En la muerte de Andr¨¦s Gandarias, ciclista de los a?os 60 y 70

En los a?os salvajes de Eddy Merckx, las locuras del Tarangu Jos¨¦ Manuel Fuente y las tragedias de Luis Oca?a cualquier peque?o detalle serv¨ªa para alimentar la ilusi¨®n de los aficionados espa?oles al ciclismo y al Tour. Eran los a?os del Kas y sus ciclistas disciplinados a los que su director, Dalmacio Langarica, castigaba cualquier atisbo de orgullo o soberbia. No hay foto de ascensi¨®n al Tourmalet o al Galibier en la que tres o cuatro ciclistas de amarillo y azul no flanqueen en el sudor a las figuras de entonces. Su parici¨®n en las monta?as las sol¨ªa ilustrar L¡¯?quipe con el dibujo de un ciclista bajito y muy moreno corriendo a pie portando en equilibrio una escalera de mano. Y debajo, un grito de alarma: ¡°Llegan los Pirineos. ?Que vienen los espa?oles!¡±¡¤

Andr¨¦s Gandarias, que falleci¨® el domingo en Durango (Bizkaia) a los 75 a?os, era uno de aquellos escaladores.

Gandarias, nacido en la aldea de Ibarruri, fue ciclista profesional durante 11 a?os, en los que corri¨® seis Tours, dos Giros y siete Vueltas con el maillot de siete equipos diferentes. Con el del Teka logr¨® en 1976, en sus a?os de crep¨²sculo, el triunfo en una gran etapa dolom¨ªtica del Giro. Con el del Kas qued¨® noveno en su primer Tour, el de 1968, en el que hab¨ªa llegado con posibilidades de podio a la ¨²ltima etapa, una contrarreloj, en la que, como era l¨®gico, se fundi¨®. Los siguientes a?os, en el Tour, fue testigo cercano de algunas proezas ¨²nicas, ciclismo del de entonces, que se convirtieron r¨¢pidamente en leyenda.

En 1969, Gandarias formaba parte del peque?o grupo de corredores que a¨²n resist¨ªa en cabeza en la ascensi¨®n del Tourmalet minutos antes de que a Eddy Merckx, en su primer Tour y ya de amarillo, l¨ªder intocable, le diera la vaina de atacar a casi 100 kil¨®metros de la meta e irse solo con el Aubisque y 75 kil¨®metros llanos por delante. Aquel d¨ªa destroz¨® el Tour y entr¨® en la leyenda para siempre como Can¨ªbal. El segundo clasificado en la general, Roger Pingeon, termin¨® a 18 minutos; Pulidor, tercero, a m¨¢s de 22 minutos, y el cuarto, Felice Gimondi, acab¨® a media hora. Detr¨¢s de las figuras, Gandarias fue quinto. Aquel 1969 el Tour escal¨® por primera vez el gigante alpino de La Madeleine. Como reflejan todos los libros de historia, Gandarias tuvo el honor de ser el primer ganador en su cima.

Dos a?os despu¨¦s, en 1971, como guardi¨¢n de Fuente, el ciclista vizca¨ªno sufri¨® la insolencia y la sed de Oca?a, que atac¨® a Eddy Merckx y a todo el pelot¨®n y lo dej¨® en la nada camino de Orci¨¨res-Merlette. Dos d¨ªas despu¨¦s, Gandarias, como la mayor parte del pelot¨®n, sufri¨® la venganza del Can¨ªbal, que camino de Marsella dej¨® fuera de control a decenas de corredores.

Dej¨® el Kas joven, a los 28 a?os, y con un cierto regusto de amargura por la ingratitud de Langarica, y con un gusto por la aventura que no se le sospechaba, form¨® parte en 1973 del equipo quiz¨¢s m¨¢s estramb¨®tico que haya participado en el Tour, el De Kova-Lejeune y sus maillots rosas, liderado por Lucien Aimar y organizado por Rapha?l Geminiani con el aporte econ¨®mico de Miriam de Kova, una cantante de cabaret viuda de un millonario griego a la que hab¨ªa conocido en L¡¯Alcazar, el local canalla de Saint Germain des Pr¨¦s. Despu¨¦s de un Tour desastroso, el De Kova desapareci¨®. Para el ciclismo espa?ol, sin embargo, no fue un mal Tour. Fue el gran Tour de Luis Oca?a, el espa?ol que triunf¨® en Par¨ªs 14 a?os despu¨¦s de Bahamontes.