Alemania arde en Vatutinki
La derrota ante M¨¦xico desata una crisis en la que se cuestiona el inmovilismo de L?w y la baja forma de ?zil y Khedira
Arde Alemania. La inesperada derrota ante M¨¦xico ha desatado una crisis de dimensiones insospechadas en la selecci¨®n campeona del mundo. Las feroces cr¨ªticas que se vierten desde el pa¨ªs teut¨®n se focalizan en el inmovilismo del seleccionador Joachim L?w y el bajo estado de forma mostrado por algunos de los futbolistas que se consagraron campeones del mundo hace cuatro a?os en Brasil.
Los centrales Boateng y Hummels, Khedira y ?zil est¨¢n bajo sospecha. En el ambiente est¨¢ saber hasta d¨®nde llegar¨¢ L?w. Si operar¨¢ con decisi¨®n, o mantendr¨¢ a la mayor parte del bloque de veteranos que permanecen desde 2014. Hay una demanda enfurecida desde los medios alemanes para atajar con cambios los males que algunos futblistas revelaron compungidos en la sala zona mixta del estadio Luznihki.
¡°En el amistoso contra Arabia Saud¨ª nos ocurrieron cosas que volvieron a pasar ante M¨¦xico. Boateng y yo est¨¢bamos solos en cada p¨¦rdida de bal¨®n. No puede ser que si hablamos antes de esto, vuelva a suceder¡±, se lamentaba Hummels.
Las palabras del director deportivo Oliver Bierhoff inflamaron a¨²n m¨¢s las cr¨ªticas: ¡°M¨¦xico jug¨® de una manera distinta a la que esper¨¢bamos¡±. L?w tiene a su disposici¨®n un grupo de analistas que no supieron anticiparse a la propuesta mexicana. El primer c¨®rner a favor de Alemania destap¨® el desconcierto denunciado por Hummels y la ignorancia comentada por Bierhoff. M¨¦xico decidi¨® la inusual estrategia de dejar descolgados en la l¨ªnea del centro del campo a Lay¨²n, Vela y Lozano, sus tres futbolistas m¨¢s r¨¢pidos. La presencia del tr¨ªo llen¨® de dudas a Hummels y Boateng, que no sab¨ªan si subir a rematar el c¨®rner o quedarse a defender esa amenaza real de contragolpe.
El t¨¦cnico colombiano Juan Carlos Osorio lleg¨® a una conclusi¨®n simple, pero demoledora. Para derrotar a Alemania no hace falta entretenerse con la pelota en exceso, sino que bastaba con buscar la espalda de Khedira. Eso es lo que hizo M¨¦xico. Ante la ausencia de compromiso para correr hacia atr¨¢s de sus volantes, la cat¨¢strofe alemana no fue mayor porque M¨¦xico no estuvo fino en los metros finales de algunas contras claras.
Osorio tambi¨¦n destap¨® a una selecci¨®n previsible. Su met¨®dico estudio del rival le depar¨® adivinar los cambios de L?w (Julian Brandt, Mario G¨®mez y Marco Reus). El d¨ªa antes hab¨ªa preparado una defensa de tres centrales para detener la carga alemana de centros al ¨¢rea buscando la cabeza del tanque G¨®mez.
Con los futbolistas alemanes en un inusual d¨ªa libre decretado por L?w, nadie habl¨® ayer. Incluso la rueda de prensa de Philippe Lahm, el capit¨¢n que levant¨® la Copa del Mundo de Brasil, fue suspendia por la federaci¨®n. Lahm formaba parte de un acto de promoci¨®n de la candidatura de Alemania a organizar la Eurocopa de 2024, pero ante el temor de que su comparecencia se centrara en una bater¨ªa de preguntas sobre el tsunami generado por la derrota ante los mexicanos los dirigentes alemanes optaron por suspenderla.
La derrota tambi¨¦n ha hecho asomar el descontento de los futbolistas por el lugar de concentraci¨®n. Hace cuatro a?os, la federaci¨®n orden¨® construir en Bah¨ªa un lujoso complejo llamado Ciudad Bah¨ªa. Ahora viven en un austero hotel de ladrillo visto en Vatutinski, a las afueras de Mosc¨². En corrillos se quejan del aburrimiento y de las pocas actividades que pueden desarrollar al aire libre en un paraje donde una autopista y los grises bloques de pisos de construcci¨®n de la ¨¦poca sovi¨¦tica les deprimen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.