La defensa internacional de las ra¨ªces
De los 23 jugadores de la selecci¨®n marroqu¨ª, ocho han nacido en Francia, cinco en Holanda, dos en Espa?a, uno en Canad¨¢ y otro en B¨¦lgica, reclutados por ojeadores a trav¨¦s de toda Europa. Solo seis de sus futbolistas son originarios de Marruecos.
Al otro lado del tel¨¦fono, la voz de Munir Mohand Mohamedi (Melilla, 29 a?os), el portero del Numancia que defender¨¢ la porter¨ªa de Marruecos en Rusia, se entremezcla con el canto de los p¨¢jaros que merodean por el buc¨®lico paraje alpino de Crans Montana (Suiza), donde la selecci¨®n de Marruecos apura su preparaci¨®n para el Mundial. Munir habla un castellano cadencioso. Es uno de los tres idiomas, junto al ¨¢rabe y el ingl¨¦s, con los que se maneja ante la diversidad de procedencias de sus compa?eros de selecci¨®n. De los 23 componentes de la selecci¨®n que representar¨¢ a Marruecos en un Mundial tras 20 a?os de ausencia, ocho han nacido en Francia, cinco en Holanda, dos en Espa?a, uno en Canad¨¢ y otro en B¨¦lgica. Solo seis han nacido en Marruecos y la mayor¨ªa juegan en ligas europeas.
¡°Con los que no entienden bien el ¨¢rabe tratamos de comunicarnos en ingl¨¦s, con otros en franc¨¦s. Se nota la diferencia entre los que nos hemos criado en Espa?a, en Francia o en Holanda porque las educaciones son distintas. Yo he nacido en Melilla, donde conviven en paz cuatro culturas, y este es un ejemplo m¨¢s de integraci¨®n¡±, apunta Munir, que habla de su seleccionador, el franc¨¦s Herv¨¦ Renard, como clave en la convivencia del grupo: ¡°Tiene una mentalidad abierta y se preocupa por conocer y respetar las diferencias que pueda haber¡±. Esta selecci¨®n de Marruecos, que los analistas se?alan como un rival m¨¢s complejo y combativo de lo que se espera, es hija de un exhaustivo rastreo de sus ojeadores por toda Europa. ¡°Yo no creo que tuviera posibilidades de jugar con Espa?a, pero cuando me llam¨® Marruecos, no lo dud¨¦ porque son mis ra¨ªces. Muchos de los que est¨¢n aqu¨ª podr¨ªan haber elegido otras selecciones m¨¢s fuertes o de m¨¢s prestigio, pero han elegido las ra¨ªces y la sangre de sus familiares. Esto tambi¨¦n es una motivaci¨®n extra a la hora de competir¡±, defiende Munir.
¡°Son jugadores que han nacido en Europa. Han crecido y se han formado en clubes europeos. El trabajo que hemos hecho ha sido el de captar a estos futbolistas. Es algo que se est¨¢ haciendo desde hace muchos a?os, pero que se ha intensificado desde 2014, cuando cambi¨® el presidente de la federaci¨®n¡±, apunta Rabie Takassa, ojeador de la federaci¨®n marroqu¨ª en Espa?a, Alemania e Italia. ¡°El proceso de captaci¨®n no es f¨¢cil en algunos casos. Son jugadores que se sienten tambi¨¦n europeos y pueden sentirse espa?oles, franceses, holandeses... Algunos se decantan por jugar con Marruecos pese a tener nivel para hacerlo con selecciones europeas, como es el caso de Hakim Ziyech, del Ajax, o de Achraf, del Madrid. Por ejemplo, cuando a este ¨²ltimo le lleg¨® la opci¨®n de jugar con Marruecos ten¨ªa una propuesta de la selecci¨®n espa?ola sub-19¡±, prosigue Takassa, que apunta al caso de Munir El Haddadi: ¡°Hay casos que a ellos les hacen reflexionar, como es el caso de Munir. ?l jug¨® un solo partido con Espa?a y ya no es internacional con Espa?a ni lo puede ser con Marruecos. Los jugadores tienen que pensar tambi¨¦n a largo plazo, si van a poder ser convocados m¨¢s veces o solo en ese momento de auge¡±.
Esta Marruecos tambi¨¦n es fruto de la inmigraci¨®n en la que se apoya la supervivencia del talento surgido del f¨²tbol de la calle. El ocio tecnol¨®gico y el exceso de celo paternal han enclaustrado a la infancia occidental en temerosas urbanizaciones acotadas que han encerrado al f¨²tbol infantil en el academicismo de las escuelas y los centros de tecnificaci¨®n. ¡°La mejora de las instalaciones est¨¢ bien, igual que te ense?en las t¨¢cticas, pero el f¨²tbol tambi¨¦n es instinto y este se desarrolla en la calle¡±, defiende Munir.
¡°Siempre nos hacemos la misma pregunta: ?Por qu¨¦ de los dos millones de marroqu¨ªes que viven fuera de Marruecos salen m¨¢s jugadores de f¨²tbol que los 35 millones que est¨¢n en el pa¨ªs? El problema no reside en que los han nacido en Europa tengan m¨¢s talento, la diferencia est¨¢ en la formaci¨®n, en cuidarlos. Antes de 2014 no hab¨ªa ni siquiera direcci¨®n t¨¦cnica. Ahora queremos sacar jugadores del mismo nivel que Achraf, Amrabat o Fajr desde Marruecos y por eso la direcci¨®n t¨¦cnica de la federaci¨®n est¨¢ enfocada en la formaci¨®n en nuestro pa¨ªs. Para ello hemos construido cuatro centros de formaci¨®n regionales. Se les est¨¢ exigiendo a los clubes un centro de formaci¨®n propio donde los jugadores puedan alojarse y estudiar. No es un trabajo a corto plazo, pero en pocos a?os saldr¨¢n jugadores de Marruecos de mucho nivel. De hecho, ya est¨¢ pasando con la academia de Mohamed VI, que en siete a?os ha dado muy buenos jugadores como Hamza Mendy, lateral del Lille o Youssef En-Nesyri, delantero del M¨¢laga¡±, concluye Takassa.
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