La juez env¨ªa a prisi¨®n preventiva al jugador del Villarreal Rub¨¦n Semedo
El futbolista fue detenido el pasado martes por la retenci¨®n de un hombre al que le amenazaron con una pistola y quitaron las llaves de su piso para entrar en la vivienda y apropiarse de dinero y objetos de valor
A sus 23 a?os, la prometedora carrera de Rub¨¦n Semedo puede quedar truncada. El Juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 6 de Ll¨ªria (Valencia), orden¨® ayer prisi¨®n provisional, comunicada y sin fianza, para el futbolista del Villarreal, por presuntos delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones, amenazas, detenci¨®n ilegal y robo con violencia. Un c¨²mulo de delitos que seg¨²n expertos jur¨ªdicos, podr¨ªa acarrearle una pena de entre cinco y diez a?os de reclusi¨®n. A la espera de la sentencia definitiva, Semedo ingres¨® de manera preventiva en la penitenciar¨ªa de Picassent. Para la juez instructor del caso, existe riesgo de fuga. Un primo y un amigo del jugador que intervinieron en la retenci¨®n y propinaron una paliza a la v¨ªctima y posteriormente robaron en su vivienda, tienen orden de b¨²squeda y captura internacional tras haber abandonado Espa?a.
Los abogados y el representante de Semedo, Catio Bald¨¦, salieron de los Juzgados de Ll¨ªria afligidos, viendo c¨®mo pasadas las 14.00 su representado se dirig¨ªa esposado a la prisi¨®n de Picassent. Un futbolista de ¨¦lite tiene los mismos derechos y condenas que un ciudadano de a pie.
La detallada declaraci¨®n de la v¨ªctima de Semedo, publicada por los peri¨®dicos valencianos, Levante EMV y Las Provincias, resulta truculenta. El violento episodio explicado por el agredido incrimina gravemente al jugador del Villarreal. En la descripci¨®n de los hechos, la v¨ªctima, que al parecer ten¨ªa cierta relaci¨®n con el acusado, relata que acudi¨® a la vivienda de Semedo a entregarle el veh¨ªculo del jugador que previamente le hab¨ªa prestado por unas horas.
Al parecer, result¨® una encerrona. El recibimiento de Semedo y dos acompa?antes fue con un palo de golf y bates de b¨¦isbol respectivamente con los cuales recibi¨® una paliza. Tras ser atado de pies y manos con cuerdas, continuaron golpe¨¢ndole. Seg¨²n el agredido, Semedo era el que llevaba el mando del interrogatorio, llegando incluso a enca?onarle con un arma previamente cargada y amenazando con un ¡°te voy a matar¡±, para posteriormente coger su dedo me?ique con la intenci¨®n de seccion¨¢rselo con un cuchillo.
Al parecer, el motivo de la retenci¨®n y la tortura fue una supuesta deuda de 5.000 euros a Semedo de un tercero. Semedo y sus dos ac¨®litos, uno de ellos primo del jugador del Villarreal, ambos en b¨²squeda y captura, quer¨ªan saber el paradero del deudor. La paliza a la v¨ªctima tuvo un receso. Los dos compa?eros de fechor¨ªa de Semedo fueron a la vivienda del agredido y le robaron una importante suma de dinero y varios relojes de lujo. De regreso al chal¨¦ de Semedo, la v¨ªctima, acorralado y temiendo por su vida, improvis¨® una direcci¨®n del amigo deudor y, aprovechando un descuido de los captores, huy¨® corriendo por una avenida principal de Valencia. Supuestamente, Semedo realiz¨® dos disparos a la v¨ªctima que no llegaron a alcanzarle.
En la ma?ana del mi¨¦rcoles, la Guardia Civil hizo un registro de la casa de Semedo encontrando los bates de b¨¦isbol, el palo de golf y una pistola del calibre nueve mil¨ªmetros cortos, las armas descritas por el denunciante en su agresi¨®n.
Para el representante de Semedo, Catio Balde, a pesar de las aparentes pruebas, las acusaciones a Semedo no se ajustan a la realidad. Para el intermediario, ¡°el arma que la polic¨ªa encontr¨® en su casa no es de ¨¦l, Rub¨¦n fue v¨ªctima de una estafa financiera, de una burla. Ante esta situaci¨®n no reaccion¨® bien".
El f¨²tbol, las condiciones atl¨¦ticas y t¨¦cnicas de Semedo le dieron una oportunidad para salir de la miseria y de una infancia dif¨ªcil, marcada a los cinco a?os de edad cuando su padre ingres¨® en prisi¨®n. Su madre, que se encuentra acompa?ando a su hijo en Valencia en sus horas m¨¢s amargas, tuvo que llevar el peso de la familia y educar a un v¨¢stago rebelde en el humilde distrito de Amadora de Lisboa. En el f¨²tbol encontr¨® la salvaci¨®n de su hijo, formado en la prestigiosa Academia del Sporting de Portugal, de la que tantos valores han surgido para la selecci¨®n lusa, con Cristiano Ronaldo como m¨¢ximo exponente, al igual que Futre o Figo.
En Portugal consideraban que el techo de Semedo lo marcar¨ªa el mismo. Y que le vino bien alejarse de Lisboa y de ambientes turbios y amistades peligrosas cuando con 19 a?os, cuatro temporadas atr¨¢s, dej¨® la cosmopolita capital portuguesa para marcharse a la pl¨¢cida Reus para enrolarse en el club tarraconense de Segunda B. ¡°Era importante alejarme del ambiente en el que estaba y de las malas influencias. Me encontr¨¦ una ciudad tranquila en la que me trataron bien¡±, reconoci¨® Semedo tras finalizar su cesi¨®n en la entidad catalana. Volvi¨® m¨¢s maduro al Sporting, fue nuevamente cedido al Vit¨®ria de Set¨²bal, regres¨® y se consolid¨® en el Sporting y se asent¨® como internacional sub-21 de Portugal. Su proyecci¨®n le hac¨ªan ser un aspirante a entrar en la lista de la selecci¨®n absoluta en el Mundial de Rusia que se disputar¨¢ este verano.
Los definitivos m¨¦ritos los ten¨ªa que contraer en el Villarreal que nada m¨¢s concluir la temporada pasada fich¨® a Semedo por 14 millones de euros por un central corpulento (189 cent¨ªmetros de altura), r¨¢pido y con buena t¨¦cnica, ideal para el estilo de siempre del conjunto amarillo. La entidad de Roig se felicitaba por la adquisici¨®n de Semedo al adelantarse a varios clubs europeos entre ellos de la Premier. El jugador consideraba que la peque?a poblaci¨®n de Vila-real y el f¨²tbol vistoso del equipo, era lo que m¨¢s le conven¨ªa para su presente y futuro.
Tras fichar por el Villarreal las malas compa?¨ªas viajaron con ¨¦l, viviendo a sus expensas e involucr¨¢ndole en sus fechor¨ªas. Ni el hecho de ser padre de una ni?a de cinco a?os a la que adora, le ha hecho abandonar su pasado turbio. Se instal¨® en una urbanizaci¨®n de lujo en B¨¦tera, localidad cercana a Valencia y 60 kil¨®metros distante de Vila-real y de la ciudad deportiva del conjunto castellonense donde entrena cada d¨ªa. En el s¨®tano del chal¨¦, Semedo instal¨® una discoteca donde realizaba fiestas particulares. No ayud¨® en la vida noct¨¢mbula del jugador sus problemas musculares, tal vez su disoluto comportamiento resulte a su vez la causa de sus dolencias. En diciembre pasado, tras dos meses lesionado, reaparec¨ªa en el Villarreal en La Cer¨¢mica y ante el Bar?a tras dos meses ausente. Nada m¨¢s iniciarse la segunda mitad, Semedo se rompi¨®. Y tuvo que pasar por el quir¨®fano para paliar la rotura del recto anterior de su pierna derecha de la que sigue convaleciente. Fuera de los terrenos de juego, la noche y sus madrugadas, y sus perniciosos amigos, eran sus aliados.
Antes de concluir el a?o, Semedo ya hab¨ªa participado en otras trifulcas, contando ya con una denuncia por enca?onar con una pistola a un empleado de una discoteca valenciana. El Villarreal quer¨ªa que su jugador cambiase de residencia y se instalase en Castell¨®n, una ciudad mediana sin tanta oferta cultural y de ocio como la capital valenciana. Varios futbolistas del Villarreal viven en la capital del Turia. Tambi¨¦n busc¨® el Villarreal una salida moment¨¢nea de Semedo en forma de cesi¨®n. Pero ya era tarde, la mala fama y los altercados llevados a cabo ya eran p¨²blicos. La lesi¨®n hizo imposible un cambio de aires temporal para Semedo cuya libertad y carrera est¨¢n pendientes de un Juzgado. Y la inversi¨®n del Villarreal, dilapidada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.