El mejor Real Madrid arrolla al Sevilla
El Real supera a un rival muy chato en un primer tiempo extraordinario con Asensio de gu¨ªa y Cristiano con el fusil
En Chamart¨ªn no se tramit¨® un simple partido. En el primer tiempo fue mucho m¨¢s: un simposio de f¨²tbol del mejor Real Madrid del curso. No hubo segundo tiempo. Lo mismo dio que llegara la tregua. El primer acto local ya hab¨ªa valido doble. Un periodo en el que los blancos dieron un repaso colosal a un Sevilla moroso que se despleg¨® como un equipo de monaguillos. Todos merecieron ser recusados. Lo mismo que no hubo madridista con tacha. Desde Achraf a Cristiano, un Madrid tan redondo que nadie memoriz¨® las bajas en el andamiaje defensivo. Ausentes Carvajal, Sergio Ramos, Varane y Casemiro, Vallejo y Nacho mitigaron con creces el posible cr¨¢ter en la zaga. Dos centrales tan sobresalientes como el resto de camaradas. Una sobremesa radiante para homenajear a ese CR de oro como m¨¢s le gusta, con una sobredosis de goles. El Sevilla, tan chato como acostumbra en La Castellana, donde no gana desde hace justo nueve a?os. Desde entonces, de derrota en derrota. Lo llaman mal de altura.
Tan imprevisible es este dichoso deporte que antes de que el Sevilla llegara al Bernab¨¦u ya hab¨ªa marcado a quien menos se esperaba, Nacho. Una pifia de Kjaer al despejar en un c¨®rner deriv¨® en un rebote en Muriel festejado por Nacho, un forastero del gol. El tanto despert¨® algo al Sevilla y por unos minutos distrajo al Madrid. Los visitantes gravitaron sobre Banega mientras Kroos y Modric, muy en paralelo, no se aclaraban sobre qui¨¦n deb¨ªa llevar el traje de Casemiro. Durante el espejismo sevillista, Nacho y Vallejo, valientes en la anticipaci¨®n, sostuvieron al Madrid, que nunca se vio en tanga pese a las numerosas bajas en el per¨ªmetro de Keylor.
Nadie interpret¨® mejor lo que requer¨ªa el gui¨®n que Asensio. El balear, acostado y aburrido en la banda izquierda, adivin¨® que al equipo le faltaba un gancho con los delanteros, alguien que por delante de Kroos y Modric hilara con CR y Benzema. Asensio centr¨® con m¨¢s frecuencia su posici¨®n y al Sevilla se lo llev¨® la corriente. Un eslalon del balear a toda mecha, con la pelota imantada al pie concluy¨® con un pase cl¨ªnico y lubricado para Cristiano Ronaldo, que bati¨® a Sergio Rico con precisi¨®n. Del Sevilla ya no hubo ni migas. El vendaval del Madrid fue extraordinario.
Antes de la media hora, Navas, tan fundido como cualquiera que fuese de rojo, le dio un guantazo al bal¨®n cuando Marcelo procuraba una virguer¨ªa. Rico no atin¨® a rechazar el penalti y CR acentu¨® su inquina al cuadro de Nervi¨®n. En su carrera espa?ola a nadie le ha hecho tanto estropicio: 27 goles. Se despert¨® la bestia y el Madrid volvi¨® a ser un conjunto nuclear.
Con Cristiano en combusti¨®n, con Benzema para todos, ya liberados Modric y Kroos, con Lucas dale que dale por la orilla derecha y con Asensio de mensajero con frac, a los hispalenses solo les quedaba agitar la bandera blanca. Cada asalto del Madrid en su campo era diab¨®lico, supers¨®nico. Hasta Kroos le puso una marcha que se le desconoc¨ªa. En plena efervescencia local, tras un quite de CR al estilo de Casemiro, el alem¨¢n despeg¨® con el turbo desde su propio terreno, se cit¨® con Lucas y el gallego le dej¨® en la sala de espera del gol. Kroos, sin parar el bal¨®n, apunt¨® y la clav¨® con la zurda. Por si fuera poco, Achraf, un tiro por la derecha, le dio a¨²n m¨¢s volumen a los madridistas. En una de sus muchas descargas el joven marroqu¨ª se estren¨® como goleador tras una gran maniobra de Benzema. El franc¨¦s oper¨® de Benzema, con ese f¨²tbol sigiloso pero punzante que le distingue en ocasiones. El gol se le neg¨®, pese a su cabezazo al poste izquierdo de Sergio Rico en el segundo tramo.
De vuelta del descanso, ya con un estruendoso 5-0 en la mochila, solo hubo una pachanguita. Un tr¨¢nsito sin m¨¢s, con unos y otros pacificados, sin m¨¢s ganas de le?a. Un tiempo, el segundo, que solo tuvo dos gui?os. Zidane se sum¨® a la ofrenda honor¨ªfica a Cristiano y tuvo la cortes¨ªa de retirar al portugu¨¦s para que recibiera otra aclamaci¨®n popular. Y al cierre del choque, un singular abrazo instant¨¢neo entre Nacho y Vallejo. Un retrato ejemplar para cerrar una semana en la que no solo ha renacido el Cristiano fet¨¦n, sino que parece haberse vuelto a graduar la segunda unidad. Lo hizo ante el Borussia Dortmund y de nuevo en esta jornada liguera. Un paso previo al Mundialito de Clubes. De regreso de un torneo con cenicientas la cosa se pondr¨¢ ya mucho m¨¢s seria. El cl¨¢sico a la vista.
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