El Eibar sigue con el gol en vena
El equipo de Mendilibar suma su tercera victoria consecutiva ante un Espanyol que asisti¨® pero no existi¨®
El Eibar sustenta la teor¨ªa del algod¨®n: nunca enga?a. Cuando te enfrentas a ¨¦l, sabes lo que te va a hacer. La ¨²nica duda es si le saldr¨¢ bien. Sabes que te va a inundar el ¨¢rea de centros y futbolistas practicando un f¨²tbol directo, ¨¢gil, r¨¢pido, a veces impreciso, todo envuelto en el papel de estraza que esconde el sacrificio, el sudor. A esa voracidad le da el toque de talento el japon¨¦s Inui, toque intacto ante el Espanyol, es cierto, para mezclar el estilo, y para las ocasiones cuenta con los magn¨ªficos lanzamientos de falta de Arbilla. Con esos argumentos, o sea, con sus argumentos, nada sorprendentes, le fue haciendo goles al Espanyol que iba a acumulando errores y para colmo perdi¨® a los cuatro minutos a Sergio Garc¨ªa, otro damnificado de la jornada de las lesiones musculares (el maleficio le alcanz¨® en la segunda mitad a Junc¨¤, del Eibar).
El Eibar sigue en racha y el Espanyol en mala racha como timorato visitante (a¨²n no ha ganado a domicilio). El equipo de Mendilibar ha marcado 10 goles en los tres ¨²ltimos partidos de Liga, once si se a?ade el que Sergi Enrich anot¨® a favor del Espanyol en propia puerta, para que el partido no se fuera sin an¨¦cdota. Las dos caras del equipo de Quique S¨¢nchez Flores son como caretas inversas: sonriente la de Cornell¨¢, imp¨¢vida la de visitante. La falta de Arbilla, a la que respondi¨® con una gran parada insuficiente Pau L¨®pez, y que devolvi¨® el larguero a los pies de Kike Garc¨ªa para marcar a puerta vac¨ªa. Era el primer castigo. El segundo fue m¨¢s doloroso para el Espanyol: Darder, tan artista ¨¦l, se hizo el dormil¨®n y eso en Ipur¨²a es lo m¨¢s parecido a quedarte desnudo en mitad del campo. Enrich le devor¨® la pelota con hambre de seis semanas, se la puso a Iv¨¢n Alejo que bati¨® a Pau L¨®pez con un disparo cruzado bell¨ªsimo.
No hab¨ªa noticias del Espanyol: deshilachado, desnortado, apenas influido por algunas escapadas de Baptistao, de Gerard, cuando el Eibar se tom¨® un respiro. Undiano decret¨® un dudos¨ªsimo fuera de juego cuando entre ambos encaraban al portero Dimitrovic. Fue casi su ¨²nica tarjeta de visita. M¨¢s craso fue el error del ¨¢rbitro navarro cuando convirti¨® en penalti una pierna en alto de David L¨®pez frente a la cara de Enrich, que ni siquiera roz¨®. El delantero hizo el resto para el Oscar y Undiano pic¨®. El penalti lo transform¨® el exespa?olista Jord¨¢n. Quedaba tiempo, pero no partido para un equipo vencido demasiado pronto. El Espanyol asisti¨®, pero no existi¨®. Enrich se apiad¨® del Espanyol y les regal¨® un gol en propia puerta para que no se marchase de la acogedora Eibar con los bolsillos vac¨ªos. A fin de cuentas no alteraba el estatus de cada uno: cada cual mantuvo su racha. El Eibar la buena, el Espanyol la mala.
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