Sergio Scariolo: ¡°Todos quieren vivir la ¨¦pica de la selecci¨®n¡±
Las 'ventanas' de la FIBA han obligado al t¨¦cnico a ampliar la profundidad de banquillo de Espa?a y a modificar el relevo generacional. De momento, tres victorias en tres partidos. Espera Montenegro
En siete campeonatos como seleccionador, Sergio Scariolo (Brescia, 56 a?os) ha logrado seis medallas: tres oros y un bronce europeos y una plata y un bronce ol¨ªmpicos. Un memorable camino, de la mano de la generaci¨®n dorada del baloncesto espa?ol, que ahora se enfrenta a un reto institucional y deportivo. El nuevo calendario de la FIBA, con las ventanas de clasificaci¨®n para el Mundial de 2019 en las que no participan los jugadores de la NBA y la Euroliga, ha obligado al t¨¦cnico a ampliar la profundidad de banquillo de la selecci¨®n, a modificar la hoja de ruta del relevo generacional y a hacer equilibrismo entre las apuestas de futuro y la competitividad para asegurar la plaza en el que puede ser el ¨²ltimo torneo de Pau Gasol con Espa?a. De momento, tres victorias en tres partidos. Ma?ana, en Zaragoza, espera Montenegro.
Pregunta. Tras ganar a Eslovenia en Burgos se le vio emocionado. ?C¨®mo fueron aquellos d¨ªas?
Respuesta. Se extendi¨® una sensaci¨®n de preocupaci¨®n y negatividad. Aquella especie de menosprecio gener¨® luego una satisfacci¨®n muy grande cuando se resolvieron tan bien esos dos primeros partidos de clasificaci¨®n. Sali¨® todo por encima de nuestras expectativas. Fue emocionante ver la disposici¨®n y la generosidad del grupo; sin condiciones, sin exigencias. Se gener¨® un ambiente muy emotivo. Me llen¨® mucho.
P. Lo equipar¨® incluso a ganar una medalla.
R. La emoci¨®n del momento quiz¨¢ me llev¨® a exagerar, pero es que pasaron cosas extraordinarias. Habiendo ganado varias medallas, ning¨²n peri¨®dico me hab¨ªa dedicado una portada, porque el protagonista siempre es el equipo. Pero, en esas circunstancias, me vi en muchas p¨¢ginas como en Solo ante el peligro. Me preocup¨¦, pero desde dentro se ve¨ªa todo mejor. Ve¨ªa la respuesta del equipo y sus ganas de reivindicar al jugador espa?ol.
P. ?Se pec¨® de alarmismo?
R. Desde fuera del grupo, incluso en nuestra casa, se percib¨ªa cierta alarma, s¨ª. Ahora todo se ha relajado al ver que el equipo se ha conjuntado, ha competido muy bien y ha mostrado cierta calidad. Espa?a tiene muchos jugadores en los que se puede confiar. Gente que merece recibir nuestro aprecio por c¨®mo han afrontado esta situaci¨®n. Pero tampoco deber¨ªamos ir al extremo opuesto de pensar que ya todo va a ir rodado.
P. ?La clave est¨¢ en la 'profundidad de banquillo' o en la inercia ganadora de la camiseta?
R. Hay posiciones en las que hay mucha calidad y cantidad, pero lo que ha ense?ado este grupo es algo que nos ha salido mejor que al resto de pa¨ªses: seguir siendo un equipo, no una selecci¨®n. La atenci¨®n al juego sobre el lucimiento individual, el esfuerzo defensivo¡Nuestro rasgo distintivo es haber trasladado todo eso a los escalones que hay por detr¨¢s de los nba y euroliga. Sentir como un equipo es nuestro gran valor. En todos los jugadores espa?oles hay una gran respeto por los que han disputado Europeos, Mundiales o Juegos estos a?os. Todos formamos parte de una familia. La camiseta es la referencia. Es un privilegio y un orgullo pertenecer a un grupo que ha marcado la historia de este deporte. Es una meta, un v¨ªnculo familiar que en algunos casos va de padres a hijos. Todos quieren vivir la ¨¦pica de la selecci¨®n.
P. Salvadas las primeras ventanas, ?la situaci¨®n corre el riesgo de enquistarse? ?Tiene esperanza de que esto cambie?
R. Ojal¨¢ el baloncesto encuentre la f¨®rmula de repartir esfuerzos y competencias de forma arm¨®nica. La esperanza no puede morir porque eso ser¨ªa pensar que los que nos gobiernan no buscan el bien com¨²n sino sus propios intereses. Dicho esto, no soy optimista a corto plazo. Es una situaci¨®n que est¨¢ teniendo un gran efecto negativo. La guerra de superpotencias est¨¢ paralizando los esfuerzos y la inversi¨®n en el campo de la formaci¨®n. Estamos m¨¢s pendientes de utilizar las normas para sacar rendimiento r¨¢pido que de mejorar la inversi¨®n, la calidad del trabajo y la pasi¨®n que ponemos en buscar talento en nuestras canteras. Es un problema global. Hay una desregulaci¨®n en la importaci¨®n de jugadores, en los pasaportes¡ y estamos poniendo m¨¢s energ¨ªa en buscar los atajos que en construir el camino. La NBA se llevar¨¢ a nuestros jugadores cada vez m¨¢s j¨®venes y pagaremos las consecuencias a medio y corto plazo.
P. ?El nuevo calendario ha trastocado el relevo generacional?
R. Como cosa buena, nos ha permitido ampliar el c¨ªrculo de jugadores y tener m¨¢s datos para ese recambio generacional. Nuestra constituci¨®n f¨ªsica no es la de los pa¨ªses del este y el norte de Europa, el margen de mejora es m¨¢s reducido y tenemos que rentabilizar muy bien nuestros recursos. Por eso queremos que los jugadores crezcan en una l¨ªnea ¨²nica de las categor¨ªas de formaci¨®n al primer equipo. Tenemos que ser valientes en las apuestas, pero tambi¨¦n respetar el sentido com¨²n. Hay que llegar con un equipo competitivo al Mundial. No seremos irrespetuosos con los que est¨¢n aqu¨ª, pero les hemos explicado la situaci¨®n con honestidad; de una forma sincera y hasta cruda, mir¨¢ndoles a los ojos. Pero los que est¨¢n fuera no tienen el puesto por decreto.
P. Se ha hablado muchas veces de fin de ciclo. Ahora, con Pau Gasol como ¨²nico referente de los j¨²niors de oro, ?se puede decir que los mejores d¨ªas de la selecci¨®n espa?ola ya han pasado?
R. Los mejores d¨ªas de ese grupo hist¨®rico ya pasaron. Los mejores d¨ªas de la selecci¨®n, ya veremos. Hemos gozado de un par de generaciones enlazadas irrepetibles y ahora la competencia ha crecido. Letonia y Eslovenia hace cinco a?os eran rivales sencillos y ahora son caballos ganadores. El objetivo real, y alcanzable creo, es que no nos pase lo que les pas¨® a otros pa¨ªses cuando se retiraron sus referentes hist¨®ricos. Italia, Croacia, Rusia, Francia, Alemania¡ tuvieron una ca¨ªda en picado. Nuestra idea es mantener un nivel de competitividad alto. Aqu¨ª no debe haber ca¨ªda en picado y si tenemos la evoluci¨®n de alg¨²n jugador podremos seguir arriba.
P. ?C¨®mo se va a llenar el vac¨ªo que deje Pau?
R. Eso no tiene respuesta. Es imposible llenar ese vac¨ªo. Igual que cuando se vaya Marc. Son ¨²nicos. Tendremos que buscar otra forma de competir. No es que sin Pau no se pueda competir. Ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil, pero tendremos que encontrar la manera. No se acaba el mundo. De momento, hay que disfrutar al m¨¢ximo de ¨¦l, aunque cada a?o tiene un a?o m¨¢s. Si ojal¨¢ est¨¢ en el Mundial de 2019 su participaci¨®n no podr¨¢ ser como la de 2012 o 2015, por ejemplo.
P. Aunque f¨ªsicamente no sea el mismo, su permanencia en el grupo prolonga el legado.
R. Pau tiene la capacidad de ense?ar con el ejemplo. Es un profesional de 360 grados. Ha demostrado que un jugador de baloncesto puede ser una persona culta, reflexiva, con inquietudes¡, algo que parece que las nuevas generaciones no lo tienen del todo claro. Pau demuestra que se puede ser una leyenda y a la vez liderar un grupo con generosidad hacia sus compa?eros y con absoluta dedicaci¨®n al equipo. Tambi¨¦n ha sabido mostrar el compromiso y la capacidad para decir y sentirse de donde es y expresar el orgullo de vestir la camiseta que viste. Es un ejemplo hist¨®rico.
P. ?D¨®nde ha residido el m¨¦rito para estirar tantos a?os la edad de oro del baloncesto espa?ol?
R. Se han hecho las cosas bien. Hemos contado con talento y compromiso y, desde la Federaci¨®n, se ha sabido cuidar el talento y alimentar el compromiso. Armonizando talento y esfuerzo se ha construido un sentimiento de equipo que nos ha distinguido del resto. Los egos siempre han estado al margen. El m¨¦rito ha sido mantener el deseo de estar aqu¨ª.
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