De 4.000 metros a menos de 33 a 200 kil¨®metros por hora en 4 d¨ªas
Los cinco retos en el 50 Aniversario de Ampuriabrava [II Parte]
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Las actividades de vuelo indoor y el surf indoor del d¨ªa anterior me hab¨ªan puesto las pilas, as¨ª que en el tercer d¨ªa me levant¨¦ prontito y a las 8:15 de la ma?ana ya estaba en Rosas, sin desayunar ni nada a pecho descubierto. Los d¨ªas de buceo hay que desayunar poco o nada, sobre todo si eres propenso a marearte en las embarcaciones. Lo que yo soy, no le voy a contar las veces que he dado de comer a los peces y no desde el barco, si no a -20 metros de profundidad.
Ruta por los fondos submarinos de Rosas
Llegu¨¦ al Centro de Inmersi¨®n de Rosas, a tan solo 5 minutos andando del puerto donde nos esperaba la embarcaci¨®n que nos llevar¨ªa a sumergirnos. Despu¨¦s de hacer todas las gestiones administrativas con el director, y de asegurarme de que mi equipaci¨®n estaba a bordo de la furgoneta, incluido botellas de aire, me fui dando un paseo hasta el muelle donde me hab¨ªan indicado que nos esperaba el barco. ?Alucinante! un catamar¨¢n de 17 metros de eslora con 2 cubiertas y espacio infinito para dejar el material y equiparse sin estrecheces. Si usted no bucea no sabe lo que apreciamos los buceadores la estabilidad de la nave pero sobre todo el espacio. Es un tesoro casi tan apreciado como un buen punto de buceo, bueno m¨¢s o menos.

Zarpamos con calma chicha y cielo despejado en su mayor parte, si hubiese sido m¨¢s tarde casi mejor porque el sol alumbrar¨ªa verticalmente nuestra inmersi¨®n. Pero no me pod¨ªa quejar. Era un gran d¨ªa para el buceo. Con ayuda de los dive master y el personal del centro, nos organizamos en cubierta. A m¨ª me emparejaron con Ram¨®n, un buceador experimentado de Barcelona, el perfecto dive buddy ("compa?ero de inmersi¨®n" en argot angl¨®filo) que estuvo pendiente de m¨ª toda la inmersi¨®n.
Llegamos al punto de buceo, Bau de Calp Falc¨®. Ancla al agua con el buque al abrigo de un impresionante acantilado, la mar como un plato, el sol brillando y sin corrientes submarinas. Lo ¨²nico m¨¢s que se pod¨ªa pedir para la inmersi¨®n perfecta es que tuviesen un arroz listo en cubierta para cuando emergi¨¦semos. Bueno todo no pudo ser.
Inmersi¨®n junto al Parque Natural de Cabo de Creus
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Desde el punto de inmersi¨®n Bau de Calp Falc¨® se pueden disfrutar hasta 12 puntos de inmersi¨®n justo antes de llegar a Cabo Norfeu adentrarse en el parque natural mar¨ªtimo-terrestre de Cabo de Creus, el primero en crearse en Espa?a de estas caracter¨ªsticas. Es uno de los mejores destinos para bucear en el Mediterr¨¢neo, con grutas, cuevas, acantilados y taludes que bajan hasta los -50 metros. Destaca su f¨¦rtil vida marina, desde el coral rojo a los grandes peces luna que pueden ser avistados en numerosas inmersiones.
Precedido de Ram¨®n me lanc¨¦ al agua. Despu¨¦s del rutinario intercambio de signos para ver si todo estaba bien, descendimos en t¨¢ndem unos -10 metros hasta una losa que ca¨ªa hasta los -33 metros. El plan de inmersi¨®n era bajar por sotavento para rodear la losa y ascender por barlovento. Ram¨®n iba liderando esta peque?a expedici¨®n submarina con un potente foco, gracias al cual, y a su pericia como buceador, pudimos encontrar dos ejemplares de langosta extraordinarios que el respeto a la vida marina y a las leyes nos impidi¨® echar en el caldero. Tambi¨¦n un mero de dimensiones considerables sali¨® a recibirnos a la boca de su cueva, pero no me pareci¨® que la visita le hiciera mucha gracia as¨ª que seguimos con nuestra ruta subacu¨¢tica.
Los paisajes submarinos suelen parecer decorados de obras irreales, y Bau de Calp Falc¨® no iba a ser menos. Una gran roca del tama?o de un edificio de 10 plantas que se perd¨ªa en el azul, mientras miles de rayos de luz se fugaban hacia el abismo. Y en mitad de esa enso?aci¨®n, los restos de una gran ancla, hito de los avatares con los que el mar suele sorprender. En mitad de ese escenario azul, yo evolucionaba feliz como una perdiz. Flotando, disfrutando de las sensaciones, escudri?ando cada grieta, cada cueva, embobado con cada banco de sargos que nos sobrepasaban. El man¨®metro se?al¨® las 100 atmosferas de reserva de aire. ?Hala!, a volver al barco. Bajo el mar el tiempo se me hace, relativamente, pero que muy corto, siempre me pasa.
En cubierta se inici¨® la rutina de compartir lo que se ha disfrutado bajo el agua con los compa?eros buceadores. Es el tercer tiempo de los submarinistas. Despu¨¦s de bucear siempre te da un "subid¨®n", no s¨¦ si por la excitante exploraci¨®n submarina, los encuentros con la fauna, o por estar respirando aire a presi¨®n, pero uno se encuentra feliz y relativamente euf¨®rico. Es uno de los mejores momentos que regala este deporte. Recogida toda la equipaci¨®n, sub¨ª a la segunda cubierta a disfrutar del sol, la brisa marina y veinte minutos de navegaci¨®n rumbo a Rosas. Hab¨ªa cumplido mi cuarto reto y, aunque yo ya llevo unas cuantas inmersiones a mis espaldas, uno de los m¨¢s placenteros.
Por la tarde tocaba turismo familiar por los canales de Ampuriabrava y luego cena en uno de los muchos restaurantes de la avenida Rei Joan Carles, exactamente el tailand¨¦s con los mismos sabores y texturas que si uno estuviese en un restaurante del propio Bangkok. Apunte.
Nadando por aguas abiertas
La ma?ana siguiente fue de disfrute playero y al medio d¨ªa visita a la Vila Castilione, capital del condado de Empuries durante 4 siglos. Un magn¨ªfico viaje a la alta edad media con remate final en un at¨ªpico restaurante habilitado en una de las puertas de la ciudad amurallada, El Portal de la Gallarda. Y aqu¨ª comet¨ª mi primer fallo, ?Qu¨¦ quiere? uno no es infalible. Hab¨ªa reservado mi quinto reto sobre las 4:30 de la tarde y, claro, despu¨¦s de un copioso fest¨ªn lo que le apetece a uno despu¨¦s del caf¨¦ es un gin tonic y no pegarse una paliza outdoor.
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Pero bueno, a lo hecho pecho. En la playa de Garbet me esperaba Txell, una jovenc¨ªsima instructora de nataci¨®n y gu¨ªa de las V¨ªas Bravas. Y como si el destino se riese de m¨ª, en el precioso paraje de la playa se encuentra el restaurante del mismo nombre con una terraza que dan a la concha bajo sombrillas tropicales y que seguro sirven unos gin tonics de morirse. Pero no le puedo asegurar porque no me atrev¨ª a cambiar los planes de nadar 1.200 metros en mar abierto por el hedonismo decadente de repanchingarse en una silla de mimbre y disfrutar de una copa de bal¨®n helada frente al mar. La pr¨®xima vez no aseguro que no pase.
Las V¨ªas Bravas son una serie de itinerarios por aguas abiertas, se?alizadas con boyas, paralelos a la costa y a los caminos de ronda, o que tienen correspondencia con la red de senderos locales, lo que las hace perfectas para la pr¨¢ctica del swimrun.
Swimrun en las V¨ªas Bravas
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V¨ªas Bravas es la primera experiencia mar¨ªtima del mundo catalogada como sostenible. Lo certifica el sello Biosphere otorgado por el Instituto de Turismo Responsable, entidad asociada a la UNESCO y la Organizaci¨®n Mundial de Turismo. Se trata de una iniciativa pionera en el mundo que permite promocionar el territorio y disfrutar explorando el litoral desde el mar de forma segura a trav¨¦s de una red de itinerarios marinos paralelos a los caminos de ronda de las comarcas de Girona y Barcelona.
En la Costa Brava hay 14 V¨ªas habilitadas en los municipios de Portbou, Colera, Llan?¨¤, Port de la Selva, Cadaqu¨¦s, Pals, Palafrugell, Playa de Aro, Sant Feliu de Gu¨ªxols, Tossa y Lloret de Mar. En Costa Barcelona hay 9 m¨¢s entre las V¨ªas de La Baells, Santa Susanna, Calella, Sitges y Barcelona ciudad. En total m¨¢s de 24 kil¨®metros de carriles marinos, con longitudes de entre 0,3 y 2 Km, de acceso p¨²blico y gratuito para nadadores y aficionados al esn¨®rquel.
La mayor¨ªa de los itinerarios est¨¢n balizados de mayo a octubre y disponen de paneles informativos donde se detalla el nombre, el mapa topogr¨¢fico y las caracter¨ªsticas de la v¨ªa (longitud, anchura, duraci¨®n, nivel de dificultad...), adem¨¢s de indicaciones sobre la biodiversidad y las caracter¨ªsticas del fondo marino. El panel incorpora tambi¨¦n recomendaciones de uso y seguridad.
Despu¨¦s de las explicaciones de Txell y las instrucciones de buena practicas, nos equipamos con el material necesario. Ultima mirada a la terraza del restaurante donde me hubiese tomado mi virtual gin tonic y al agua patos. ?A nadar!
Las condiciones eran espl¨¦ndidas para nadar: sol, mar calmado, la tramontana sin dar se?ales de vida. Lo ¨²nico frustrante era que Txell daba una brazada para avanzar la distancia que yo recorr¨ªa con cinco. Era una sensaci¨®n agridulce, daba gusto verle nadar y, a la vez, ganas de tirarle la boya a la cabeza.
Pasados unos cincuenta metros la sangre ya flu¨ªa por todo el cuerpo y el placer de nadar en paralelo a unas formaciones rocosas rematadas en pinares se hab¨ªan apoderado de m¨ª, supongo que del sir¨¦nido que nadaba conmigo tambi¨¦n. Al poco rato se nos unieron dos cormoranes mo?udos, lo que fue un encuentro maravilloso, porque es un ave en peligro cuyo refugio europeo es precisamente la Costa Brava. En verano no habr¨¢ m¨¢s de 800 ejemplares en todo el litoral. Un feliz encuentro sin duda.
Los p¨¢jaros nos toleraron un buen trecho del recorrido. Cuando se fueron seguimos nadando sin prisas, solamente por el placer de nadar y deleitarse con el entorno. Cosa que yo me tome literalmente y de vez en cuando hacia una peque?a inmersi¨®n para ver el fondo marino. (Consejo: si va a nadar en el mar y quiere sumergirse, en vez de gafas de nataci¨®n con cristales independientes, adquiera una monofacial para que la presi¨®n no le moleste en los ojos). El problema es que al no ir equipado con un neopreno y pasarme tanto tiempo observando entre periodos de nataci¨®n, me qued¨¦ frio. Le ped¨ª a Txell, faltando unos centenares de metros, que sali¨¦semos un poco a la playa m¨¢s cercana para recuperar el calor. No pude completar la v¨ªa de Garbet, espinita que me queda clavada y que me obliga a volver a repetirla.
Como ya se nos hab¨ªa echado el tiempo encima, regresamos por el Trail de la costa hacia playa de Garbet. No lo hicimos corriendo, es un Trail bastante t¨¦cnico, pero disfrutamos de una naturaleza espectacular. Sin duda las v¨ªas bravas son uno de los destinos swimrun m¨¢s agradecidos. Hab¨ªa semi-completado mi quinto y ¨²ltimo reto, y, como recuerdo, Txell me regal¨® un gorro oficial de las v¨ªas bravas que actualmente llevo siempre encima si voy a nadar.
Volv¨ª a Ampurias a disfrutar de mi ¨²ltima noche con la convicci¨®n de que volver¨ªa a la m¨ªnima oportunidad, pocos destinos ofrecen tanto en tan poco espacio geogr¨¢fico. A la ma?ana siguiente pusimos rumbo a Cadiz, a seguir disfrutando de las vacaciones en familia y del surf. Y es que el outdoor y la familia se pueden disfrutar combinados si uno se organiza.
Sumergirse en el Medievo de la Villa Condal
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Ampuriabrava tiene 50 a?os, pero Castell¨® d'Emp¨²ries tiene m¨¢s de 12 siglos. La Vila Castilione fue la capital del condado de Emp¨²ries durante m¨¢s de 4 siglos. No se puede ir de Ampuriabrava sin visitar la ciudad medieval, una aut¨¦ntica delicia, de hecho, un viaje en el tiempo.
Si va con el tiempo limitado apunte estos 3 puntos del enclave estrat¨¦gico de los condes de Emp¨²ries:
[1] Museo Curia-Prisi¨®n. Edificio g¨®tico que a¨²n conservan las celdas del siglo XVII, donde los prisioneros grabaron en las paredes su desesperaci¨®n. Un toque de "morbo".
[2] La Bas¨ªlica g¨®tica de Santa Mar¨ªa. Se qued¨® en Bas¨ªlica , pero parece una catedral en toda regla. Se empez¨® en el siglo XIII y se concluy¨® en el XV con la impresionante portalada de m¨¢rmol.
[3] El Portal de la Gallarda. Situado en la base de una torre rectangular o torre-portal g¨®tica, era la entrada al recinto fortificado de Castell¨® por el lado levante. Lo m¨¢s importante es que en ese espacio hist¨®rico se puede disfrutar de una de las cocinas aut¨®ctonas m¨¢s sabrosas. Este es un ineludible.
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