El PSG se pone a los pies de Neymar ante su peor crisis
Al-Khela?fi, presidente del club parisino, consensuar¨¢ su estrategia con el brasile?o, cuya conducta es cada vez m¨¢s desafiante. Unai Emery aguarda su salida
El Paris Saint-Germain, la empresa m¨¢s subversiva que ha conocido la industria del f¨²tbol en este siglo, depende de las decisiones de un hombre, Nasser Al-Khela?fi, a quien sus colaboradores m¨¢s estrechos no dicen todo lo que piensan por miedo a que los destituya. Es el parecer de uno de los expertos m¨¢s veteranos que trabajan en la ¨®rbita del club franc¨¦s. Lo confiesa al calor del incendio provocado por la eliminaci¨®n de la Champions a manos del Madrid. El PSG sufre la condena de los proyectos que niegan la autocr¨ªtica y Al-Khela?fi, pegado a la l¨®gica de su estrategia, ha resuelto aferrarse a Neymar J¨²nior hasta las ¨²ltimas consecuencias.
La hoja de ruta no se altera, seg¨²n fuentes del entorno presidencial. Al-Khela?fi ha resuelto destituir al entrenador, Unai Emery, y cree que debe redoblar su apuesta. Si hasta ahora permiti¨® que la instituci¨®n girara alrededor de Neymar, tras la eliminaci¨®n en Champions pretende planificar la pr¨®xima temporada hombro con hombro con el brasile?o. Que sea ¨¦l quien apruebe la contrataci¨®n del nuevo entrenador, de entre una terna que incluye a Zidane, Tite y Luis Enrique; y que sea ¨¦l quien elija a los jugadores que le acompa?ar¨¢n. Nunca en la historia del f¨²tbol un jugador goz¨® de m¨¢s prerrogativas y cobr¨® m¨¢s dinero (47 millones de euros netos por curso) a cambio de menos pruebas de lealtad.
Primer responsable de las inversiones del emirato de Qatar en la industria del deporte, Al-Khela?fi es una de las referencias financieras del f¨²tbol como director de la cadena beIN Sports, due?a de los derechos televisivos de medio planeta. Desde su despacho en Boulogne, sede de beIN y del PSG, ejerce de vicario del pr¨ªncipe Jasim Al-Thani, ide¨®logo en la sombra de un plan multinacional de actuaciones con siete a?os de andadura. Aparentemente, su gesti¨®n es colegiada y act¨²a rodeado de t¨¦cnicos que conocen perfectamente el f¨²tbol. La realidad, seg¨²n confiesan en su entorno, es que Al-Khelaifi cree poco en las visiones ajenas.
Retribuidos con los mejores sueldos del mercado, Antero Henrique, el director deportivo, y Maxwell Scherrer, su nexo con el vestuario, son extremadamente prudentes. Rara vez revelan sus criterios futbol¨ªsticos si creen que pueden chocar con los del jefe. Intuyen que Al-Khela?fi es muy reacio a cuestionar sus propias ideas. Si busca opiniones ajenas es para reafirmarse. Los expertos del club empiezan a pensar que no ser¨ªa tan descabellado desprenderse de Neymar este verano pero no se atreven a dec¨ªrselo. El presidente no quiere o¨ªr cr¨ªticas contra el brasile?o. No quiere que le recuerden que su vida social excesiva y su falta de cuidado profesional suponen un agravio hacia la plantilla, obligada a comportarse seg¨²n las viejas normas de orden para ponerse al servicio de un ¨ªdolo que decide cu¨¢ndo jugar al f¨²tbol y cu¨¢ndo jugar a la play. Al-Khela?fi rechaza que Neymar pueda ser el elemento que desmotiva a sus compa?eros, transformando al PSG en un equipo acomodado a la falta de exigencia de la Ligue 1. ¡°Los dem¨¢s sienten que si ganan, gana Neymar, y que si pierden, pierde Neymar¡±, resume un empresario vinculado al PSG.
Al-Khela?fi se niega siquiera a plantearse la venta de Neymar. Al rev¨¦s, quiere proporcionarle m¨¢s poder en la creencia de que as¨ª ser¨¢ m¨¢s feliz y m¨¢s leal. Como dice un agente: ¡°Nasser cree que para que el proyecto salga bien, a Neymar tienen que salirle bien las lambrettas¡±.
Por segunda temporada consecutiva los dirigentes del PSG proclamaron que la conquista de la Champions era el objetivo prioritario de una inversi¨®n que alcanza los 1.115 millones de euros en fichajes desde 2011. Por segunda temporada consecutiva, el equipo fue derrotado con estr¨¦pito en el primer cruce eliminatorio. Por un parcial de 6-5 ante el Bar?a en 2017, y por 5-2 ante el Madrid esta semana. En el palco de autoridades del Parque de los Pr¨ªncipes, Al-Khela?fi se tapaba la cara espantado. Dicen en su entorno que est¨¢ convencido de que con Neymar en el campo la historia habr¨ªa sido diferente. Tambi¨¦n indican que olvida que Neymar jug¨® 90 minutos en el Bernab¨¦u y que no hizo nada muy relevante.
Emery, condenado
Neymar perdi¨® valedores dentro del PSG a ra¨ªz de su decisi¨®n de operarse en lugar de jugar contra el Madrid. Los m¨¢s indignados consideraron una provocaci¨®n su empe?o por internarse inmediatamente en Belo Horizonte con el m¨¦dico de la sele?ao, Rodrigo Lasmar, en lugar de acompa?ar al equipo en el trance m¨¢s dif¨ªcil de la temporada. No comprenden por qu¨¦ ni siquiera esper¨® hasta despu¨¦s del partido contra el Madrid para irse a Brasil. Hay ejecutivos del PSG que sospechan que Neymar lleva meses generando tensi¨®n para ver si le ofrecen una salida. Al-Khela?fi no se da por enterado, pero las palabras de Marquinhos el martes resultan alarmantes: ¡°Le he dicho a Neymar que tiene que seguir en el PSG; este equipo est¨¢ creciendo¡±.
El hundimiento total o la supervivencia del gran proyecto del PSG depender¨¢ de lo que resulte de la relaci¨®n entre Neymar y sus patrones catar¨ªes. Menos determinante resulta el destino de Emery. El entrenador espa?ol ya vive condenado a viajar como poliz¨®n. En el vestuario observan que los miembros del cuerpo t¨¦cnico reciben trato de ¡°interventores judiciales¡± por parte de los empleados. Al-Khela?fi no les dirige la palabra desde el 14 de febrero, fecha del 3-1 en el Bernab¨¦u. Se arrepiente de haber mantenido a Emery en 2017, tras el 6-1 del Camp Nou.
Al-Khela?fi argumenta que opt¨® por respaldar al t¨¦cnico tras consultarle. Emery se justific¨® dici¨¦ndole que tras lograr un 4-0 en Par¨ªs, en el Camp Nou sus jugadores no siguieron el plan trazado y recularon. El presidente contrast¨® esta versi¨®n con Silva, Motta y Marquinhos. Los tres dieron la raz¨®n a Emery y le salvaron. Pero los asesores menos convencidos de Al-Khela?fi le formularon una pregunta que todav¨ªa resuena en Boulogne: ¡°Si los jugadores no le obedecieron en el Camp Nou, ?no ser¨¢ porque Emery no sabe liderarlos?¡±.
Sea cual sea la respuesta, Emery, Al-Khela?fi, y todo el PSG, penden del hilo fino de la voluntad de Neymar J¨²nior.
Los ultras inquietan a los jugadores del PSG
Acostumbrados a vivir en una atm¨®sfera distendida, los futbolistas del PSG se solazaban en din¨¢micas m¨¢s propias del Circo del Sol que de un equipo de f¨²tbol de ¨¦lite. Hasta que viajaron al Bernab¨¦u a jugar la eliminatoria de octavos de final de la Champions y comenzaron a sufrir presiones de forma progresiva por parte del club. En la ¨²ltima semana, mediante ultras. Un agente que representa jugadores en la plantilla asegura que la coincidencia es general: ¡°Los ultras han estado en todas partes, desde los hoteles al campo de entrenamiento. A los jugadores esto les inquieta; algunos lo vivieron como una especie de extorsi¨®n¡±.
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