Desastre del Atl¨¦tico contra el Qarabag
Los rojiblancos empatan (0-0) en Bak¨² sin f¨²tbol ni pegada y se complican mucho el pase a octavos
¡°?Qarabag, Qarabag¡±, bajo una ovaci¨®n ensordecedora que tronaba en las gradas, el Atl¨¦tico abandon¨® el moderno estadio Ol¨ªmpico de Bak¨² desolado. Sin f¨²tbol y sin pegada, incapaz de imponerse a un modesto equipo azerbaiyano, el empate le complica la clasificaci¨®n para octavos. El traspi¨¦ fue de ¨¦poca y evidenci¨® a un grupo de futbolistas agarrotado, superado por la ansiedad de tener que ganar. Tambi¨¦n destap¨® a un t¨¦cnico que no logra engranar un juego ofensivo determinante y da?ino cuando tiene que dominar.
Simeone anunci¨® que iba a por el partido desde el inicio. La lectura de esa declaraci¨®n de intenciones pareci¨® ir ligada con una alineaci¨®n que delat¨® que sumar los tres puntos era vital. Nada de cuatro mediocentros. Sin Koke, sobrecargado y reventado por haberlo jugado todo, el centro del campo destilaba tanta ambici¨®n como necesidad. Sa¨²l y Gabi en la sala de m¨¢quinas, escoltados en los costados por Gait¨¢n y Carrasco. Dos estiletes, a priori. Arriba Gameiro y Griezmann. Este ¨²ltimo forz¨® su puesta en escena pese al proceso febril que pas¨® desde que el lunes sali¨® de Madrid. Otra se?al palmaria de que al Atl¨¦tico le iba la vida en el duelo. A su lado, Gameiro estren¨® titularidad y la perdi¨® por igual. En apenas unos meses ha pasado de ser la esperanza goleadora del equipo a ¨²ltimo delantero. Por momentos, justific¨® ese rol.
Si la alineaci¨®n se correspondi¨® con las urgencias, el juego las destap¨® para que emergiera un equipo de pie muy destemplado. En especial Gait¨¢n, fall¨®n en todas sus primeras intervenciones. No se sabe d¨®nde se ha quedado aquel volante afilado del Benfica que pod¨ªa domar los partidos arrinconado en los pasillos interiores. Lo que se sabe es lo que se ve. Un futbolista de muy pocos detalles que rememoran lo que fue. Muchas entregas fallidas relatan lo que es hoy. Carrasco va por el mismo camino. Fue incapaz de imponer su velocidad y su desborde en un partido en el que estaba obligado a marcar diferencias.
Enfrente, el Qarabag hizo una defensa digna del camino que ha elegido. No le import¨® saberse ante un rival superior. Se aferr¨® a la pelota siempre que pudo, al manejo aseado de Garayev, Richard Almeida y M¨ªchel en el medio. Tuvo un sentido m¨¢s l¨²dico del juego, en contraposici¨®n al sufrimiento que parece invadir al Atl¨¦tico en cada partido. Les result¨® menos complicado y m¨¢s natural pasarse la pelota bien y con sentido. Su mayor finura en las circulaciones no le dio para exigir a Oblak, pero s¨ª para mantener a raya y en tensi¨®n al Atl¨¦tico. Este equipo provoca ya una pregunta que condena tanto a sus jugadores como a su entrenador. Por qu¨¦ a otros conjuntos inferiores les resulta tan sencillo que les corra el bal¨®n y para los rojiblancos es un suplicio.
Con esa empanada, el Atl¨¦tico tard¨® 20 minutos en chutar a puerta. Cierto es que luego acert¨® a enganchar dos jugadas que le plantaron ante Sahic. Fueron los dos ¨²nicos momentos en los que apareci¨® Griezmann. Ante el caos opt¨® por bajar a recibir balones. En uno de ellos plant¨® a Carrasco frente al meta local. Se escor¨® demasiado el belga para acomodarse el remate en su derecha y facilit¨® el achique de Sahic para taparle el disparo. Al poco fue Griezmann el que se vio solo cara a cara con el meta. Tampoco el franc¨¦s pudo salir ganador del duelo. Al Atl¨¦tico tambi¨¦n esa m¨¢xima de que con poco es capaz de ajusticiar a sus rivales. Esa diferencia que marcaba antes, ahora la exhibe poco. Y es primordial para un equipo que ha crecido todo lo que ha crecido rentabilizando migajas.
Atropellados
Si el primer tiempo fue desesperanzador, el inicio del segundo fue un desastre. El atropellamiento y los nervios a medida que el reloj corr¨ªa fueron la pauta. Con ese paisaje, Simeone dio primero entrada a Thomas y mand¨® al banco a Gait¨¢n. Nada cambiaba y tuvo que dar paso de seguido a Correa y a Torres por Gameiro y Carrasco. Esos movimientos le dieron al Atl¨¦tico un dominio alborotado y desesperado del juego en el ¨²ltimo tramo. Lo m¨¢s que sac¨®, frente a un Qarabag que se qued¨® con diez por doble amarilla de Ndlovu, fue una falta al borde del ¨¢rea, un posible penalti a Torres y un libre indirecto en el ¨²ltimo minuto. A cambio estuvo expuesto a contragolpes que encend¨ªan a los inflamados hinchas azer¨ªs.
El ¡°Qarabag, Qarabag¡± tron¨® ante un equipo que hizo historia con su primer punto en la Liga de Campeones. El otro se march¨® cabizbajo, sin f¨²tbol ni pegada y al borde del abismo.
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