Mertens, el incomprendido de B¨¦lgica
El falso ¡®nueve¡¯ del N¨¢poles, uno de los l¨ªderes del conjunto de Roberto Mart¨ªnez, lucha por un puesto con Fellaini
Algunas de las p¨¢ginas m¨¢s gloriosas del f¨²tbol est¨¢n escritas por incomprendidos. Se trata de jugadores brillantes postergados por el car¨¢cter, por las circunstancias, o porque necesitan de la mirada fina de alguien que los detecte y les invite a desarrollarse en el microclima adecuado. En 2016, Maurizio Sarri descubri¨® a un incomprendido en el N¨¢poles. Se llamaba Dries Mertens, ten¨ªa 28 a?os, y era el goleador del futuro. Con Mertens ejerciendo de falso nueve en medio de un tr¨ªo que incluye a Callej¨®n y a Insigne, el N¨¢poles no solo pudo desprenderse alegremente de Higua¨ªn sino que se convirti¨® en el primer competidor de la Juve en la lucha por el scudetto. Solo le falt¨® una buena defensa para dar el paso definitivo.
B¨¦lgica se benefici¨® del tesoro que descubri¨® el entrenador del N¨¢poles. Con Mertens articulando el mediocampo y la delantera, la selecci¨®n m¨¢s prometedora y m¨¢s decepcionante del ¨²ltimo ciclo mundialista comenz¨® a comportarse como un equipo arm¨®nico.
Heredero en 2016 del inexplicable proceso de Marc Wilmots, t¨¦cnico atrabiliario en el mejor de los casos, el espa?ol Roberto Mart¨ªnez administr¨® el descubrimiento con inteligencia. A partir de Mertens los belgas se impregnaron del dinamismo que no exhib¨ªan cuando llegaban los grandes torneos. El biso?o equipo de aventureros individualistas de Brasil 2014 y Francia 2016 comenz¨® a sortear dificultades con alegr¨ªa. No faltaron jugadores rescatados por el nuevo tir¨®n. Eden Hazard, el primero.
El regateador europeo m¨¢s desequilibrante que existe acab¨® la temporada bien f¨ªsicamente pero esquilmado moralmente. Como casi todos los futbolistas del Chelsea, debi¨® hacer un esfuerzo para reengancharse. Con el empuj¨®n de Mertens se fue metiendo en competici¨®n. Como el resto de sus compa?eros, llega a la cita con Brasil en Kaz¨¢n con grandes probabilidades de alcanzar el punto m¨¢ximo de la curva del rendimiento. En gran parte se lo debe a Mertens, transformado en el mayor socio de Kevin de Bruyne. El que fuera extremo del Wolfsburgo se ha metamorfoseado racias a Guardiola en uno de los organizadores m¨¢s completos de la Copa. La afinidad con Mertens ha sido inmediata.
Los pi?ones comenzaban a encajar en los engranajes de B¨¦lgica cuando se enfrent¨® a Jap¨®n en los octavos de final. Entonces se precipitaron los problemas. Explotando los desajustes del desconcertante esquema defensivo belga de tres centrales, los japoneses se adelantaron en el marcador hasta obtener una ventaja que no hab¨ªa sido salvada en una gran competici¨®n en el presente siglo: 0-2. En un intento por remediarlo aprovechando el contraste f¨ªsico, en el minuto 75 Mart¨ªnez meti¨® a Arouane Fellaini a cabecear todo lo que volara. El 2-2, un cabezazo de Fellaini, provoc¨® un estallido en la hinchada y encauz¨® la remontada (3-2) y la clasificaci¨®n. De paso, sembr¨® una duda existencial en el equipo en el peor momento posible. Justo antes del duelo con el rival m¨¢s dif¨ªcil: ?Fellaini o Mertens?
Ins¨®lito desde 1996
Sobre el campo, el talludo Fellaini hizo muy poco adem¨¢s de cabecear el centro de Hazard que acab¨® en la red, imponi¨¦ndose con facilidad a los peque?os zagueros de Jap¨®n. Mucho m¨¢s hizo en la conciencia colectiva de una hinchada que observa al atacante del United como un recurso de fuerza. Alguien m¨¢s necesario que nunca para contrarrestar a Brasil.
¡°Lo que hicimos contra Jap¨®n¡±, explic¨® Mart¨ªnez, ¡°es algo que est¨¢ al alcance de muy pocas selecciones. Para ver una remontada de dos goles en contra en la fase final de un gran torneo tienes que irte al Euro de 1996. Si no tienes algo especial no puedes recuperarte de algo as¨ª. No hay nada m¨¢s duro que remontar un 2-0¡±.
Una de las medidas m¨¢s complicadas que adopt¨® Roberto Mart¨ªnez cuando asumi¨® como seleccionador fue relegar a Fellaini a los papeles secundarios. No fue f¨¢cil porque Fellaini, junto con Vermaelen, Alderweireld y Kompany compon¨ªan el n¨²cleo duro que gobierna el vestuario. Ayer le preguntaron si se planteaba sentar a Mertens de entrada para reforzar al equipo con Fellaini y su respuesta dio pocas pistas, adem¨¢s de esquivar la defensa de Mertens.
¡°Si ganas una competici¨®n como el Mundial¡±, dijo el espa?ol, ¡°no lo puedes hacer solo con los once titulares. Necesitas a toda la plantilla. Fellaini es un ejemplo a la hora de afrontar la adversidad. Quiere contribuir. La diversidad es una de nuestras fuerzas. Tenemos diferentes formas de atacar y es importante que la mentalidad de los jugadores sea la adecuada para intervenir causando el mayor impacto. Fellaini hizo exactamente eso saliendo del banquillo. Es la mentalidad si queremos imponernos a Brasil¡±.
La cr¨ªtica belga recrimina a Mertens por no hacer goles ¡ªlleva uno, contra Panam¨¢¡ª pero omite la cantidad de maniobras que va hilando sin detenerse, con y sin la pelota, permitiendo que sus compa?eros avancen con m¨¢s claridad hacia la porter¨ªa contraria.
Baja un rumor desde la grada pidiendo al espigado Fellaini. Es, claramente, un jugador f¨¢cil de ver. Dries Mertens parec¨ªa invisible hasta 2016.
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