Una bici en la cima del Kilimanjaro
El Parque Nacional comienza a dar permisos para llegar sobre dos ruedas la cima de la monta?a m¨¢s alta de ?frica (5.895 metros)
A Juanito Oiarzabal, la monta?a le ha dado tanto como lo que ha perdido en ella. Convertirse en 1999, tras coronar el Annapurna, en el primer espa?ol y sexto del mundo en completar la ansiada lista de los 14 ochomiles le reserv¨® una l¨ªnea destacada en los registros hist¨®ricos del alpinismo. La amputaci¨®n de los dedos de los pies en 2004 despu¨¦s de perderse bajando del K2, la embolia que sufri¨® el a?o pasado en el Dhaulagiri, que una vez m¨¢s estuvo a punto de costarle la vida, y ver morir a ocho amigos han sido esos peajes que sin embargo no le han apartado de los caminos que suben a las cumbres. A los 61 a?os, el monta?ero vasco sigue mirando hacia arriba. La pr¨®xima primavera pretende retomar el proyecto de convertirse en la ¨²nica persona que holla dos veces las 14 cimas, una colecci¨®n en la que le faltan repetir los cromos del Dhaulagiri, Nanga Parbat, Broad Peak y Shisha Pangma, lo que elevar¨ªa a 30 el n¨²mero de sus ascensiones a estos gigantes, un listado en el que ya tiene, con 26, el r¨¦cord mundial. Y mientras prepara la mochila, su nombre sigue asociado a recorridos que, visto su historial, a m¨¢s de uno le hace pensar aquello de ¡°la ¨²ltima locura de Juanito¡±. Como la de este domingo, cuando subi¨® una parte en bicicleta al Kilimanjaro, el techo de ?frica (5.895 metros). Aunque con muchos matices importantes: se trataba de una bici el¨¦ctrica, tan de moda ahora, que ayuda al pedaleo y disminuye el esfuerzo, y en un amplio tramo del ascenso tuvo que echar pie a tierra porque el terreno no es apto para las dos ruedas. Como comentaba el propio Oiarzabal despu¨¦s del descenso, una vez de vuelta ya, solo el 25% de esta ruta es ciclable, por lo que buscar¨¢ nuevas alternativas.
La cumbre tanzana es considerada la monta?a m¨¢s alta que se puede subir en bici, algo as¨ª como el Everest de los ciclistas, aunque hasta hace poco los permisos que concede el Parque Nacional del Kilimanjaro para ascenderlo en bicicleta eran muy limitados. Hoy en d¨ªa, estos permisos comienzan a popularizarse, s¨ªmbolo una vez m¨¢s de c¨®mo las grandes cimas, como sucede tambi¨¦n en mayor medida con el Everest, se han convertido en un foco de negocio.
Unas 20.000 personas suben cada a?o a pie el Kilimanjaro. Fue durante uno de estos viajes cuando Juanito coincidi¨® con representantes de la empresa Safari Bike ?frica, que ultimaban los detalles para una futura expedici¨®n comercial en bici a la monta?a y a parques nacionales como el Serengueti. Los caminos de ambos se unieron y el alpinista vasco ser¨¢ el pr¨®ximo febrero el gu¨ªa de un grupo de clientes que podr¨¢n ascender sobre dos ruedas al techo africano, o al menos eso es lo previsto, si se perfila un itinerario viable. El viaje comprende 11 d¨ªas con etapas de hasta 22 kil¨®metros y 1.800 metros de desnivel positivo. ¡°Subir al Kilimanjaro en bici es novedoso, pero no lo puede hacer cualquiera¡±, explica Oiarzabal, que ha empleado cinco d¨ªas para completar la subida y el descenso junto a Eduardo Pascual y Ram¨®n Abecia, y que admite que el proyecto ha sufrido muchos obst¨¢culos.
¡°La gran dificultad es la adaptaci¨®n a la altura. La primera parte es m¨¢s ciclable. Pero luego hay muchos tramos que no lo son tanto. El mayor problema es el ¨²ltimo d¨ªa, el d¨ªa de cumbre¡±. En esa jornada, los porteadores, que se encargan tambi¨¦n del material suben la bici. ¡°El Kili no es ciclable al 100%¡±, avisa. Sin olvidar que lo realiz¨® en una bici el¨¦ctrica.
Por la ruta Marangu, la m¨¢s convencional y tur¨ªstica de las varias que hay para llegar a la cumbre, Juanito y su grupo han superado la ventisca y una sensaci¨®n t¨¦rmica en los metros finales de 20 grados bajo cero. En total, unos 90 kil¨®metros de ascensi¨®n en cinco jornadas. El descenso, que se realiza de golpe el ¨²ltimo d¨ªa, tambi¨¦n ha sido peliagudo por el peligro de peque?as rocas erosionadas que convert¨ªan la pista en terreno resbaladizo.
Para mejorar la aclimataci¨®n, el grupo subi¨® y baj¨® andando varios tramos despu¨¦s de cada jornada en bicicleta. Nada nuevo para quien ha visitado tantas veces los ochomiles del planeta. ¡°Yo siempre he tenido la motivaci¨®n de hacer todo tipo de aventuras¡±, resume Juanito. Pronto quiere volver al Himalaya y puede que lo haga junto a Carlos Soria, el abulense que a los 78 a?os persigue ser la persona de m¨¢s edad en completar las 14 cumbres.
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