Brasil alivia el recuerdo del Mineir?o y frena la racha de Alemania

Brasil avisa y no precisa a Neymar para hacerlo. Su estrella ser¨¢ la guinda de un pastel que no hace tanto era ins¨ªpido y ahora se presenta sabroso. Aquel equipo titubeante de hace cuatro a?os que recurri¨® a la excitaci¨®n para tratar de tapar sus carencias es ahora otro. Tite ha montado algo muy serio y lo mostr¨® en un escenario y ante un rival especial, siempre con el recuerdo de aquel 1-7 de la semifinal del ¨²ltimo Mundial. Hay espinas que nunca salen y se acaban por convertir en callo. Y hay peque?os alivios como el que le deja este triunfo en Berl¨ªn a Brasil a menos de tres meses para que busque revancha en Rusia, una victoria que adem¨¢s acaba con una racha de 22 partidos consecutivos de Alemania?sin perder, desde la ¨²ltima Eurocopa. Se quedaron a uno de su mejor marca hist¨®rica, que data de hace 28 a?os.

Hubo una diferencia entre la manera en que unos y otros encararon el partido. Brasil sali¨® con todo lo que ten¨ªa, ausentes apenas Neymar y Marquinhos. Alemania emple¨® la cita para catar algunas alternativas. Le sobra de casi todo a Joachim Low, pero todav¨ªa hay niveles. El que tienen M¨¹ller, ?zil, Hummels, Hector, Khedira, Howedes o Reus, ausentes en esta ocasi¨®n. O el de Neuer y Ter Stegen, piezas angulares a la vez que intercambiables para el juego alem¨¢n y no solo por la aportaci¨®n que ofrecen ambos porteros con las manos.

Resulta que Alemania empieza a enhebrar f¨²tbol desde atr¨¢s, activa al meta como un jugador m¨¢s de campo para tratar de encontrar superioridades y, ante equipos que suben l¨ªneas como decidi¨® hacerlo Brasil, necesita precisi¨®n en los desplazamientos. No la mostr¨® Trapp, el suplente de Areola en el PSG. Por ah¨ª se atragant¨® Alemania, que se incomod¨® porque tampoco encontr¨® finura en otros sectores. A Brasil le bast¨® con seguir su plan con disciplina. Lo hizo desde la cautela, a la que recurri¨® Tite para blindar la medular con un tr¨ªo de mediocentros, pero tambi¨¦n con el arrojo propio de quien sube la zaga hasta la medular y se apresta a intentar que la pelota est¨¦ en el campo del rival.

Brasil propici¨® las imprecisiones de su rival y a partir de ellas se afianz¨®. Lo hizo con cuatro futbolistas en el campo que hab¨ªan estado en aquella debacle del Mineir?o. Marcelo y Fernandinho hab¨ªan sido titulares, Paulinho y Willian salieron a jugar cuando ya Alemania les humillaba. Nada de eso ocurri¨® en esta cita en Berl¨ªn, un partido tenso para ser amistoso, sin alegr¨ªas, un ajedrez en el que Tite plante¨® varios jaques hasta que sus jugadores llegaron al gol. No sobraron oportunidades para hacerlo, pero pasada la media hora Gabriel Jesus se encontr¨® con dos. Fall¨® la primera, pero no perdon¨® en la segunda tras gran centro de Willian y acab¨® de disparar las sospechas alemanas sobre Trapp.

Para entonces el poco f¨²tbol que se ve¨ªa lo firmaba Brasil, no ya por su capacidad para leer el partido y poner en problemas a Alemania sino por sus gui?os de clase, que la atesora. Toda esa tendencia se amplific¨® al inicio de la segunda parte, los mejores minutos de un equipo ajustado, sin concesiones atr¨¢s y con argumentos en ataque porque tiene llegadores. Uno de los habituales al asalto, Paulinho, oblig¨® a que Trapp mostrase su valor en el rol de guardameta tradicional. Tambi¨¦n Coutinho dej¨® pasar el segundo tanto antes de que L?w comenzase con las enmiendas. Que hiciese cuatro antes de que Tite moviese pieza con una sola variaci¨®n indica tambi¨¦n como se tom¨® el partido Brasil, firme en los minutos finales para defender las acometidas germanas, m¨¢s Alemania que nunca en los centros al ¨¢rea para que dos referencias, Wagner y Werner, litigasen con los centrales. No le bast¨® para doblegar a un rival p¨¦treo.