Paco J¨¦mez: ¡°Todav¨ªa no s¨¦ si somos buenos o malos¡±
El entrenador de Las Palmas explica, siempre directo y sin dobleces, parte de su libreto antes de medirse con el Barcelona
Paco J¨¦mez (Las Palmas de Gran Canaria; 47 a?os) se muestra ante los micros directo, sin ambages, y no hace una excepci¨®n la ma?ana antes de medirse al Bar?a. ¡°Lo ¨²nico que no perdonar¨¦ a mis jugadores es que sean cobardes¡±, anuncia. ¡°Si tuviera la f¨®rmula para ganar al Bar?a, no ser¨ªa entrenador. La vender¨ªa y me har¨ªa millonario¡±, prosigue. Acabada la ronda de preguntas, se mete en un vestuario auxiliar del estadio de Gran Canaria, resopla y se expresa tambi¨¦n directo, sin ambages.
Pregunta. Nada m¨¢s llegar al club, ech¨® a R¨¦my [y Tanane], el goleador, por llegar tarde dos veces en el primer d¨ªa. ?Es as¨ª?
Respuesta. A este vestuario le faltaba disciplina. No fue nada personal y no considero haberle echado, sino que no lo quer¨ªa aqu¨ª y se le ha buscado acomodo. No iba a permitir ciertas licencias y menos en el primer d¨ªa, ?imagina lo que ser¨ªa esto a las dos semanas!
P. ?Conmigo o contra m¨ª?
R. Conmigo o sin m¨ª. No disfrut¨¦ haci¨¦ndolo, pero con todo lo que sab¨ªa que hab¨ªa pasado aqu¨ª, hab¨ªa que empezar a cambiar. No permito la indisciplina ni faltar al respeto al compa?ero. Los que no tienen tanto talento pueden llegar al mismo sitio con disciplina. De ni?o ten¨ªa un entrenador en C¨®rdoba que dec¨ªa: ¡®Talento sin disciplina, ruina¡¯. Una verdad como un templo.
P. Tampoco est¨¢ en el equipo Viera porque escogi¨® China y el club lo vendi¨®. ?Se plante¨® dejar el equipo?
R. Cuando vine, una de las razones era porque estaba ¨¦l. Las reglas del juego eran unas y ahora, dos meses m¨¢s tarde, han cambiado. Y si han cambiado, yo tambi¨¦n estoy en disposici¨®n de cambiar las m¨ªas. Pero no lo hago por mis jugadores, por gente que ha venido aqu¨ª por m¨ª. Tambi¨¦n porque la posici¨®n del equipo no es la id¨®nea; si fuera otra mejor, posiblemente me ir¨ªa.
P. El presidente le dijo que no traer¨ªan a un recambio porque el mercado estaba cerrado y que usted deber¨ªa ¡°agudizar el ingenio¡±.
R. Hay comentarios que ciertas personas se deber¨ªan ahorrar. Mi trabajo no es agudizar el ingenio sino hacer otras funciones, como gestionar recursos humanos, porque en esta plantilla eran unos y ahora son otros. Si alguien cree que con ingenio puede salvar a un equipo que ha hecho 11 puntos en una vuelta, le doy mi puesto.
P. Usted dijo que en su equipo quer¨ªa mercenarios y Viera se march¨® por dinero. ?Hizo bien?
R. Mir¨® por ¨¦l y su familia, y aparc¨® los sentimientos. Como todos. Lo que la gente no puede pretender es que uno llegue y al primer d¨ªa bese el escudo. Eso es una mentira. Por eso dije que quer¨ªa mercenarios. Puede que suene fuerte la palabra, pero me refer¨ªa a trabajar por dinero. Si hay uno que lo hace por amor al arte, es un fen¨®meno. Yo jugu¨¦ por ganar dinero.
P. ?Prefiere a un mercenario que a otro que siente la camiseta?
R. No desestim¨¦ el sentimentalismo. Las motivaciones se buscan. Quieres luchar por un sentimiento, perfecto. Lo quieres hacer por dinero, perfecto. A m¨ª dame el rendimiento que necesito.
Quieres luchar por un sentimiento, perfecto. Lo quieres hacer por dinero, perfecto. A m¨ª dame el rendimiento que necesito
P. ?Cree que hay jugadores que se pueden molestar o abrumar por sus mensajes, en ocasiones bruscos?
R. Si no puede gestionar una situaci¨®n como la de ahora, quiz¨¢ no es de primer nivel. En un vestuario no puedes tratar a todos igual, pero s¨ª con el mismo respeto. Y, por otro lado, no suelo dar mensajes en la prensa que no haya dado antes al jugador. Soy una persona muy clara y no me gustan las dobleces.
P. ?Antes muerto que callado?
R. Vivimos en un pa¨ªs donde cada uno puede dar su opini¨®n sin miedo a represalias ni nada. O eso queremos pensar. Intento ser respetuoso, pero algunas veces las cosas se van m¨¢s all¨¢ de donde uno quiere. A veces me digo: ¡®C¨¢llate¡¯. Pero no puedo.
P. ?Siente que va a contracorriente?
R. No creo ir en direcci¨®n prohibida. Pero creo que ser distinto es bueno. A veces, cuando buscas a un jugador no quieres que sea el mejor sino distinto, que tenga algo que no tenga el resto.
P. En lo deportivo, ha puesto al equipo solo un punto por debajo de la zona de la quema. ?Est¨¢ satisfecho?
R. En cuanto a resultados, s¨ª. En juego, no. Hemos cambiado en aspectos y esfuerzo, en tener mejores criterios para defender. Pero en ataque no hemos encontrado el equilibrio. Debemos generar m¨¢s. Nos falta un poco de imaginaci¨®n y mucho de valent¨ªa. Quiero que nos equivoquemos porque eso significa que lo intentamos. Y eso es lo que nos falta.
Le veo en rueda de prensa y me digo: ¡®Quiero ser como Valverde
P. ?El qu¨¦?
R. Intentarlo. El otro d¨ªa le¨ª a los jugadores una frase de El Quijote: ¡®S¨¢bete, querido Sancho, que no hay hombres mejores que otros sino hombres que hacen m¨¢s que otros¡¯. Y nos falta hacer. Por eso no s¨¦ si somos buenos o malos. Es frustrante.
P. Quiz¨¢ el Barcelona no es el mejor rival para saberlo¡
R. No es buen rival para nadie. La gente se deja llevar por la ilusi¨®n y aunque me guste que piensen as¨ª, no es real. A m¨ª nadie me dice por la calle. ¡®?A ver si perdemos por poco contra el Bar?a!¡¯. No, no. Me dicen que a ver si les ganamos. Pero hay que pararse a pensar en qu¨¦ tenemos nosotros y qu¨¦ tienen ellos¡
P. Quiz¨¢ no juegan Messi ni Luis Su¨¢rez¡ ?Lo prefiere?
R. La parte rom¨¢ntica dice que es mejor ganar a los mejores. Pero si puedo elegir, que no jueguen. El Bar?a sin ellos no es el mismo equipo. Es la mejor pareja del mundo, la m¨¢s acoplada y letal. De todas formas, Valverde pondr¨¢ un equipo para intentar ganar.
P. ?Qu¨¦ le parece Valverde?
R. Un muy buen tipo, muy sensato. Le veo en rueda de prensa y me digo: ¡®Quiero ser como Valverde¡¯. Me alegra mucho que a profesionales de esa entidad les llegue la oportunidad de entrenar a un club as¨ª. Est¨¢ haciendo un trabajo espectacular y da gusto ver que el nivel del entrenador espa?ol est¨¢ por las nubes.
Un t¨¦cnico con paladar
Entiende J¨¦mez que el f¨²tbol es un espect¨¢culo capaz de provocar sentimientos en las personas y que los protagonistas est¨¢n sobre el verde, por lo que tienen un deber con su p¨²blico. ¡°A m¨ª me gusta disfrutar la vida, vivir cada minuto. Y me gusta lo mismo en el f¨²tbol, un deporte que hace llorar, re¨ªr¡ As¨ª que quiero que mi equipo divierta. Luego llega el resultado. Pero yo nunca he jugador para perder o nunca he dejado de querer ganar. No quiero cambiar mi mentalidad¡±, expone. Es por eso que a pesar de ser como todos los t¨¦cnicos, ocupados en ganar, tambi¨¦n se preocupa del c¨®mo, del paladar. ¡°Ganar, sea de la manera que sea, ya es un subid¨®n. Pero me gusta sentirme merecedor de lo que gano y cuidar el cu¨¢nto he hecho para conseguirlo. Yo intento que la victoria, que es una mentirosa, no me enga?e. La derrota te ense?a mucho m¨¢s la realidad. De eso te das cuenta en los equipos peque?os porque debes hacer las cosas perfectas para ganar los partidos. Y esas s¨ª que son victorias llenas y no te hacen perder el norte¡±. Aunque pase lo que pase, poco le importa el qu¨¦ dir¨¢n: ¡°Si tuviera que hacer las cosas en funci¨®n de las cr¨ªticas, no har¨ªa nada. Hay gente que su trabajo es criticar. ?Si hasta se critica a Messi y Cristiano Ronaldo!¡±.
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