Espa?a se adapta a Diego Costa
Hierro insiste en la idea de Lopetegui de dar la titularidad al punta, goleador doble ante Portugal, contra la opini¨®n de algunos de los jugadores m¨¢s influyentes
Despedido Julen Lopetegui de manera fulminante, se sucedieron las reuniones de los jugadores de Espa?a para debatir sobre las necesidades del equipo y las soluciones que ofrecer¨ªa el nuevo seleccionador. La cuesti¨®n m¨¢s recurrente fue el delantero centro: ¡°?Quitar¨¢ Hierro a Costa?¡±, se preguntaban. La respuesta la conocieron en la tarde bochornosa de Sochi, en la concentraci¨®n junto a la playa del Mar Negro. El nuevo t¨¦cnico mantendr¨ªa el plan conservador de Lopetegui: Nacho por Odriozola, Koke por Thiago y Costa en lugar del hombre que prefer¨ªan casi todos: Iago Aspas.
Dec¨ªa Lopetegui que as¨ª se manten¨ªa el estilo de posesi¨®n y presi¨®n alta. Pero esto siempre fue una verdad a medias. Desde el Mundial de Brasil la plantilla ha verificado que el estilo que dio la gloria a Espa?a entre 2008 y 2012 no admite dudas envueltas en el discurso del mestizaje enriquecedor. Exactamente lo que ha venido ocurriendo desde 2014 con la introducci¨®n de jugadores de m¨¢s peso f¨ªsico que futbol¨ªstico, gente apta para modelos contragolpeadores, esquemas en los que Iniesta, Busquets, Silva, Isco o Alba se encuentran inc¨®modos. La primera jugada del partido fue la clase de circunstancia que desalienta a estos futbolistas. Silva pele¨® con Guerreiro, le rob¨® la pelota, le puso el pase a Costa, y en lugar de desmarcarse el punta se fue a chocar con Ponte, perdi¨® el bal¨®n y oblig¨® a todos sus compa?eros a regresar a su campo a meterse en eso que llaman ¡°bloque medio¡±. Nacho y Koke defienden mejor as¨ª, pero el resto no. Y, parad¨®jicamente, le toc¨® a Nacho aparecer en los carteles cuando le hizo penalti a Cristiano.
Los analistas que trabajan para los grandes clubes europeos emplean un m¨¦todo infalible para determinar la adaptaci¨®n de los atacantes al modelo de juego. Se trata de medir el ratio de goles y asistencias por minuto jugado en un m¨ªnimo de tres partidos. La informaci¨®n opera en las bases de datos de la federaci¨®n. La conoc¨ªa Lopetegui y la conoce Hierro. Hasta el debut en el Mundial, era tan abrumadora que resultaba imposible pasarla por alto. El promedio global de la participaci¨®n en goles (asistencias y tantos) de Costa con Espa?a era de una acci¨®n cada 151 minutos; el de Rodrigo de una cada 112 minutos; y el de Aspas de una cada 35 minutos.
En los ¨²ltimos tres partidos disputados antes del torneo de Rusia, los que deber¨ªan determinar el nueve titular, la brecha aumenta: Costa meti¨® un gol o dio una asistencia cada 67 minutos; Rodrigo cada 156 minutos; y Aspas cada 21 minutos. El hecho de que Aspas nunca hubiese sido titular, jugando como extremo la mayor¨ªa de las veces, y nunca superando la hora de acci¨®n, aumenta su consideraci¨®n de futbolista m¨¢s adaptado al modelo espa?ol, a la luz de los datos. Pero Hierro insisti¨®.
Cambio de patr¨®n
La decisi¨®n de poner a Costa afect¨® al desarrollo del juego, rest¨® afinidades entre los futbolistas, y rebaj¨® la fluidez con la pelota que le ha permitido a Espa?a defender en campo contrario de forma segura. La selecci¨®n encaj¨® tres goles y replic¨® con el 1-1 al contragolpe, el 2-2 a bal¨®n parado y el 3-2 desde fuera del ¨¢rea. El patr¨®n cambi¨®. Para bien de Costa.
El equipo tuvo m¨¢s posesi¨®n que Portugal pero estableci¨® el eje en su propio campo, en donde Koke vive a gusto. Cuando Espa?a atac¨® salt¨® l¨ªneas. Con centros de Isco para que Costa la bajara de cabeza y Silva entrara a rematar; o con Alba lanzando balones largos para que Costa desafiara a Pepe y Fonte.
Cuatro a?os llevan insistiendo los seleccionadores en incrustar al tanque en una comunidad de veh¨ªculos ligeros. Silva, Iniesta, Alba y Busquets no han podido olvidar que con el nueve cayeron 1-5 en Bah¨ªa, contra Holanda, en el partido inaugural de la Copa del Mundo de 2014. Pero el hombre, poco a poco, da muestras de cierta adaptaci¨®n. ¡°Diego est¨¢ muy bien desde que lleg¨®. Hoy entend¨ªamos que nos pod¨ªa ayudar mucho y ha hecho un trabajo de desgaste terrible con los dentrales rivales¡±, se?al¨® Hierro.
Diego Costa, de 29 a?os, solo hab¨ªa metido dos tantos una vez en este ciclo: a Liechtenstein en el primer encuentro de la fase de clasificaci¨®n, en 2016. Su arranque en Sochi le sirve para reivindicarse, para mejorar su estad¨ªstica, y para justificar la decisi¨®n de Hierro de prolongar la apuesta de sus predecesores, Del Bosque y Lopetegui. Contra la voluntad de un grupo muy influyente del vestuario, y, tal vez, contra la naturaleza de los futbolistas que han definido el estilo de Espa?a.
Como avis¨® Silva: ¡°Nos tendremos que adaptar¡±.
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