Los disfraces de Leo
El delantero del Barcelona se viste de crupier, de mago y de francotirador para descomponer al Girona
Hay noches, pocas, en las que Leo Messi no juega bien. O, al menos, no lo hace tan bien como sabe y parece que se le apodera la desidia porque nunca necesit¨® esforzarse m¨¢s de la cuenta para ser el mejor sobre el tapete. Ya advirti¨® Guardiola que es el ¨²nico futbolista del planeta capaz de ganar andando. Pero es una sensaci¨®n enga?osa en la mayor¨ªa de las ocasiones porque su incidencia se explica con goles y asistencias, siempre al frente de las tablas de la competici¨®n que se precie. Pero cuando est¨¢ inspirado, rematadamente iluminado, como ante el Girona, parece que el bal¨®n y el f¨²tbol no tienen secretos para ¨¦l, un 10 de diez, un jugador celestial e infinito.
Se intu¨ªa que Mach¨ªn pod¨ªa repetir la estrategia de la primera vuelta, cuando le encarg¨® a Maffeo ser su lapa por todo el campo, un marcaje individual que no atend¨ªa al bal¨®n sino al contrario. Y, aunque no le sali¨® la apuesta redonda porque Leo gener¨® cantidad de espacios al leer el partido, el 10 no disput¨® el mejor de sus partidos.
En el Camp Nou, quiz¨¢ porque la apuesta del Girona est¨¢ m¨¢s que asentada ¡ªno son pocos los rivales que modifican su t¨¢ctica para encararle¡ª, quiz¨¢ porque entendi¨® que en el jard¨ªn de Leo no se le pod¨ªa atrapar, decidi¨® variar la propuesta. As¨ª que Maffeo se qued¨® en el costado derecho y sobre el argentino ca¨ªan los centrocampistas m¨¢s cercanos, casi siempre en un dos contra uno. Pero ni con esas porque anoche Messi se trajo todo el ropero de casa, un conjunto de disfraces que bien querr¨ªa para s¨ª Mortadelo. ¡°No nos hizo gol ni asistencia¡±, record¨® Granell tras el duelo de anoche; ¡°pero en este partido cre¨ªamos en algo distinto, no lo hemos hecho, y su actuaci¨®n ha sido determinante¡±. Y agreg¨®: ¡°Es que te acercas a ¨¦l y con su punto de velocidad te dribla con una finta, con un solo movimiento...¡±.
Ya lo advirti¨® en la primera pelota que dom¨® con sus botas, cuando lanz¨® un pase por dentro para Luis Su¨¢rez, que encar¨® y bati¨® al portero para poner las tablas. Pero como iba vestido con frac, repiti¨® asistencia para Demb¨¦l¨¦, que se encasquill¨® en la resoluci¨®n, y para Jordi Alba, que decidi¨® pasar con el pecho a Luis Su¨¢rez y el bal¨®n se qued¨® a medio camino, en las manoplas de Bono. Pero como es un ilusionista, Messi tambi¨¦n se puso el vestido de francotirador.
La falta m¨¢s p¨ªcara
Chut¨® primero una falta envenenada que Bono pudo desviar a tiempo, tampoco tan complicada porque iba por su lado. Pero en la siguiente, en la frontal derecha del ¨¢rea, le peg¨® suave y rasa, por debajo de la barrera y a la red, toda una picard¨ªa. Un tanto que record¨® al de Ronaldinho ante el Werder Bremen en 2006; un gol que ya estaba en su repertorio porque ya bati¨® de igual forma al Athletic y a Uruguay con la selecci¨®n. No fue, sin embargo, en ¨²nico tanto de Leo, que tambi¨¦n se visti¨® de mago en ese bal¨®n que le puso Luis Su¨¢rez con el interior del pie, que dorm¨ªa as¨ª un gran desplazamiento de Rakitic. Y Leo, ya con la pelota entre los pies ¡ªbueno, en el izquierdo porque el derecho le utiliz¨® para apoyarse¡ª se marc¨® una jugada de a¨²pa, un recorte tras otro en el ¨¢rea chica hasta ganarse un hueco para chutar y para festejar, para explicar que no hay nadie como ¨¦l. ¡°Leo es grand¨ªsimo, incre¨ªble. En cada partido juega mejor, y ¨¦l y Luis van marcando, que es muy importante¡±, expuso Coutinho.
Omnipresente como estaba, Messi prob¨® m¨¢s disparos ¡ªuno le gui?¨® el ojo al poste, pero otro, a pase de Demb¨¦l¨¦, se le march¨® a la tercera, quiz¨¢ cuarta, grader¨ªa¡ª y tambi¨¦n tir¨® de la conducci¨®n y el eslalon, catapulta de las contras cuando el juego no exig¨ªa ataque en est¨¢tico. En una de esas, le peg¨® y el bal¨®n fue a las manos del portero; en otra, se la dio a Demb¨¦l¨¦, que no supo resolver; y en una tercera, se entendi¨® con Coutinho y de ah¨ª naci¨® el cuarto gol. No fue casualidad, sin embargo, que todos fueran a abrazar al 10, al creador de f¨²tbol. M¨¢s que nada porque en falta o en pase, la pone donde quiere. Y as¨ª lo confirm¨® en una nueva falta que solo Bono, en una estirada estupenda, pudo evitar. ¡°?Messi, Messi, Messi!¡±, cantaba el Camp Nou estirando la e. No lleg¨® su hat-trick, pero tampoco hizo falta. Leo y sus disfraces ya hab¨ªan animado la fiesta del Bar?a y amargado la del Girona.
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