Peinarse
Ponerse guapo, como Cristiano, es una manera de respetar al otro
Existe la an¨¦cdota famosa, hace ya cincuenta a?os, de Cristiano Ronaldo cuando le abrieron una brecha en la cara y de camino al vestuario pidi¨® un tel¨¦fono m¨®vil y se mir¨® en ¨¦l, en lugar de preguntar qu¨¦ tal le iba la vida a Carvajal, que es lo que har¨ªa cualquiera chorreando sangre. A qui¨¦n no le han cortado la cara alguna vez y se ha despreocupado para no parecer fr¨ªvolo. A Cristiano ese d¨ªa le cayeron encima cr¨ªticas apasionadas porque es sabido que si te sangra la cara lo ¨²ltimo que se puede hacer es mirarte en el espejo si hay gente delante.
Debate public¨® hace un tiempo un libro, Contra Babel, escrito por Rafael S¨¢nchez Ferlosio. Son art¨ªculos que Ferlosio re¨²ne de distintos diarios, tambi¨¦n EL PA?S, y entre ellos hay uno en el que recuerda lo que ocurre antes de la batalla de las Term¨®pilas. El momento en que los persas env¨ªan a un esp¨ªa para saber qu¨¦ hacen los espartanos. Y el esp¨ªa manda un informe diciendo que ha visto a los mejores guerreros ¡°pein¨¢ndose¡±, ayud¨¢ndose unos y otros a hacerlo con una dedicaci¨®n maravillosa. Cuando el esp¨ªa cuenta lo que ha visto, el resto se queda desconcertado, en silencio, hasta que un consejero dice: ¡°Eso quiere decir que se van a batir a muerte¡±.
Nadie se peina para morir, salvo que salga a matar antes. Ponerse guapo es una manera de respetar al otro, sea tu novio o tu enemigo. Cuando lo haces te importa lo que ocurre; cuando lo haces mantienes unos c¨®digos con los que est¨¢s dici¨¦ndole a la otra persona que el encuentro ha merecido exactamente eso que has hecho. Pero, por lo visto con Cristiano, dentro de esta moral nuestra hacer en p¨²blico lo que todo el mundo hace en privado es un ejercicio de riesgo: el mensaje es que si te rajan la cara no puedes hacer nada porque interesarse por eso no ayuda a tu imagen p¨²blica. Que la imagen de Cristiano no tiene nada que ver este estilo de cosas, te dicen. Pero uno de los hitos del espect¨¢culo como civilizaci¨®n es precisamente haber conseguido que el hecho de que te preocupe semejante obviedad te convierta en c¨ªnico.
Outfits, peinados y familia un poco sobrepasada alucinando con el espect¨¢culo mientras pregunta cu¨¢ndo se acaba esto. Diles ahora que no existe. Con tales estructuras un jugador se hace un hueco en Madrid antes que en el once titular. Ocurre que conviene vestirse a conciencia porque si quieres hacer algo importante lo m¨ªnimo es vestirse como si lo fueses a hacer, como cuando celebramos un gol de Champions en traje corriendo por la banda de Lisboa, y vestirse como si lo hicieses, y actuar en consecuencia.
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