Un Real Madrid ¨²nico se proclama campe¨®n del Mundial de Clubes
El equipo de Zidane supera de punta a punta a Gremio con un gol de Cristiano y un excelente Modric, conquista su sexto t¨ªtulo mundial y logra por primera vez cinco trofeos en un a?o
Otro Real Madrid para la eternidad, con lo que ello supone en un club de leyenda tan infinita que hasta la final de Abu Dhabi ya luc¨ªa 25 t¨ªtulos internacionales. Pero este Madrid es ¨²nico, el primero que conquista cinco t¨ªtulos en un a?o. Lo hizo tras proclamarse por sexta vez campe¨®n mundial, de cuyo primer brindis han pasado ya 57 a?os, con un gol de Cristiano. Un tanto que sell¨® el estupendo partido del Madrid, que super¨® de punta a punta a Gremio. Un rival deste?ido por el extraordinario timbre de autoridad de un Real manejado de maravilla por un jugadorazo: Modric.
Ganar, ganar y ganar. El Madrid no para. Es tan exclusivo que no pierde una final internacional desde 2000, cuando cay¨® con Boca en el mismo torneo que le acaba de entronizar. Desde entonces ha hecho bingo en las doce disputadas. Sus n¨²meros hist¨®ricos abruman y en este Madrid a¨²n m¨¢s. Zidane va de festejo en festejo. Lo mismo que CR, que igual anota en los seis partidos jugados en la fase de grupos de la Copa de Europa en curso como en las dos citas del Mundial de Clubes. Cristiano hizo cumbre en la semifinal y en la final. Pero esta no tuvo nada que ver con el estrafalario choque con el Al Jazira.
La final depar¨® un Madrid muy bien cuadrado ante un adversario severo, abrasivo, al que le va m¨¢s el heavy que la samba. Lo metaboliz¨® el Real desde el primer parpadeo, sin las jaranas del pasado mi¨¦rcoles. A partir de Modric e Isco se enfil¨® un Madrid gobernante, firme, muy aplicado en la recuperaci¨®n instant¨¢nea. El equipo brasile?o, sin el lesionado Arthur al tim¨®n, solo fue un grupo mancomunado en su rancho. Desenchufado Luan, su perla, el conjunto de Renato se blind¨® con Geromel y Kannezmann. Dos tipos sider¨²rgicos. M¨¢s que centrales son un piquete.
Frente a un rival de hormig¨®n, el Madrid tuvo soltura y remangue. Con el partido por la pechera y m¨¢s juego que ocasiones, en el primer acto a los de Zidane les falt¨® el toque terminal. Se estir¨® por los costados con Carvajal y Marcelo como ventiladores, se dejaron caer como auxiliares Cristiano y Benzema, y Modric e Isco fueron dos ilustrados de lujo. Sobre el croata y el malague?o gravit¨® un Madrid acampado en suelo brasile?o y escoltado por el intendente Casemiro. Un Real invasivo para el que Gremio, que pareci¨® aceptar su papel de resistente, solo ten¨ªa remedio en su propia alambrada. Hasta Varane se descolg¨® a menudo hacia la sala de espera del gol.
No hubo jugador madridista que no sumara a la causa. Salvo Keylor Navas, claro, porque Gremio apenas le ech¨® un vistazo, una falta ejecutada a varios kil¨®metros por el dinamitero Edilson. Como Isco y Modric se apropiaron de la pelota, al escuadr¨®n brasile?o no le qued¨® otra que ir a rebufo toda la jornada. Un tiro de Modric puso en vilo a todo el Gremio. Lo mismo que algunos asaltos de Marcelo, al que Isco alimenta como pocos. El Madrid solo se volv¨ªa borroso en el ¨²ltimo trance, en la periferia del portero Grohe, la zona m¨¢s selv¨¢tica de Gremio, la menos permeable.
Al Madrid de cuerpo entero del primer periodo le sucedi¨® otro a¨²n con m¨¢s tonelaje. Nada se alter¨® en el conjunto sudamericano, tan formal sin el bal¨®n como con poca ch¨¢chara con ¨¦l. No se rebaj¨® Modric, Kroos se agreg¨® al combate ofensivo y Cristiano se afin¨®. Entonces ya hubo m¨¢s pistas de Grohe, el buen guardameta de Gremio. Como s¨ªntoma elocuente del discurrir del partido, las ¨²nicas noticias positivas del equipo de Renato se produc¨ªan en su retaguardia. En ataque, el Madrid, sin necesidad de dar marcha atr¨¢s, no le concedi¨® ni migas.
En plena ebullici¨®n madridista emergi¨® Cristiano a bal¨®n parado. A ¨¦l le tumbaron cerca del balc¨®n del ¨¢rea y ¨¦l mismo descorch¨® a Gremio. El bal¨®n triunfal se abri¨® paso entre el dique dispuesto por Grohe en la barrera. Ni en ventaja recul¨® el Madrid. Al contrario. A CR, ya disparado, le anularon un gol por fuera de juego de Benzema ¡ªpor medio pelo, quiz¨¢¡ª. El luso pidi¨® el VAR, pero como es sistema tan arbitrario nadie le hizo caso. De inmediato, el poste derecho de Grohe repeli¨® un tiro lejano y punzante de Modric. Zidane advirti¨® que Isco le fallaba ya el dep¨®sito y dio aire al equipo con Lucas. M¨¢s tarde con Bale por Benzema. Con unos y otros, el Madrid mantuvo su versi¨®n imperial. Otro Madrid para la mitolog¨ªa.
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