Alemania, 1 - Espa?a, 1: De campe¨®n a campe¨®n

Sin el imprescindible ancla de Busquets, Espa?a estuvo a la altura de su sucesor como campe¨®n del mundo. La Roja sell¨® un empate ante la poderosa Alemania, a la que no vence en su feudo desde hace 83 a?os. Una equis que permiti¨® a los dos ¨²ltimos campeones mundiales seguir invictos desde 2016 y que cada cual tomara nota para Rusia. Dicharachera y fluida con la pelota, a la selecci¨®n de Julen Lopetegui le falt¨® mayor aplomo sin ella y una presi¨®n m¨¢s alta. Faenas en las que fue inevitable recordar a Busi, con una retaguardia espa?ola demasiado atornillada en su ¨¢rea. Aspecto que aprovecharon los alemanes para cargar disparos de larga distancia.

Lopetegui sorprendi¨® al apuntar a Thiago, y no a Sa¨²l, como relevo de Busquets. Lo mismo que al fijar a Rodrigo, y no a Diego Costa, en el per¨ªmetro de los zagueros germanos. La segunda apuesta le sali¨® mejor que la primera. El delantero del Valencia es de aquellos que eluden el choque, por lo que suspiran centinelas como Boateng y Hummels, sin lubricante en la cintura. Rodrigo es un rastreador de espacios. No es de los que est¨¢n, es de los que llegan. Con la Roja, un vivero de centrocampistas de pie cl¨ªnico, una veta extraordinaria. Se vio en el gol visitante. Iniesta y Rodrigo sincronizaron de maravilla. Al gui?o del valencianista respondi¨® el azulgrana con una asistencia telesc¨®pica a espaldas de Hummels. Un pase terminal que dej¨® al jugador del Valencia en un duelo espadach¨ªn con Ter Stegen, que no se vence con facilidad. El hispano-brasile?o resolvi¨® de maravilla.

No fue el ¨²nico destello de Rodrigo. Tiene encaje con el futbolista espa?ol predominante. Lo sabe Lopetegui, que aline¨® como titulares a seis jugadores con los que triunf¨® como seleccionador sub 21 en el Europeo de la categor¨ªa de Israel en 2013. Junto a Rodrigo, De Gea, Carvajal, Koke, Isco y Thiago. Es cr¨®nico, los distinguidos volantes de la Roja sintonizan mejor con delanteros m¨®viles y con buen pie para sumarse al rondo. Gente como Rodrigo, Aspas e incluso Morata. Con Diego Costa hay que tirar de f¨®rceps.

El gol, madrugador, anticip¨® un partido pendular. Germanos y espa?oles siempre se sintieron m¨¢s a gusto con la pelota que a su caza. Hace una d¨¦cada que Alemania hizo su mudanza. Ya no solo es una selecci¨®n forrada de atletas de dos cabezas. Contra una Espa?a de techo bajo, salvo Ramos y Piqu¨¦, el cuadro de Joachim L?w ni siquiera explot¨® la v¨ªa a¨¦rea.

En estos tiempos, Alemania tiene pausa, se inclina por articular el juego con m¨¢s finura. Frente a Espa?a ni siquiera cont¨® de inicio con un nueve fijo hasta los diez minutos finales cuando repesc¨® al eterno Mario G¨®mez. Antes, lo m¨¢s aproximado a un ariete fue Timo Werner, un atacante que parte desde el extremo izquierdo. ?l fue el gran desvelo espa?ol.

Bien arropada con el bal¨®n, con el que en algunas fases se dio un fest¨ªn, a Espa?a le falt¨® picante frente a Ter Stegen. Desde que despegara en 2008 en esta selecci¨®n los goles son hijos del juego. Ni en las grandes cumbres fue un equipo con pegada. Y sin la pelota en D¨¹sseldorf se acus¨® la baja de Busquets. La misi¨®n correspondi¨® a Thiago con la escolta de Koke. Ambos florecen con el bal¨®n al pie, pero no pueden ir al cuerpo a cuerpo, y no tienen el quite del azulgrana ni su periscopio. Ni su peritaje t¨¢ctico de este para marcar la zona de presi¨®n. Conocedores de sus carencias los dos recularon m¨¢s de la cuenta. Tanto que se empotraron demasiado entre sus defensas. Con la zaga tan hundida lleg¨® el empate de M¨¹ller, con un disparo fulminante desde el balc¨®n del ¨¢rea. El del Bayern pudo armar el tiro en la zona que custodia Busquets. La ¨²nica defensa sobre M¨¹ller fue la mirada de Iniesta y un escorzo de Ramos a varios metros. Pese a la aton¨ªa de ?zil, en el rancho de Busi se quer¨ªan medidas.

Lopetegui corrigi¨® al equipo tras el descanso y retoc¨® la zona Busi. Primero con Sa¨²l y m¨¢s tarde con el debutante Rodri, el mejor birlador de la Liga. Ya sin Iniesta, la Roja no tuvo el mismo timbre de autoridad del primer acto. El segundo, m¨¢s abierto. M¨¢s exigente para De Gea, estupendo en dos intervenciones ante Draxler y G¨¹ndogan, y espectador de un cabezazo de Hummels al larguero. Tambi¨¦n fue m¨¢s severo para Ter Stegen, salvador ante un remate a bocajarro de Isco y frente a una acci¨®n mal resuelta por Costa.

Alemania subi¨® el volumen en el segundo tiempo y Espa?a hizo otra rectificaci¨®n. Ya no solo en el sector de Busquets. Lopetegui cerr¨® la noche con un equipo nada sim¨¦trico con el titular, con Lucas y Asensio por las bandas y sin tanto volante de observatorio. Una prueba del variado repertorio espa?ol, en el que solo falta definir al otro Busi y afinar con el nueve.