La soluci¨®n del Barcelona ante el Villarreal era Alc¨¢cer

El liderato del Bar?a se explica por jugadores como Alc¨¢cer. No es Messi ni Neymar, tampoco Demb¨¦l¨¦ y, sin embargo, el delantero de Torrent funciona individual y colectivamente, una suerte para el equipo de Valverde, que tiene mano de santo como se comprob¨® de nuevo en Vila-real. Alc¨¢cer y Valverde no ser¨¢n medi¨¢ticos y hasta puede que sumen poco para la marca Bar?a. A efectos competitivos, en cambio, son resultones y decisivos para entender la jerarqu¨ªa azulgrana en la Liga. Apareci¨® Alc¨¢cer en La Cer¨¢mica y al Barcelona se le quit¨® la cara de rey pasmado que llevaba desde Mestalla. No se puede vivir del empate cuando acechan como lobos el Madrid, el Atl¨¦tico y el Valencia. El ariete activ¨® a un equipo desapasionado y sac¨® la mejor versi¨®n de Messi ante un rival disminuido por la expulsi¨®n de Raba.

Muy lastimado por las lesiones de futbolistas capitales como Bruno, Fornals y Bacca y mal parado por los ¨²ltimos cuatro resultados, el Villarreal jug¨® a la contra, se tap¨® en la medular con Semedo mientras el Bar?a se abr¨ªa con Denis Su¨¢rez, el sustituto natural de Iniesta. A la espera de Demb¨¦l¨¦, juega Valverde con cuatro centrocampistas despu¨¦s de prescindir de un extremo como Deulofeu y apostar por Paulinho, un volante central que va y viene, en defensa alineado con Busquets y en ataque cerca de Messi. No es un mal plan siempre que el equipo aproveche el caudal de juego que produce el 10.

A Messi tampoco le fue f¨¢cil profundizar porque se cerraba bien el Villarreal. Los rivales han aprendido a tapar los pasillos interiores azulgrana y los partidos discurren habitualmente por el mismo cauce: la madera acostumbra a repeler un remate barcelonista ¡ªya van 20 tiros a los palos despu¨¦s de que Piqu¨¦ cabeceara a la cruceta¡ª y Ter Stegen interviene decisivamente ante el disparo m¨¢s dif¨ªcil, como el de Soriano a centro de Mario. No encontraba espacios el Bar?a y buscaba las transiciones r¨¢pidas el Villarreal con sus laterales en un partido equilibrado y de m¨¢xima tensi¨®n en La Cer¨¢mica. Apenas aparec¨ªa Denis Su¨¢rez y Luis Su¨¢rez reclamaba falta cada vez que tiraba un desmarque, muy bien reducido por el Villarreal. A los muchachos de Calleja se les ve¨ªa m¨¢s c¨®modos que a los de Valverde.

No acababa una jugada el Barcelona, reiterativo en las p¨¦rdidas, y cada salida del Villarreal enfocaba el marco de Ter Stegen. La suerte del encuentro parec¨ªa depender m¨¢s de una acci¨®n dividida que de una jugada elaborada por m¨¢s que los azulgrana cuenten con Messi. El Bar?a ya no desequilibra con el pase sino que toca de manera rutinaria, sin intenci¨®n ni pasi¨®n, ni siquiera fluidez, excesivamente lento, m¨¢s pendiente del error del contrario que de generar situaciones de superioridad que se le suponen por la n¨®mina de futbolistas de que dispone Valverde aunque falte Iniesta.

La monoton¨ªa azulgrana contrastaba con la vitalidad del Villarreal. Al equipo de Calleja no paraban de pasarle cosas, buenas o malas, alguna indescifrable, como la lesi¨®n de Semedo. No llegaban los laterales, no penetraban los interiores no met¨ªa un pase Messi. La suerte para el Bar?a es que Valverde nunca se impacienta, y menos cuando pintan bastos, como en Vila-real. Ante la falta de finura y velocidad colectiva, el t¨¦cnico recurri¨® a Alc¨¢cer y quit¨® a Denis Su¨¢rez. El delantero revolucion¨® la contienda: pudo marcar nada m¨¢s salir, a Messi se le escap¨® por un dedo un tiro de gol, Raba fue expulsado por una fea y dura entrada a Busquets y chut¨® al palo Luis Su¨¢rez (y ya son 21).

Messi, como Gerd Muller

Los barcelonistas se estiraron m¨¢s y mejor y se encomendaron a la sociedad Jordi Alba-Messi. El lateral aceleraba y centraba para que dispararan Alc¨¢cer, Su¨¢rez y el propio Messi. Y no pararon de asociarse los jugadores de Valverde hasta que Alc¨¢cer habilit¨® estupendamente a Luis Su¨¢rez, excelente en el desmarque y preciso en el remate: 0-1. A favor de marcador y con superioridad num¨¦rica durante media hora, Messi exhibi¨® su mejor repertorio y coron¨® su actuaci¨®n con el 0-2 despu¨¦s de un par de buenas paradas del imperial Ter Stegen. Aunque no necesita de los goles para ser noticia, el 10 vive m¨¢s feliz si marca y celebra su victoria 300 con un tanto que le iguala como m¨¢ximo goleador de las grandes ligas a Gerd Muller.

Messi necesitaba dar fe de vida despu¨¦s de la explosi¨®n de Cristiano y al Bar?a le conven¨ªa responder a la goleada del Madrid en vigilias del cl¨¢sico del Bernab¨¦u. Las estad¨ªsticas abrillantar¨¢n el palmar¨¦s del argentino y del equipo, que ya suma 22 partidos invictos, abrazado de nuevo a la victoria despu¨¦s de dos empates con el Celta y el Valencia. La grandeza va asociada al 10 y al 1. Ter Stegen estuvo fenomenal tambi¨¦n en Vila-real. La soluci¨®n al partido, sin embargo, la dio Alc¨¢cer, despu¨¦s que el equipo de Calleja se quedara con 10. Valverde movi¨® el banquillo y le dio emoci¨®n a un partido hasta entonces bien defendido, tambi¨¦n por Vermaelen, y mal atacado por el Bar?a. El liderato exig¨ªa un punto de atrevimiento y diversi¨®n como el que dio el bueno de Alc¨¢cer, dispuesto a comerse el mundo despu¨¦s de comerse el banquillo del Camp Nou.