La insoportable levedad del ¡®quarterback¡¯
El adi¨®s de Iniesta nos priva de una figura impecable de deportista total. Verle jugar es saber que se puede patinar sin patines ni hielo
Johan Cruyff jug¨® dos a?os en Estados Unidos. Cuando regres¨® a Europa y recal¨® en el Bar?a como entrenador, Cruyff demostr¨® que, adem¨¢s de jugar a ratos en una Liga nada exigente, descubri¨® un deporte mucho m¨¢s popular que tambi¨¦n se llamaba f¨²tbol y que no era f¨²tbol. Y en ese deporte hab¨ªa una figura llamada quarterback. El quarterback era como si a Franz Beckenbauer, despistado en una boda, sus amigotes le empujaran, por sorpresa, a la pista de baile y el tipo resultase ser Michael Jackson.
En puridad, en el f¨²tbol americano el quarterback es el jugador por delante de la defensa, que a su vez es el primer elemento ofensivo que es quien decide la jugada de ataque. Puede esconder la bola, correr con ella, enga?ar con un pase, colgarla o lo que decida en ese momento. Cruyff clav¨® un quarterback en medio del Camp Nou, por delante de la defensa, liquidando al l¨ªbero, ese coche escoba, mitad armario empotrado, mitad mat¨®n de pasillo de instituto. Necesitaba tipos listos, r¨¢pidos, t¨¦cnicos, que marcaran el ritmo, supieran la coreograf¨ªa de cada canci¨®n, decidieran el tiempo del romance y cu¨¢ndo el beso mortal. Y empez¨® con Milla, pero Milla se cambi¨® de equipo, pero dio igual porque luego vino Guardiola y cuando ¨¦ste empezaba a declinar, estaba Xavi y ambos jugaron con Iniesta y ya Pep vio claro que los iba a jubilar a ambos. La cosa parece pararse aqu¨ª porque Busquets result¨® ser m¨¢s defensivo y el quaterback podr¨ªa acabar siendo Messi y sobre eso no nos gusta hablar mucho por aquello de la c¨¢bala invertida: lo que no se nombra no existe.
El adi¨®s de Iniesta nos priva de una figura impecable de deportista total -verle jugar es saber que se puede patinar sin patines ni hielo-, tanto en lo que hace en el terreno de juego como fuera. Iniesta es un jugador que es mejor desde el momento que nunca presume de lo bueno que es sin dudar que lo es. Humilde, solidario, apasionado, elegante, competitivo y adem¨¢s, no se ha convertido ni en una pancarta publicitaria, ni en rapero sin rima ni en el cu?ado cincuent¨®n reci¨¦n divorciado. Adem¨¢s de esas y otras prestaciones -marca goles, pocos, pero trascendentes y acaricia la bola como una bruja de cuento- tiene tambi¨¦n extradeportivas. Es un tipo normal que se pod¨ªa permitir perder pelo, no ser guapo ni feo y casarse con la novia de siempre sin cuenta en Instagram. Adem¨¢s es de Albacete, con lo que al no existir la sospecha de que Fuentealbilla otrora perteneciera a los Pa?sos Catalans, los aficionados y la prensa de la capital del reino pod¨ªan fingir ser ponderados con el rival ensalz¨¢ndole sin reparos -como nosotros con Casillas, vamos-. Iniesta en Catalunya era el s¨ªmbolo integrador de una sociedad a la que s¨®lo se le ped¨ªa respeto y cari?o. Su marcha nos deja un poco a la intemperie tambi¨¦n en eso -llega Torra y se va Iniesta: ?qu¨¦ puede salir mal? -. Y en el hecho -no queremos ni o¨ªrnoslo decir- que despu¨¦s de Iniesta el pr¨®ximo ser¨¢ Messi. O sea, el Fin de los Tiempos.
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