El escenario ideal para reivindicar un legado
El Espa?a-Italia evoca que algunas de las mejores leyendas se han construido tambi¨¦n a partir de dolorosas derrotas como la sufrida en la Picornell en 1992
Hay deportes mal llamados minoritarios cuya promoci¨®n depende de su capacidad competitiva y especialmente de sus ¨¦picos partidos en las grandes citas; imposible trascender si no se pone d¨ªa, hora, rival y cara al encuentro. No cuentan hasta que se suben al podio y su impacto medi¨¢tico es relativo si no son televisivos, su reglamento no ha sido divulgado y no provocan pol¨¦mica, como ocurre en el f¨²tbol con el Var. Hablar¨ªamos por ejemplo del waterpolo y de la final ol¨ªmpica a primera hora de la tarde del domingo 9 de agosto 1992.
Muy pocos equipos han sido tan queridos como aqu¨¦l de los Juegos de Barcelona que compiti¨® por el oro con Italia. Jugaban estupendamente, su imagen era muy llamativa y se confiaba tanto en su victoria que la final se program¨® como acto prioritario de la jornada de clausura con la marat¨®n en Montju?c. La pujanza del deporte espa?ol se reflejaba entonces en la selecci¨®n entrenada por el croata Matutinovic y liderada por Estiarte y Roll¨¢n, s¨ªmbolos del mestizaje Barcelona-Madrid. Espa?a, sin embargo, perdi¨® por 9-8 despu¨¦s de tres pr¨®rrogas con un gol de Gandolfi.
Algunas de las mejores leyendas se han construido tambi¨¦n a partir de dolorosas derrotas como la sufrida en la Picornell. La selecci¨®n se convirti¨® en hegem¨®nica durante los a?os noventa y alcanz¨® por fin el oro en Atlanta 96. No fue una casualidad sino que el ¨¦xito respond¨ªa al esfuerzo de varios clubes, especialmente el Barcelona y el Catalunya, al talento de muchos jugadores y al dinero invertido por la administraci¨®n y al plan ADO. El waterpolo triunf¨® por el empe?o de muchos an¨®nimos y pioneros como Marculescu, Jan¨¦ o Esteller.
Aunque no lo parezca, entonces tambi¨¦n estaban figuras hoy presentes como Pere Robert y Rafa Aguilar. Ocurre que cuando se no se gana, el waterpolo deja de ser noticia hasta que vuelve a competir por el podio como pasa ahora en el Europeo de Barcelona. Un nuevo partido en la Picornell y otra vez contra Italia despu¨¦s de un tiempo de silencio que se remonta a la plata en el Mundial de Roma 2009. Y tambi¨¦n regresa Campagna, autor del gol que clasific¨® a Italia ante la CEI (Equipo Unificado) para la final de 1992 y ahora seleccionador del Settebello.
Campagna le marc¨® dos goles a Roll¨¢n. El partido, de todas maneras, acab¨® con un tiro al palo de Oca, hoy seleccionador del equipo femenino de Espa?a. Los italianos han sido m¨¢s regulares desde Barcelona-92. Han variado el perfil del equipo y el sur, representado por el Posillipo de N¨¢poles, ha perdido presencia respecto al centro y al norte, terreno del Brescia y Pro Recco. Tambi¨¦n ha aprovechado la pol¨ªtica de nacionalizaciones y jugadores muy conocidos en Barcelona como Molina y Echenique juegan contra L¨®pez Pinedo. Italia invierte m¨¢s que Espa?a.
La escuadra azzurra no acostumbra a fallar en los torneos de mayor exigencia, al igual que Serbia, Montenegro o Croacia. La sorpresa es la presencia del equipo de David Mart¨ªn. Los recursos son mucho m¨¢s limitados en el equipo espa?ol a pesar de la competitividad del Atl¨¨tic Barceloneta, nuevo vivero de la selecci¨®n desde que en la mayor¨ªa son m¨¢s sociales y menos deportivos en Catalu?a. El waterpolo, sin embargo, no desfallece y la nueva generaci¨®n precisa de un escaparate como el Europeo para darse a conocer antes de llegar a los Juegos de Tokio.
La heroicidad no consiste en disputar unas semifinales sino en sobrevivir al d¨ªa a d¨ªa de la Liga ya sea con Iv¨¢n P¨¦rez o con Perrone. Espa?a sab¨ªa que su cita con Barcelona y un cruce contra Italia eran el escenario ideal para reivindicar el legado iniciado en los Juegos del 92. El waterpolo est¨¢ de vuelta en TV.
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