Luis Enrique, m¨¢s idolatrado que Mbapp¨¦

Mauricio Pochettino se mordi¨® los labios para no decir lo que pensaba, pero se llev¨® la mano al pecho y se?al¨® el escudo en su camiseta: la Torre Eiffel enmarcada en un c¨ªrculo bajo la divisa de Par¨ªs. Blas¨®n del PSG. ¡°Esto¡±, dijo, ¡°deber¨ªa estar por encima de cualquier individualidad¡±. ?l sab¨ªa mejor que nadie que los jugadores eran m¨¢s grandes que el club en la primavera de 2022, antes de caer eliminado en el Bernab¨¦u. Tal y como hab¨ªa sucedido con Tuchel, Emery, Blanc o Ancelotti, la suerte de Pochettino en el banquillo del Parque de los Pr¨ªncipes estaba echada. Por designio de sus propietarios, los pr¨ªncipes de Qatar, el club viv¨ªa al servicio de sus grandes estrellas. Sucesivamente Zlatan Ibrahimovic, Neymar, y Kylian Mbapp¨¦.

El PSG que esta noche recibe al Liverpool (21:00, Movistar) se parece poco al de 2022. Despedidos Messi y Neymar, Luis Enrique rompi¨® el embrujo cuando Mbapp¨¦ fich¨® por el Madrid. Cierto d¨ªa del verano pasado le preguntaron por el porvenir del equipo sin un crack en el ataque por primera vez en m¨¢s de 10 a?os. ¡°?Seremos m¨¢s fuertes!¡±, replic¨®, con el mismo tono desafiante con el que ha sabido bordear el sarcasmo sin caer en la frivolidad. Los periodistas que le inquir¨ªan se han rendido. La victoria fue completa cuando despu¨¦s de golear 4-2 al Manchester City, hace un mes, la Curva Auteuil, el reducto de los fan¨¢ticos m¨¢s bulliciosos del estadio, le dedic¨® la ovaci¨®n m¨¢s enamorada que se recuerda. Nunca en lo que va de siglo fue m¨¢s completa la comuni¨®n entre los hinchas y el entrenador del PSG.

¡°Este es el mejor equipo del PSG desde que llegaron los catar¨ªes¡±, asegura Luis Fern¨¢ndez, jugador legendario y luego entrenador del equipo parisino. ¡°Si la gente quiere a Luis Enrique es porque hace un buen trabajo y lo refrenda con resultados. No pierden un partido desde hace cuatro meses y ha sabido hacer rotaciones. Los jugadores las han admitido, lo aprecian y lo manifiestan en el campo. Esta din¨¢mica da mucha fuerza al equipo. El grupo transmite una gran energ¨ªa. Ha cambiado el esp¨ªritu. Pero no solo porque corran m¨¢s. Sigue siendo un equipo con talento, y esto se expresa en c¨®mo usan la cabeza los jugadores. Presionan todos, se repliegan en bloque para defender... Hay una buena din¨¢mica¡±.

Luis Enrique siempre sostuvo que cuando la plantilla se viera despojada de un referente absoluto como Mbapp¨¦, los dem¨¢s asumir¨ªan responsabilidades desconocidas y se crear¨ªan inercias positivas que elevar¨ªan el nivel general. La transformaci¨®n se concret¨® cuando los l¨ªderes morales se desplazaron del ataque al mediocampo. De la mano de Vitinha, Neves y Fabi¨¢n, se encaminaron hacia el colectivismo, la disciplina y las maniobras de ingenio asociativo. Por primera vez desde que existen registros, el PSG est¨¢ entre los tres equipos que m¨¢s kil¨®metros recorren en la Ligue 1.

¡°Muy parisino¡±

¡°Mbapp¨¦ quiso caer bien y cay¨® mal; a Luis Enrique le gusta caer mal ¡ªesto es muy parisino¡ª y cay¨® bien¡±, observa el fil¨®sofo Thibaud Leplat, redactor jefe de Les Dossiers de l¡¯Afterfoot y autor de varios libros sobre el f¨²tbol franc¨¦s. ¡°Luis Enrique sustituy¨® a Mbapp¨¦ como cabeza de cartel y los hinchas est¨¢n encantados. Que no hable franc¨¦s en p¨²blico le ayuda. Emery intent¨® hablar en franc¨¦s y se rieron de ¨¦l. El lenguaje puede ser un muro o un filtro. En su caso es un filtro¡±.

Desde su oficina en Montmartre, Javier Prieto Santos, redactor jefe de la revista So Foot, no expresa dudas: ¡°Me gusta Luis Enrique porque le contrat¨® el club m¨¢s medi¨¢tico de Francia y se comport¨® como si le diera completamente igual. Le dio igual perder a Mbapp¨¦. Dijo que sin ¨¦l jugar¨ªan mejor. Le dio igual estar al borde de la eliminaci¨®n en la fase de grupos de la Champions cuando la historia del PSG es un sinf¨ªn de desilusiones. Es un club pensado para ganar que siempre ha fracasado a pesar de haber gastado 3.000 millones de euros en jugadores. Atormentado por problemas extradeportivos y con unos aires de grandeza impresionantes. Luis Enrique ha ejercido de psic¨®logo: ha bajado los humos del entorno y se ha convertido en el mayor animador de la Ligue 1¡å.

El presidente, Nasser al-Khelaifi lo dijo despu¨¦s del City: ¡°Luis Enrique es el mejor entrenador del mundo¡±. Jam¨¢s hab¨ªa encumbrado as¨ª a un t¨¦cnico. El dirigente estaba tan emocionado que a los pocos d¨ªas, sobre los despojos del ej¨¦rcito de Guardiola, formaliz¨® la renovaci¨®n del contrato hasta 2027 y disip¨® las dudas que le hab¨ªan frenado y que nunca se relacionaron con el car¨¢cter de un tipo que produce fascinaci¨®n en los arist¨®cratas ¨¢rabes.

¡°El dinero le da igual¡±

¡°A Luis Enrique el dinero le da igual¡±, explica una persona muy pr¨®xima a Al-Khelaifi. ¡°?l es un adicto a la adrenalina. Solo piensa en t¨¦rminos materiales por su familia y sus amigos. Pero si fuera por ¨¦l, ?¨¦l podr¨ªa vivir debajo de un puente!¡±.

A sus 54 a?os, el exseleccionador espa?ol vive una ¨¦poca de plenitud. Su rostro curtido por la intemperie no disimula el entusiasmo que experimenta al verse rodeado de chavales en el umbral de un duelo de Champions que llama la atenci¨®n de todo el mundillo del f¨²tbol. Su PSG, agitado por adolescentes como Barcola, Doue, Neves o Pacho, es el m¨¢s joven de la era catar¨ª. Frente al Lille en la ¨²ltima jornada de liga, seis de los 11 titulares ten¨ªan menos de 25 a?os. ¡°La cultura de club marca la b¨²squeda de jugadores j¨®venes de alto nivel¡±, dijo Luis Enrique este martes. ¡°Con muchos de ellos jugamos la semifinal del a?o pasado. No es un problema. Es una oportunidad de mejorar y de crecer. ?Esto nos estimula! Contra el Liverpool de lo que se trata es de que calmemos un poco las emociones y lo afrontemos de manera natural y tranquila¡±.

Tranquilidad es una quimera cuando Luis Enrique anda cerca. El ¨²ltimo entrenamiento antes de recibir al Liverpool acababa de terminar cuando una chica del canal de Youtube del PSG le interpel¨® d¨¢ndole los buenos d¨ªas y pregunt¨¢ndole qu¨¦ tal estaba. La respuesta, extra?amente en franc¨¦s, son¨® a descarga el¨¦ctrica: ¡°?Estamos listos!¡±.