El Valencia golea al Betis y se agarra a la segunda posici¨®n
Los de Marcelino se durmieron tras ir 0-4 pero sentenciaron en un arre¨®n final
En diez minutos de locura y desorden, el Betis estuvo a punto de arrebatarle la victoria al Valencia. Hasta el minuto 79 encaden¨® al Betis, luego se durmi¨® tras el 0-4 pero despert¨® a tiempo para llegar a la media docena de goles. Un error de Parejo aliment¨® la ilusi¨®n del Betis que recort¨® hasta el 3-4 pero acab¨® perdiendo 3-6.El murci¨¦lago, invicto tras ocho jornadas de Liga, vuela hasta la segunda posici¨®n de la tabla. Su momento es sensacional.
Parte de la expectaci¨®n del partido resid¨ªa en los banquillos. El cara a cara entre Seti¨¦n y Marcelino, dos de los entrenadores de moda en la categor¨ªa, fue seguido con lupa desde Valencia. A Seti¨¦n le faltaron diez metros para convertirse en entrenador blanquinegro. En la recta de llegada lo adelant¨® Marcelino. Seti¨¦n era el favorito de Alesanco, pero Mateu Alemany, director general del Valencia, pr¨¢cticamente reci¨¦n llegado, impuso su criterio y se decidi¨® por el asturiano. Seti¨¦n gir¨® entonces hacia el Betis. Que ambos compitieran por el banquillo del Valencia era una incongruencia; no tienen nada que ver. Pero en el verano del Valencia actual hubo varios absurdos. Marcelino se adaptaba mejor al ADN tradicional del equipo que Seti¨¦n y Mateu decidi¨®. Alesanco, como en tantas otras decisiones importantes del verano, fue desacreditado pese a su cargo de director deportivo. Hace menos de un mes fue destituido y su sueldo, amortizado. Pocos le echar¨¢n de menos. Mateu acert¨®, ayer Marcelino aplast¨® a Seti¨¦n.
A Marcelino se la hab¨ªan encabritado los tres ¨²ltimos partidos. Mucha ida y vuelta, mucho correcalles. Tres victorias s¨ª, pero cuatro goles en contra y algo de desorden. Justo lo que le estaba esperando en el Villamar¨ªn, exactamente los riesgos que entra?aba jugar contra el alegre Betis redise?ado por Seti¨¦n que quiere desterrar la leyenda del ¡®manque pierda¡¯. El Betis es un equipo que se expone con mucha gente en campo contrario. Es decir, ideal para el Valencia de Marcelino que babeaba antes del partido estudiando a su presa y que se relam¨ªa los labios despu¨¦s del fest¨ªn del 0-4. Error, el Betis insisti¨® en su idea de juego ofensivo y carg¨® contra un Valencia que se durmi¨® tras el gol de Mina y acab¨® sufriendo.
No es un accidente porque no es la primera vez que sucede. Marcelino est¨¢ perfeccionando un modelo de juego. Uno que deja hacer al rival, uno que regala la posesi¨®n, uno que cuando tiene el bal¨®n empieza a moverlo muy lento, anestesiando al rival, hasta que decide acelerar y lanzar contras. Parejo es esencial en ambas facetas y el Valencia es lento hasta que decide dejar de serlo.
Una parada de Ad¨¢n a lanzamiento de Soler pasada la media hora anunciaba la catarata de ocasiones del Valencia -hasta cinco con un penalti sobre Soler de Durmisi incluido que no pit¨® el arbitro- que se fue al descanso con dos goles y el partido en el bolsillo. Kondogbia, escondido primero detr¨¢s de Zaza, apareci¨® a la salida de un c¨®rner para marcar de cabeza. Luego Guedes hizo el gol de la jornada desde la frontal.
El Betis sali¨® al abordaje en el segundo acto y dispuso de un penalti para so?ar con la remontada. Neto abort¨® el sue?o verdiblanco al detener el lanzamiento de Sergio Le¨®n. Rodrigo, cuando al Valencia volvi¨® a acelerar, marc¨® de cabeza al rematar otro c¨®rner. Rodrigo lleva seis partidos seguidos marcando, cinco con el Valencia y uno con la selecci¨®n. Su metamorfosis es la del Valencia. Mina hizo con mucha fortuna el cuarto y el Valencia se fue al vestuario antes de hora. El Betis se levant¨® y marc¨® tres goles en seis minutos. En una locura de final Zaza, siete goles y cuatro seguidos, hizo el quinto y Pereira el sexto tras jugada de Guedes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.