La primera gran tarde de f¨²tbol en el Metropolitano mete al Atl¨¦tico en la pelea por la Liga
Los de Simeone remontan a la Real con una hora de juego muy buena y se sit¨²an a seis puntos del Bar?a
La primera gran tarde de f¨²tbol en la breve historia del Metropolitano acerc¨® a la Liga al Atl¨¦tico. Una cita con todos los componentes que engrandecen a un equipo. Una remontada, la primera en la nueva casa, con tanta fe y ritmo como paciente cuando fue necesaria. ?pica y buen juego. Una capacidad de reacci¨®n para sobreponerse a una primera media hora en la apenas compareci¨®, sometido por el buen pie de la Real para jugar. El triunfo sit¨²a a los de Simeone a seis puntos del Bar?a, una sobredosis de autoestima que le mete de lleno en la pelea por el t¨ªtulo sin conocer la derrota y enganchando m¨¢s victorias que esos empates que le llevaron a estar a diez puntos de la cabeza tras el derbi. Hubo dos partidos en uno. El primero, de media hora para la Real. El segundo, sin contestaci¨®n alguna para los rojiblancos, liderados por Koke, en el medio, y por Sa¨²l, descolgado por la mediapunta, sin ataduras.
Se pleg¨® pronto el Atl¨¦tico a la superioridad de la Real con la pelota. Renunci¨® r¨¢pido a ese intento de presionar arriba con el que se present¨®. Se qued¨® en un pase a la espalda de Elustondo En cuanto comprobaron el poso de Zubledia para situarse entre sus centrales y empezar a jugar desde atr¨¢s los futbolistas de Simeone adoptaron su repliegue m¨¢s cl¨¢sico en propio campo. Impact¨® tanto como gener¨® f¨²tbol el temple de Zubeldia. A sus 20 a?os se le detecta ya el primer requisito de la posici¨®n. Siempre sabe antes de recibir donde est¨¢ el compa?ero sobre el que va a descargar el juego. Corre sin bal¨®n girando el cuello a modo de periscopio, el detalle de los grandes mediocentros. Por delante de ¨¦l, escorado a la derecha, Illarramendi prolongaba el cadenaje, y por el medio Zurutuza. Desde ese inicio tan pulcro y acad¨¦mico la Real se erigi¨® en ese equipo bonito de ver. Batiendo l¨ªneas pase a pase, volc¨¢ndose primero por la calle de Odriozola. Otro torrente de desparpajo que a base de perforar y perforar clav¨® a Filipe Luis en su propio campo. En ese tramo hegem¨®nico de la Real tambi¨¦n hubo partido para William Jos¨¦ y Oyarzabal. Dos manuales de hacer da?o, cada uno enfrascado en sus dispares virtudes. El brasile?o, m¨¢s pesado, para jugar de espaldas y encontrar espacios cuando se gira. El segundo, es una flecha para atacar la espalda de las defensas. Un futbolista concreto, un pu?al de filo muy fino. Fue William Jos¨¦ el primero que pudo tirar abajo la porter¨ªa de Oblak. Xabi Prieto intercept¨® un pase prohibido en horizontal de Thomas, que a¨²n le brotan ese tipo de tics que le faltan para cuadrar su posici¨®n de lateral derecho. El capit¨¢n realista le dej¨® la pelota franca a William Jos¨¦, y este la peg¨® tan fuerte como alta. Entre Zurutuza y Oyarzabal fabricaron el 0-1. Un pase filtrado del primero y otro desmarque de libro del delantero al que termin¨® por derribar Oblak. William Jos¨¦ ejecut¨® con potencia un golpeo bajo y centrado.
A partir de ah¨ª comenz¨® el otro partido. El del Atl¨¦tico. Volcado ya sin descanso sobre el ¨¢rea de la Real, atormentada por la r¨¢faga de descargas. Comenz¨® por hacer da?o con dos de sus suertes preferidas. Primero un robo de Thomas arriba, que acab¨® con Correa atropellando en su remate a Rulli. De seguido, un buen pase de Gabi para otra aparici¨®n de Correa a la espalda de ??igo Mart¨ªnez y Elustondo. Cara a cara con Rulli, adelantado, el argentino no supo ver que la soluci¨®n estaba en un globo m¨¢s que en el remate por abajo que intent¨®.
La continuidad de esos arreones rojiblancos permaneci¨® a la salida de la caseta. Correa, al que pareci¨® perseguir la maldici¨®n de Vietto, tir¨® otra clara ocasi¨®n al limbo con toda la porter¨ªa para ¨¦l. Empat¨® Filipe Luis con un potente derechazo en una jugada que ense?¨® esa paciencia que esta vez s¨ª tuvo el Atl¨¦tico para madurar el juego de lado hasta que Sa¨²l colg¨® el bal¨®n.
Igualado el marcador, los de Simeone mantuvieron la electricidad y exigieron a Rulli una exhibici¨®n. Una cascada de ocasiones en la que tambi¨¦n se expusieron los rojiblancos a alguna contra porque ni Gim¨¦nez, ni God¨ªn marcaban la raya con contundencia. Fue Sa¨²l tambi¨¦n, a pase de Koke, el que lanz¨® un globo al segundo palo para que Griezmann certificara la mejor tarde de futbol en el Metropolitano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.