La crisis del papel mata en Argentina a la revista El Gr¨¢fico, la ¡°Biblia del deporte¡±
La publicaci¨®n dejar¨¢ de imprimirse a un a?o de cumplir el centenario
Es como si alg¨²n d¨ªa, dentro de varias d¨¦cadas, River o Boca dejaran de jugar: una de esas noticias que, si alguien la hubiese pronosticado hace 30 a?os, nadie la habr¨ªa cre¨ªdo posible. En un nuevo golpe para la crisis terminal que sufre la prensa escrita, vapuleada por el avance tecnol¨®gico y la velocidad de las noticias on line, la revista El Gr¨¢fico, un icono del periodismo deportivo impreso, la publicaci¨®n argentina m¨¢s famosa de Latinoam¨¦rica, ya es historia. La empresa Torneos, una productora de contenidos audiovisual dedicada a la transmisi¨®n y organizaci¨®n de eventos deportivos, y due?a de la revista desde 1998, inform¨® este martes que decidi¨® ¡°discontinuar la versi¨®n impresa¡± de la publicaci¨®n. Fundada en 1919, habr¨ªa festejado su centenario el pr¨®ximo a?o. Rusia 2018 ser¨¢ el primer Mundial de f¨²tbol sin El Gr¨¢fico.
Generaciones de argentinos y latinoamericanos aprendieron a leer o empezaron a leer con El Gr¨¢fico, pero en particular la revista fue un t¨®tem para los deportistas: no hab¨ªa futbolista que no so?ara con aparecer en la tapa (¡°ser la tapa¡±, toda una definici¨®n de existencia) en alguno de sus 4.489 n¨²meros, publicados con frecuencia semanal desde su fundaci¨®n hasta 2002 y mensual desde ese a?o hasta enero de 2018, una baja en la periodicidad que tambi¨¦n grafic¨® su declinaci¨®n en el mercado. Diego Maradona fue quien m¨¢s veces lo logr¨®, con 134, aunque Lionel Messi encabez¨® el ranking de apariciones en la versi¨®n mensual. ¡°Para cualquier jugador del f¨²tbol argentino s¨®lo existen tres sue?os: jugar en la Primera de su equipo; salir en la tapa de El Gr¨¢fico; jugar en la selecci¨®n nacional¡±, hab¨ªa dicho Alfredo Di St¨¦fano.
Con enviados especiales por todo el mundo para cubrir los grandes acontecimientos, como solo hac¨ªan un par de revistas en Europa, producciones period¨ªsticas exclusivas, como el encuentro entre Pel¨¦ y Maradona en 1979, y un material fotogr¨¢fico imbatible ¨Cacaso su imagen m¨¢s c¨¦lebre haya sido ¡°el abrazo del alma¡±, un hincha sin brazos arrodill¨¢ndose ante dos futbolistas argentinos durante los festejos por el Mundial 78-, El Gr¨¢fico gan¨® un prestigio notable en Am¨¦rica Latina. Fue considerada ¡°la Biblia del deporte¡±.
El magnetismo que consegu¨ªa sobre millones de argentinos era a¨²n mayor para los periodistas. Su redacci¨®n fue durante d¨¦cadas el Shangri-La de los cronistas deportivos: el lugar al que todos aspiraban. En sus p¨¢ginas escribieron los mejores especialistas, algunos m¨ªticos como Dante Panzeri, el director que en 1962 renunci¨® a su cargo porque los due?os de la publicaci¨®n, entonces a cargo de la editorial Atl¨¢ntida, lo obligaron a incluir un comentario del ministro de Econom¨ªa del pa¨ªs sobre un Boca-River jugado ese fin de semana. Algunos meses atr¨¢s, un lector de El Gr¨¢fico le hab¨ªa escrito a Panzeri una carta en la que expresaba que su opini¨®n deb¨ªa ser m¨¢s importante que la de la revista porque ¡°el cliente siempre tiene la raz¨®n¡±, a lo que el director le respondi¨®: ¡°El Gr¨¢fico no es una tienda ni una fiambrer¨ªa. Entre el cliente y la verdad seguimos optando por la verdad, que entendemos es la mejor manera de defender al cliente¡±.
Desde que en 1925 se convirti¨® exclusivamente en una revista deportiva ¨Chasta entonces apuntaba al inter¨¦s general-, El Gr¨¢fico fue determinante para que el f¨²tbol argentino se emancipara de la influencia brit¨¢nica en el juego. Las p¨¢ginas de la revista le dieron la bienvenida a ¡°La Nuestra¡±, un estilo de gambetas y habilidad que los locales se atribuyeron para diferenciarse de los inventores ingleses.
R¨¦cord de ventas
Su r¨¦cord de circulaci¨®n fue en el Mundial 86. La revista vendi¨® 690.998 ejemplares el fin de semana en que Argentina gan¨® la Copa del Mundo de M¨¦xico, un contraste marcado con los 17.000 ejemplares que vend¨ªa en promedio en los ¨²ltimos meses, aunque tampoco era una mala cifra para el mercado local. Mayor problema era la falta de publicidad en sus p¨¢ginas. Puertas adentro de la revista apuntaron a cierta desidia de la empresa desde que su gerencia cambi¨® de ejecutivos hace dos a?os. Torneos, cuyo principal accionista es DirecTV, una empresa de telecomunicaciones estadounidense, qued¨® salpicada en 2015 con el FIFA Gate, el esc¨¢ndalo en el que tambi¨¦n cay¨® el entonces CEO y accionista minoritario, Alejandro Burzaco, quien se entreg¨® al FBI como testigo protegido y reconoci¨® que hab¨ªa pagado millones de d¨®lares para que Torneos se quedara con los derechos televisivos de m¨²ltiples torneos. Tras el FIFA Gate, la empresa renov¨® su gerencia.
A pesar de su marcado apoyo editorial a la dictadura militar que sembr¨® de terror al pa¨ªs entre 1976 y 1983, la revista mantuvo su preeminencia en el mercado durante esos a?os y los siguientes. Su decadencia se hizo m¨¢s visible en la d¨¦cada del 90 con decisiones editoriales que lo fueron alejando de los lectores (por ejemplo la intromisi¨®n en las vidas privadas de los jugadores) y un mercado cada vez m¨¢s competitivo para hacerle frente a la inmediatez reclamada por el p¨²blico, como el surgimiento de un diario deportivo, Ol¨¦. Ya durante este siglo, el exdue?o de Torneos (entonces llamada Torneos y Competencias), Carlos Avila, sol¨ªa contar en privado que hab¨ªa comprado El Gr¨¢fico porque su prestigio le permit¨ªa sentarse a la mesa del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y a partir de esa cercan¨ªa entablar negocios mucho m¨¢s redituables.
El cierre de la revista signific¨® el despido de su ya empeque?ecida redacci¨®n, signos de estos tiempos, integrada por seis periodistas, cinco dise?adores y un administrativo, adem¨¢s de la p¨¦rdida laboral para los cronistas que colaboraban en sus ediciones en papel y web. En medio de un contexto mundial similar, la prensa gr¨¢fica argentina atraviesa una descomposici¨®n feroz: en los ¨²ltimos meses dejaron de imprimirse, entre otros medios, los diarios Buenos Aires Herald, con 140 a?os de historia, y La Raz¨®n, con 112 a?os. Tambi¨¦n fue disuelta la agencia de noticias DyN.
Para cientos de miles de lectores argentinos que ya no compraban El Gr¨¢fico, su cierre significa el fin de una ¨¦poca vinculada a su infancia. Para los periodistas es otro s¨ªntoma de la sever¨ªsima crisis que sufren los medios gr¨¢ficos tradicionales. En su nombre, El Gr¨¢fico, justamente estaba la explicaci¨®n de su nacimiento, su auge y su final.
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