¡®Wandazo¡¯ del Qarabag; el Atl¨¦tico, al borde de la eliminaci¨®n

Salvo milagro, la historia dir¨¢ que en 2017 el Atl¨¦tico qued¨® eliminado de la fase de grupos de la Liga de Campeones porque no fue capaz de ganar a un ex¨®tico, desconocido pero atrevido equipo de Azerbaiy¨¢n. El Qarabag escribi¨® anoche una de las p¨¢ginas m¨¢s negras de la historia rojiblanca. A?adi¨® su nombre a los del Sion suizo, el Groningen holand¨¦s, la Polit¨¦cnica de Timisoara de Ruman¨ªa o el Boavista portugu¨¦s, verdugos europeos a¨²n recordados por una hinchada que despidi¨® con una tremenda pita a su equipo. Si el Roma y el Chelsea logran lo que el Atl¨¦tico no ha logrado, ganar al Qarabag, se acab¨® esta Champions para los rojiblancos. El golpetazo afecta tanto al prestigio del club como a sus arcas de consumarse la eliminaci¨®n. Ni contra diez durante 15 minutos en Bak¨², ni durante media hora ayer, el equipo de Simeone ha sido capaz de derrotar a un equipo que mientras estuvo en igualdad num¨¦rica le puso colorado.

Desde la pelota, el Qarabag tuvo dos objetivos, defenderse con ella y desestabilizar al Atl¨¦tico toque a toque. Durante muchos minutos dio una lecci¨®n de buen trato al bal¨®n. Jug¨® con las urgencias rojiblancas pase a pase, durmiendo el juego con triangulaciones que nac¨ªan con atrevimiento en sus centrales. No jug¨® el Qarabag un mal patad¨®n en todo el primer tiempo. Tuvo la osad¨ªa de rebelarse con rondos que se le hicieron inalcanzables a los futbolistas de Simeone y desesperaban a la hinchada rojiblanca ante la inacci¨®n de los suyos. Siempre quiso gobernar el partido desde ese artilugio redondo que tanto le cuesta domar al equipo de Simeone y que demasiadas veces le resulta tan inc¨®modo. Un toque por all¨ª, un toque por all¨¢. Garayev, M¨ªchel, Richard Almeida, bailando al Atl¨¦tico en tuyas-m¨ªas que no encontraban la oposici¨®n de una presi¨®n decidida.

Ese juego pendular y cadencioso, lo afilaba Pedro Henrique, que le sac¨® los colores a God¨ªn a la carrera y a Filipe con un sombrero. Ese juego al pie termin¨® por generar un c¨®rner. El juego a¨¦reo que antes era un tr¨¢mite autoritario para este equipo ahora es un suplicio. M¨ªchel certific¨® ese mal cazando, libre de marca, un cabezazo formidable que revent¨® la escuadra de Oblak. La grada sufri¨® un shock, que le dej¨® entre la indignaci¨®n a unos, un silencio funerario a otros, y destap¨® los silbidos en una mayor¨ªa. El bochorno gener¨® que por primera vez en la era Simeone los pitidos retumbaran en los o¨ªdos de sus futbolistas.

As¨ª que quedaban 45 minutos para evitar un batacazo morrocotudo. Una afrenta a la historia del club, a la m¨¢s reciente y a la m¨¢s pret¨¦rita.

Con el desaf¨ªo de evitar ese rid¨ªculo monumental se present¨® el Atl¨¦tico en el segundo acto. Correa empez¨® a mover el ¨¢rbol pronto con un disparo raso que bloc¨® mal Sehic. La pelota se le qued¨® muerta a Gameiro, pero este no estaba con los cinco sentidos en la jugada y no pudo dirigir el remate entre los tres palos sus botas.

Ah¨ª se apag¨® durante unos minutos el Atl¨¦tico para m¨¢s desesperaci¨®n del personal, at¨®nito ante la poca capacidad de maniobra y de sorpresa de los suyos. Una jugada esperp¨¦ntica pudo agrandar el escarnio. Gabi comenz¨® a conducir el bal¨®n, hasta que ante la falta de apoyos tuvo que retroceder e irse a una banda. En su intento de evitar el fuera de banda, dio un taconazo. Ah¨ª naci¨® un contragolpe que pudo suponer el 0-2 si Savic no hubiera cortado un pase que era medio gol en el ¨¢rea peque?a.

Con el susto a¨²n en el cuerpo, Thomas emboc¨® un zapatazo desde 35 metros que perfor¨® la escuadra. Restaba algo m¨¢s de media hora de juego para intentar salvar la honra con un gol. La expulsi¨®n de Pedro Henrique por una patada en la cara a God¨ªn pareci¨® poder ayudar al Atl¨¦tico a culminar la remontada.

Nada, de nuevo, no supieron ni Simeone ni sus jugadores encontrar los caminos del gol con ortodoxia. De nuevo, le pudo la pelota. Solo pudo generar peligro a la tremenda o a bal¨®n parado. Sadygov sac¨® bajo la l¨ªnea a remate de God¨ªn. Dos remates cruzados de Filipe Luis, un disparo lejano de Gabi bien respondido por Sehic y una ¨²ltima ocasi¨®n de Gait¨¢n, de nuevo tapada por el meta, consumaron la cat¨¢strofe. El wandazo del Qarabag,