidad no tuvo el arresto fijo de Kovacic, estupendo en el papel de Casemiro durante una hora. Pero si Messi recula y no atisba a Neymar su panor¨¢mica se reduce. Si encima los interiores ¡ªRakitic y Andr¨¦ Gomes¡ª no saben a qu¨¦ atenerse, si aventurarse al ¨¢rea del rival o empadronarse en medio campo, hasta el radar de Leo se resiente.
Al primer arre¨®n de Messi, con Luis Su¨¢rez como ¨²nica referencia, respondi¨® de maravilla el Madrid. Bien incubado por Kovacic, el grupo de Zidane encontr¨® una v¨ªa de escape por los costados, sobre todo por el de Lucas V¨¢zquez, frente al que Umtiti y Jordi Alba no se secundaron como deb¨ªan. Asensio mantuvo el tipo, pero por encima de todos emergi¨® Benzema. El franc¨¦s carg¨® con el oleaje blanco, por aqu¨ª por all¨¢, sin dar pistas a Piqu¨¦, Mascherano o Umtiti. Un birle de Lucas a Busquets deriv¨® en el segundo tanto local. Benzema, espabilado, se anticip¨® a su compatriota Umtiti. Poco antes, otro quite, este del desatado Benzema a Mascherano, deriv¨® en un remate al poste de Lucas V¨¢zquez. El Real Madrid ten¨ªa lo que le faltaba a su adversario: hueso, f¨²tbol y definici¨®n, porque se conoce de memoria el dictado.
Resuelto el t¨ªtulo con creces, en el segundo tramo se acortaron las distancias. El Bar?a tuvo algo m¨¢s de cuerpo, en parte por la rebaja del Real Madrid, ya m¨¢s dispuesto a las carreras que a empotrar al contrario. Valverde sostuvo la trinchera de los tres centrales incluso cuando dio pista a Semedo, relevo de Piqu¨¦. Messi no cej¨® y el Barcelona tuvo otra cara ante Keylor. El argentino remat¨® al larguero y luego Luis Su¨¢rez al poste izquierdo del meta costarricense. Otro Bar?a, s¨ª, pero no el Bar?a que se presupone debiera ser.
Tampoco remiti¨® Benzema, el jugador de la noche y la madrugada, y el partido se torn¨® en una ida y vuelta mientras brindaba la hinchada local y los azulgrana no quitaban ojo a Luis Su¨¢rez, que termin¨® tan cojo como est¨¢ el Bar?a. Un Bar?a al que el Real dej¨® en evidencia mientras hubo miga.
? SUPERCOPA DE ESPA?A 2017 #Supercampeones pic.twitter.com/0Xs3s7DbWU
— Real Madrid C.F.? (@realmadrid) August 16, 2017
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