El f¨²tbol, un asunto muy serio

Jean Daniel, el hist¨®rico director de Le Nouvel Observateur, se maravillaba de que el deporte hubiera logrado hacer respetar a escala universal un mismo c¨®digo legal.

El Mundial volver¨¢ a demostrarlo. Pa¨ªses ricos y pa¨ªses pobres, de distintos continentes, separados por todo tipo de diferencias culturales y sociales, con religiones distintas, enfrentados incluso de forma radical, y hasta b¨¦lica, aceptar¨¢n un mismo reglamento y comprender¨¢n que un se?or que no conocen de nada lo haga valer.

Fuera de juego, en Suecia como en Ir¨¢n; mano dentro del ¨¢rea, penalti en Islandia como en Colombia, en Jap¨®n como en Senegal.

Es, en efecto, bastante chocante. Nos tomamos m¨¢s en serio las normas que inventamos para jugar que las que inventamos para convivir.

Y la primera demostraci¨®n, el primer d¨ªa.

Rusia-Arabia Saud¨ª. En el fondo, tensiones en grado superlativo que se extiende desde la guerra de Siria hasta los pulsos petrol¨ªferos. Pero en cuanto comience el partido, se desvanecer¨¢n.

Nacionalismos. El nacionalismo no surgi¨® hasta finales del siglo XVIII, pero me parece que lleg¨® para quedarse. La globalizaci¨®n no lo ha hecho decrecer. Las banderas, los himnos, las emociones patri¨®ticas con la mirada en el cielo, la exaltaci¨®n de cada ¡°nosotros¡± frente a cada ¡°ellos¡±, estallar¨¢n ante nuestros ojos en los pr¨®ximos veintitantos d¨ªas. Es un poco ingenuo creer que esas fiebres van a poder quedar encerradas en los estadios al final de los partidos.

?Con qui¨¦n vas? Es la pregunta que demuestra que el f¨²tbol no es un espect¨¢culo simple, es el espect¨¢culo de la competici¨®n. Necesitamos adscribirnos a uno de los contendientes. Sin la pasi¨®n, espont¨¢nea o no, el f¨²tbol es como el ballet sin m¨²sica.

Para elegir bando uno puede agarrarse a lo que quiera. En el Rusia-Arabia Saud¨ª inaugural me tira Rusia por Karpin, que jug¨® en mi Real. O por puro inter¨¦s, pues el campeonato se hace m¨¢s vibrante si el anfitri¨®n avanza. Pero me quedo con Arabia Saud¨ª, a pesar de su r¨¦gimen, por su oprimida sociedad.

Acabo de visitar ese pa¨ªs. Su pr¨ªncipe heredero ha entreabierto las puertas de la mazmorra. Se ha abierto el primer cine y a partir del d¨ªa 24 las mujeres podr¨¢n conducir. Los ciudadanos atisban las primeras lucecitas de la libertad. Me gustar¨ªa que se llevaran alguna alegr¨ªa.

Para el Egipto-Uruguay, con Uruguay. Por Jos¨¦ Mujica. Y por Onetti, Benedetti, Galeano. Y por Jorge Drexler. Y por Godin. Y porque me admira que un pa¨ªs tan peque?o se haya acreditado como gran potencia futbol¨ªstica a base de talento y coraje.

?Y Espa?a? Tenemos que esperar hasta el viernes por la noche. Tras el partido contra Portugal sabremos con absoluta claridad si somos los mejores del mundo ¡ªlo que cualquiera con dos dedos de frente sab¨ªa de antemano¡ª o una calamidad ¡ªlo que cualquiera con dos dedos de frente sab¨ªa de antemano¡ª.