Thiago Alc¨¢ntara domestica su instinto aventurero

Alguien le pregunt¨® a T.?E. Lawrence qu¨¦ era lo que peor se le daba de la vida militar. El jefe guerrillero ingl¨¦s respondi¨® con sinceridad e iron¨ªa: ¡°Lustrar las botas¡±.

Algo de eso le sucede a Thiago Alc¨¢ntara. T¨¦cnicamente, no hay un futbolista m¨¢s completo en la selecci¨®n espa?ola. Es potente, es el¨¢stico, es resistente, maneja las dos piernas, sus pies son sensibles como manos, tiene conocimientos defensivos, es capaz de filtrar un pase por un laberinto, dribla y llega al gol con la facilidad de los volantes elegidos. Su problema es el de los artistas: le cuesta hacer labores de intendencia. Ser conservador, asegurar cada bal¨®n, mantener la posici¨®n, pensar defensivamente durante 90 minutos, son cualidades derivadas de un estado mental muy propio de los mediocentros. ?l, menos mediocentro que diez, o que ocho, ha debido domesticar su naturaleza de aventurero para retroceder unos metros. Primero en el Bayern y, ¨²ltimamente, con Espa?a. All¨ª le ha colocado el seleccionador, Julen Lopetegui, para reemplazar a Sergio Busquets cuando el volante del Bar?a no ha estado disponible. A las puertas de la Copa del Mundo, la tarea es de m¨¢xima importancia. El jugador m¨¢s dif¨ªcil de sustituir en el equipo m¨¢s sofisticado del torneo es Busi.

¡°Ven¨ªa preparado ya¡±, dijo este viernes el futbolista, antes de realizar el primer entrenamiento en suelo ruso; ¡°por los partidos que hab¨ªa jugado en el Bayern; el mediocentro es una posici¨®n muy importante en el campo por el orden que le puede dar al equipo. He querido cumplir de la mejor manera que he podido. Y si tengo que jugar all¨ª lo har¨¦ encantado¡±.

Thiago fue padre hace un a?o. Su hijo, Gabriel, es apenas m¨¢s grande que el bal¨®n que le dio para que jugara cuando el martes baj¨® al campo principal de la federaci¨®n, en Las Rozas. La pelota es una herencia de familia. Thiago lo sabe. Su padre fue el gran Iomar do Nascimento, m¨¢s conocido como Mazinho. Justamente, un mediocentro. Uno de los mejores de su ¨¦poca, adem¨¢s, campe¨®n del mundo con Brasil en 1994.

¡°Han sobrado las palabras¡±, dijo Thiago, cuando le preguntaron qu¨¦ le hab¨ªa dicho su padre para adiestrarle como jugador. ¡°En lo que pude ver a mi padre jugar, ¨¦l me demostr¨® c¨®mo debe comportarse un jugador dentro y fuera del campo. La mayor virtud que ha tenido sobre m¨ª es que ha sido una persona ejemplar como padre y como futbolista. Es cierto que tiene un mundial m¨¢s que yo... pero lo ha ganado de manera bella con Brasil en Estados Unidos...¡±.

Julen Lopetegui, que estaba sentado a su lado escuch¨¢ndole, lo interrumpi¨®: ¡°?Nos lo gan¨® a nosotros!¡±. El seleccionador record¨® su ¨²nica experiencia en las Copas del Mundo: acudi¨® a Estados Unidos como tercer portero, con Ca?izares y Zubizarreta. Pero Espa?a no lleg¨® a cruzarse con Brasil. Fue eliminada en cuartos contra Italia, subcampeona en los penaltis despu¨¦s de disputar una de las finales m¨¢s t¨¢cticas y agotadoras de la historia mundialista. No hubo lugar para el manierismo bajo el sol abrasador del Rose Bowl, en el sur de California. Si por algo se distingui¨® Mazinho fue por la dedicaci¨®n administrativa y el pase garantizado. La vocaci¨®n de su hijo primog¨¦nito ser¨ªa m¨¢s atrevida.

¡°Un Mundial¡±, dijo, ¡°hay que disfrutarlo desde el primer d¨ªa. Hasta con los compa?eros jugando a las cartas¡±.

Mazinho pensaba como el gran patriarca de su selecci¨®n. Thiago ¡ªm¨¢s brasile?o que su progenitor, de alg¨²n modo¡ª piensa como el gran creativo. Quiere gozar. ¡°Aqu¨ª¡±, se?al¨®, ¡°la calidad que hay dentro, tanto humana como futbol¨ªstica, es muy grande. Queremos el bal¨®n que es lo m¨¢s importante. Creo que cualquier futbolista desde que empieza a jugar quiere tener el bal¨®n, quiere poder disfrutarlo, y eso hacemos¡±.

Frente a Argentina, Thiago fue el mejor socio de Iniesta, e incluso meti¨® el 5-1. Contra Suiza, despu¨¦s de Koke (89), se convirti¨® en el hombre que m¨¢s pases dio (82). Thiago reparti¨® balones a todos menos a Diego Costa. El punta es el jugador m¨¢s inaccesible de la selecci¨®n.