Los campeones del vac¨ªo
Los Cafetaleros de Tapachula ganan el campeonato de Segunda Divis¨®n de M¨¦xico, pero el reglamento les impedir¨¢ jugar en la Liga MX
En M¨¦xico se ha inaugurado la figura de los campeones del vac¨ªo. En cualquier Liga de f¨²tbol profesional alrededor del mundo el ascenso y descenso deportivo funciona igual: los equipos que sean los malos de los malos perder¨¢n prestigio; los mejores clubes de la Segunda Divisi¨®n pegan el estir¨®n. El riguroso reglamento ha jugado con el f¨²tbol.
El equipo de los Cafetaleros, portavoces del f¨²tbol en el municipio de Tapachula (Chiapas), ganaron la final absoluta de la Segunda Divisi¨®n conocida como Ascenso MX. En dos partidos el conjunto que hace honores al caf¨¦ chiapaneco lo gan¨® 6-3 a los Alebrijes de Oaxaca. La l¨®gica supondr¨ªa que ser¨ªan los novatos para la pr¨®xima temporada, pero la pelota cay¨® en la mara?a.
Todo tiene su punto de partida en un espiral de fatalidades, algunas ya anunciadas. En mayo del a?o pasado, los se?ores del f¨²tbol mexicano dictaminaron y aceptaron que de los 16 equipos de la Segunda s¨®lo podr¨ªan ascender seis, ninguno de ellos lleg¨® por sudor a la final. El rechazo estuvo fundamentado en una serie de requisitos no cumplidos: estadios para 20.000 aficionados, estructura de fuerzas b¨¢sicas, un equipo femenino, solvencia econ¨®mica y que los due?os no tuvieran un combinado en Primera Divisi¨®n.
Eso quer¨ªa decir que el 63% del Ascenso MX jug¨® a la nada, bueno, por un premio de 120 millones de pesos (unos seis millones de d¨®lares). Dinero que, seg¨²n sugirieron los directivos, lo podr¨ªan usar para ponerse al d¨ªa con los requisitos. M¨¢s de la mitad de esta Liga era irregular y a¨²n as¨ª se jug¨®.
Los Lobos de la BUAP descendieron esta temporada. Su lugar ahora vacante no tiene due?o tras la eliminaci¨®n en el escritorio de los Cafetaleros. Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX, dijo que los reci¨¦n descendidos pod¨ªan pagar 120 millones (el premio para el campe¨®n de Segunda) para quedarse, pero el conjunto tiene la cartera peque?a. La autoridad de la competencia admiti¨® que podr¨ªan subastar el sitio en Primera.
Los jugadores apelaron al esp¨ªritu deportivo. Pidieron a los directivos recular y que dejaran subir a Cafetaleros. "El ascenso se gana en la cancha", reprocharon las plantillas de Tapachula, Alebrijes y la Asociaci¨®n Mexicana de Futbolistas Profesionales (AMFPro). La respuesta oficial ha sido tajante: "resulta contrario al principio de integridad deportiva que se pretenda evadir el cumplimiento de lo previamente acordado y aprobado a trav¨¦s de la victimizaci¨®n".
Adem¨¢s, hay un exceso de zozobra. A partir de verano ning¨²n equipo de la Primera Divisi¨®n podr¨¢ descender y, aunque se lea con un dejo de absurdo, se aumentar¨¢ la Liga MX de 18 a 20 equipos en los pr¨®ximos dos a?os, aunque ahora mismo s¨®lo hay 17.
El f¨²tbol ha sido una terapia emocional para distintas ciudades mexicanas. De las azotadas por la violencia como Ciudad Ju¨¢rez (Chihuahua), Tampico y Ciudad Victoria (Tamaulipas) a las que agradecen un impulso econ¨®mico como el Atl¨¦tico de San Luis Potos¨ª, sat¨¦lite del Atl¨¦tico de Madrid.
El juego entre Cafetaleros y Alebrijes estuvo desahuciado en las tribunas. En la cancha hubo el f¨²tbol suficiente para emocionar a los pobladores de Oaxaca con un intento de remontada. El festejo de Tapachula fue coronado con un trofeo en forma de paleta, uno hueco "Somos de Primera", se le¨ªa en las camisetas de los triunfadores. Fue el simulacro de la felicidad.
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