La Real Sociedad remonta a un Celta con grietas atr¨¢s

Bajo una intensa solana lucieron resplandecientes Celta y Real Sociedad para deparar un bello espect¨¢culo futbol¨ªstico con cinco goles, alternativas, una remontada y la resoluci¨®n en los instantes finales cuando el equipo de Eusebio Sacrist¨¢n empat¨® primero por mediaci¨®n de Juanmi y se llev¨® los puntos despu¨¦s con un penalti transformado por Willian Jos¨¦. En la cuenta final del partido debe considerarse que dos tantos de la Real llegaron tras gruesos errores del equipo gallego.

El Celta siempre quiso mandar, con bal¨®n y sin ¨¦l, siempre con jerarqu¨ªa y sobre todo con capacidad para detectar donde ten¨ªa el rival sus puntos flacos. La veta estaba en la banda derecha, en la zurda de la Real, que defend¨ªa sin apenas ayudas el liviano lateral Kevin. Hac¨ªa all¨ª percutieron Iago Aspas, Hugo Mallo y Daniel Wass, una suerte de desembarco que descubri¨® a la Real despreocupada. Aspas no cej¨® de avisar durante los primeros minutos, de gritar que por all¨ª estaba el camino. Pero el f¨²tbol es insondable y no deja de ofrecer respuesta inesperadas: el Celta lleg¨® a su primera ventaja por el otro flanco, en el ¨²nico caracoleo efectivo de Pione Sisto en toda la tarde. Coloc¨® la pelota en el segundo palo, en el que tapaba justamente Kevin, que no pudo, esta vez por arriba, con Wass. La pelota la caz¨® al vuelo Maxi G¨®mez para dejarla en la red.

El remate en escorzo, alert¨® sobre un delantero que sabe donde est¨¢ la porter¨ªa y advirti¨® a unos y otros sobre las cualidades del chico, un uruguayo sobre el que apenas hab¨ªa referencias cuando se conoci¨® que el Celta iba a pagar 4,3 millones de euros por el 80% de su ficha. La wikipedia apuntaba que hab¨ªa anotado 29 goles en 47 partidos de liga con Defensor; youtube mostraba a un nueve de area, un tipo fornido sin descollantes recursos t¨¦cnicos. Es una apuesta sin prisa, un delantero que debe de crecer a la sombra de Guidetti o incluso del atacante que todav¨ªa busca el equipo. O buscaba. Porque con el sueco lesionado, Maxi G¨®mez se ha presentado esplendoroso con dos goles en un partido de post¨ªn, dos lujosas resoluciones y un aroma a Gudelj charr¨²a.

Atr¨¢s han quedado las persecuciones individuales que patrocinaba Berizzo para regresar al ¡°dec¨ªamos ayer¡± de Unzu¨¦, que ya hab¨ªa estado en la cocina celeste con Luis Enrique antes de la llegada del entrenador argentino. Da igual. El equipo responde porque mantiene su esencia y a unos magn¨ªficos futbolistas que este a?o adem¨¢s no tendr¨¢n la exigencia de la competici¨®n continental. Y padece donde ya lo hac¨ªa. El Celta va a dar m¨¢s de un susto y se llevar¨¢ algunos porque no duda en salir desde atr¨¢s con el bal¨®n por el piso y cuando le encierran no acierta a ser contundente. Se asust¨® con el primer empate, un error del portero Sergio ?lvarez en esa suerte, un mal pase que intercept¨® Oyarzabal para resolver a un toque con calidad y despejar alg¨²n fantasma: el campeonato pasado hab¨ªa sufrido un calvario para ver puerta.

La Real fue aseada durante los minutos de dominio celeste y peg¨® duro cuando lo necesit¨®. Pudo marcar antes que nadie con un libre directo ejecutado por Canales que se fue cerca de la meta, pero siempre fue un paso por detr¨¢s y el Celta le castig¨® en dos ocasiones, la segunda en otra excelente maniobra de Maxi G¨®mez que tras un saque de esquina al primer palo se desliz¨® hacia el segundo. All¨ª lleg¨® la pelota y un sutil remate a la red.

El partido vir¨® cuando se acerc¨® a su resoluci¨®n. Se enmend¨® Sergio ?lvarez en un brillante despeje a chut de Illarra, al que como a todo el centro del campo donostiarra se le debi¨® de ver algo m¨¢s. Unzu¨¦ busc¨® blindaje en la medular con Hern¨¢ndez y Lobotka, un industrioso centrocampista, pero entreg¨® las llaves del partido. La Real se fue hacia arriba, el Celta acept¨® el repliegue y demostr¨® una vez m¨¢s que le va mejor cuanto m¨¢s lejos de su porter¨ªa se para. El empate, a diez minutos del final, premi¨® un encaje de bolillos de la Real con brillante definici¨®n en un pase filtrado de Willian Jos¨¦ y una definici¨®n excelsa de Juanmi, que es un matador.

Con la decepci¨®n de verse igualado en dos ocasiones, un equipo reconstruido para contener, con Maxi G¨®mez ya reemplazado y un rival que, tras el segundo empate, puso todos sus argumentos ofensivos sobre el verde con Willian Jos¨¦, Juanmi y el reaparecido Agirretxe, el Celta se fue a pique. Concedi¨® un penalti en un error de Jonny sobre Vela. No mereci¨® la derrota el Celta, pero tampoco se puede tildar de afortunada a la Real, que supo trabajar un partido exigente. En el f¨²tbol, como en la vida, no siempre aparece Salom¨®n.