Al Baskonia le falla la ¨²ltima cerilla
Tras un partido irregular, el conjunto vasco tuvo la oportunidad de sorprender al Panathinaikos con una reacci¨®n final sigilosa
![Beaubois entra a canasta.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GR4YWSIV7UM6C26WBZX72YPWYA.jpg?auth=3b8fac5947f2a5f1072c88a7ec25d7a7b0b868dd150cb0ebca04343e2a12a2df&width=414)
Si el Panathinaikos de su irascible due?o Gianakopoulos (sancionado un a?o sin entrar en los pabellones por su violenta reacci¨®n ante los arbitrajes sufridos y que ha convocado un refer¨¦ndum para salir de la Euroliga) no hab¨ªa perdido m¨¢s que un partido de los 11 disputados en el OAKA, y fue ante el poderoso CSKA de Mosc¨², cab¨ªa pensar que al Baskonia le tocaba disputar una justa de pron¨®stico reservado, con el dulce recuerdo de la victoria (por un punto) en Vitoria en la primera vuelta, pero con el t¨¦mpano de hielo de la puntiaguda estad¨ªstica manejado a la perfecci¨®n por un tan Calathes, que juega con la alegr¨ªa de un juvenil y la sencillez de un artesano.
En tales circunstancias, el Baskonia se conform¨® con discurrir por un tobog¨¢n que lo mismo se empinaba hacia arriba que apuntaba hacia abajo, provocando ciertos mareos en el equipo de Pedro Mart¨ªnez. Pareci¨® que pod¨ªa en el tercer cuarto someter al equipo de Joan Pascual. Se balance¨® en el segundo, aunque pudo rescatar la verticalidad y mantenerse firme en el partido para llegar al descanso mirando a los ojos al Panathinaikos casi sin pesta?ear, seis puntos por debajo en el marcador. El mal del tercer cuarto le hizo trizas con desventajas que alcanzaron a los 18 puntos, es decir una muerte precoz, una sentencia estad¨ªstica que te se?ala que t¨² no eres el elegido para volver a profanar el OAKA. Y por fin en el ¨²ltimo cuarto, el Baskonia se convierte en hormiga casi imperceptible y va ara?ando puntos mientras el equipo griego se relaja, se atasca un poco, se mira en el espejo y el Baskonia reduce y reduce, como quien quiere dejar liquid¨ªsima una salsa, y se?encuentra a cuatro puntos de desventaja, segundos suficientes para un milagro civil, para repetir la victoria de Vitoria con la canasta de Beaubois. Pero Janning falla el triple y el bal¨®n se va a Calathes como quien busca a su due?o para que lo acaricie, lo duerma y lo lleva a la cama, o sea a la victoria, eso s¨ª con el est¨®mago alterado por los ¨²ltimos sobresaltos.
Y el Baskonia se dio cuenta de que hay veces que la muerte te mira con cara de esperanza pero en el fondo te est¨¢ mostrando la d¨¦bil luz de la agon¨ªa. Y as¨ª muri¨®. Vivi¨® feliz en el primer cuarto gracias al t¨¢ndem Shengelia-Vogtmann, pero la falta de acompa?amiento les fue hundiendo poco a poco a poco, aunque sumaran dos d¨ªgitos.
La direcci¨®n es uno de los problemas de Baskonia, las p¨¦rdidas fueron otros, demasiados errores no forzados, demasiados tiros sencillos fracasados (Marcelinho y Poirier negados) y a cambio un recital de asistencias de Calathes, empe?ado en engrandecer a tipos como K.C. Rivers o Gist mientras Gabriel m¨¢s que anotar muchos triples los apuntaba en los momentos oportunos. La sigilosa reacci¨®n final a punto estuvo de convertirse en estruendo, pero fall¨® la ¨²ltima cerilla para incendiar la p¨®lvora. Falt¨® el f¨®sforo y el cohete no explot¨®.
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