Isco para todo
El Madrid, con el malague?o de gu¨ªa y goleador, se alivia en casa ante el Espanyol tras un buen primer tiempo. Los pericos, chatos de inicio, reaccionaron tras el descanso
En las buenas y en las malas, el Madrid encontr¨® a Isco. Ya fuera cuando tuvo el partido en un guante, durante el primer tiempo, o cuando reaccion¨® el Espanyol tras el intermedio. Isco, el Isco madurado de estos d¨ªas, para todo y para todos. Sobre ¨¦l ciment¨® la victoria el equipo blanco. Un alivio despu¨¦s de tres partidos chatos de los de Zidane ante su gente en la madrugada de esta Liga. Para el Espanyol, un maquillaje final para su espantada del primer periodo.
No hay un equipo con peor racha en el Bernab¨¦u que el Espanyol, que no brinda en Chamart¨ªn desde el 21 de abril de 1996. Desde entonces ha comparecido sin triunfo durante 24 partidos, algunos tan p¨¦simos como el del pasado curso, otros medio raqu¨ªticos como el del primer tiempo de esta jornada. En ambas temporadas repiti¨® el gui¨®n inicial: la nader¨ªa con la pelota y la nader¨ªa sin ella. Por m¨¢s que Quique plegara velas con todos los muchachos enchironados, hasta que el t¨¦cnico alter¨® la alineaci¨®n en el descanso, el Madrid le invadi¨® con extraordinaria facilidad. Tanta que a los 23 segundos un pase telesc¨®pico de Sergio Ramos cit¨® a Isco en los morros de Pau L¨®pez, que cerr¨® la puerta. No fue la ¨²nica vez que, pese a la aparente trinchera perica, su portero se las tuvo tiesas cara a cara con alg¨²n madridista. Un dique de plastilina, por m¨¢s que en el pelot¨®n defensivo tambi¨¦n se incrustaran de inicio futbolistas de trazo de vanguardia como Jurado y Baptist?o.
En el primer acto, con el Espanyol en un papel de equipo estorbo, refugiado en las cuerdas, sin m¨¢s, el Madrid tuvo una virtud sobresaliente. Articul¨® el juego con paciencia, sin que le anudaran los fantasmas del mal despegue liguero en su terreno. Encima, con bajas notables en los laterales ¡ªpor donde percuten los extremos aut¨¦nticos de este Madrid¡ª y en la delantera. Con Cristiano anclado en el ¨¢rea y Achraf y Nacho como improvisados ventiladores por las orillas, el conjunto de Zidane estaba obligado a modular el f¨²tbol paso a paso. M¨¢s que un ataque en combusti¨®n, los actores de la trama obligaban al juego geom¨¦trico hasta dar con CR o la intrusi¨®n de los volantes en la sala de espera de Pau. Isco lo interpret¨® de maravilla. El malague?o impuso su partitura, toque a toque, por aqu¨ª y por all¨¢, como interior, medio centro o punto final de la ofensiva. Lo adivin¨® CR, que a la media hora filtr¨® una asistencia para Isco. Esta vez, el andaluz eligi¨® una soluci¨®n menos sutil que la de los primeros segundos. En este duelo con Pau prefiri¨® un punterazo terminal.
Un minuto antes del gol, una secuencia simboliz¨® lo que fueron el Madrid y su contrario en el primer tramo. El ataque que precedi¨® a la diana de Isco culmin¨® con Achraf, Sergio Ramos, CR y Nacho como madridistas m¨¢s avanzados. Los de Quique a¨²n eran un gui?apo y en el Real no se cortaba nadie. Ni siquiera el joven Achraf, a sus 18 a?os el 586? jugador que disputa la Liga con el Madrid. El marroqu¨ª mostr¨® que tiene turbo en las piernas, no le falt¨® cierto desparpajo y eludi¨® complicarse la vida cuando no fue necesario. Al otro costado, Nacho, al que lo mismo da no ser lateral ni zurdo para dejar constancia de que puede ser un notable lateral zurdo y lo que se tercie. Nacho, siempre presente.
Con Pau crecido ante CR ¡ªal que se le vio con gesto ulceroso, algo inc¨®modo¡ª e Isco al viol¨ªn estuvo a punto de concluir el primero de los encuentros jugados en el Bernab¨¦u. Pero como el f¨²tbol no tiene m¨¢s l¨®gica que la il¨®gica, justo antes de su mutaci¨®n, el Espanyol se fue al descanso con un remate al poste derecho de Keylor de Gerard Moreno tras una pifia de Casemiro. Cuarenta y cinco minutos de barbecho blanquiazul y la gloria al alcance en un segundo.
En el div¨¢n del intervalo, Quique agit¨® a los suyos y con Sergio Garc¨ªa y Navarro de salida hizo sonar el despertador. El Espanyol fue otro. Se descamis¨® algo, tuvo otro poso con el bal¨®n y ya no fue ese equipo de otra ¨¦poca, de aquella en la que lo ortodoxo para muchos conjuntos era taparse las cejas en plazas como la de La Castellana. Con su paso al frente, el cuadro catal¨¢n logr¨® rebajar al campe¨®n durante un trecho. El Espanyol bloque¨® a su rival cerca de Keylor. De repente, a los de Zidane todo les costaba un mundo. En plena crecida de los visitantes, tras algunos apuntes amenazantes para Navas, un enredo de Sergio Ramos estuvo a un dedo de producir el empate. Pero la chispa prendi¨® en contra de los blanquiazules e Isco les baj¨® la persiana. En una internada de Asensio por la izquierda, Isco se camufl¨® en el balc¨®n del ¨¢rea, fuera del radar adversario. El balear, que tiene pie cl¨ªnico en la zurda, le descubri¨® y su colega emboc¨® con un disparo certero. Un respiro para el Madrid, que arranc¨® la noche a diez puntos del Bar?a. Como sedantes, Isco y un Espanyol que lleg¨® con un tiempo de retraso.
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