Felicidad y amargura del atletismo espa?ol en Berl¨ªn
La selecci¨®n con m¨¢s representantes ofrece cifras impresionantes en el apartado de finalistas, pero las diez medallas no las ganaron los atletas m¨¢s populares
Al d¨ªa siguiente, de nuevo el relevo. El recuerdo. Espa?a fue campeona de Europa durante 2m y 55s. Le siguieron a los casi tres minutos maravillosos de felicidad como segundos que fueron como cinco gotas de amargura. Espa?a acab¨® tercera. Gan¨® el bronce. Y en la carrera, en su desarrollo y en su resultado, encuentra Ram¨®n Cid, el director t¨¦cnico nacional, un s¨ªmbolo perfecto de lo que es el atletismo espa?ol. ¡°Somos la leche pero no somos la releche¡±, dice Cid. ¡°Todo es muy sufrido, muy ag¨®nico. Hasta la medalla de Carro. La felicidad absoluta no la tendremos nunca. Pero me cuesta tener una respuesta ¨²nica y universal para nuestra actuaci¨®n¡±.
M¨¢s all¨¢ de las met¨¢foras, la actuaci¨®n de la selecci¨®n espa?ola m¨¢s numerosa y m¨¢s euf¨®rica de la historia reciente, la resume Cid en datos, porque el atletismo son datos: en las 10 medallas obtenidas ¡ª¡±con la trampa o sin la trampa de contar o no las medallas de la marat¨®n por equipos, estamos dentro de las previsiones¡±¡ª; en el cuarto puesto en el r¨¢nking por puntos, el que cuantifica el n¨²mero y la posici¨®n de los finalistas (los ocho primeros de cada prueba), solo superada Espa?a por las cuatro grandes: Alemania, Reino Unido, Polonia y Francia.
¡°Estamos en esta tabla por encima de nuestros iguales, Francia o Italia, que no son nuestros iguales, que manejan unos presupuestos salvajes, tienen una poblaci¨®n de 70 millones y se supone que todo lo hacen bien...¡±, reflexiona Cid. ¡°Todos nos dicen que tenemos que aprender de ellos y de repente veo que estamos en puntos como ellos. Tenemos que ser cr¨ªticos, s¨ª, y no cre¨¦rnoslo, pero algo haremos bien, ?no?¡±
Con el campeonato a¨²n caliente, y las emociones a¨²n lastrando los juicios, que deben ser fr¨ªos como los cad¨¢veres, el responsable t¨¦cnico espa?ol no quiere agarrar el escalpelo del forense para efectuar un an¨¢lisis detallado de lo que considera actuaciones malas, regulares y buenas en un equipo de 96 atletas, 96 mundos. Reconoce, sin embargo que, quiz¨¢s embobado por los resultados y el ambiente de los campeonatos de Espa?a de Getafe, se dej¨® llevar por el optimismo y previ¨® que se pod¨ªan conseguir 17 medallas en Berl¨ªn, para superar el r¨¦cord hist¨®rico, desde 2002 las 15 medallas de M¨²nich, cuando los tiempos turbulentos. ¡°Lo reconozco, me pas¨¦ un poco en los pron¨®sticos, llevado quiz¨¢s por un poco de falta de humildad¡±, dice. ¡°?bamos a un campeonato de Europa, no a uno auton¨®mico. Quiz¨¢s nos vinimos un poco arriba. Y, adem¨¢s, era un campeonato A, con todos los pa¨ªses con sus mejores atletas, no uno B, como los de a?os ol¨ªmpicos¡±.
Junto a las medallas falsas, las de los maratones, que se suman porque as¨ª lo hace el r¨¢nking oficial, pero a las que se dejaba de lado a la hora de pronosticar aquellas 17 inalcanzables, Espa?a ha conseguido ocho medallas: dos de oro (los marchadores Mar¨ªa P¨¦rez y ?lvaro Mart¨ªn), dos de plata (el obstaculista Fernando Carro y el marchador Diego Garc¨ªa), y cuatro de bronce (la triplista Ana Peleteiro, la marchadora Julia Takacs, el vallista Orlando Ortega y los relevistas de 4x400).
Los cuatro toreros
¡°Las cifras son como los n¨²meros macroecon¨®micos que te dice el ministro que vamos bien y la gente anda que no llega a final de mes... Y en esto¡ Por finalistas, quintos, pegados a Francia...¡±, recuerda. ¡°Eso me sorprende y digo, qu¨¦ buenos somos, y por otro lado, digo, me cago en diez, por qu¨¦ nos fallan estos. Por qu¨¦ han fallado aqu¨ª estos cuatro toreros...¡±
Habla de las figuras de la selecci¨®n, de los que sal¨ªan en todas las fotos, los que deber¨ªan haber dado a Espa?a representaci¨®n en el resumen final de los campeonatos. Habla de Bruno Hortelano, Sa¨²l Ord¨®?ez, ?scar Husillos y Javier Guerra, que llegaron a Berl¨ªn encabezando los r¨¢nkings europeos y se van sin medallas individuales. Son las gotas de amargura.
¡°Eran casi las medallas fijas. Cuando comentaba que hab¨ªa 17-18 con probabilidad de medalla empezaba por estos nombres. Hemos respondido en n¨²meros, pero cuando les ponemos cara ha habido actuaciones, no me gusta decir decepcionantes, de gente de la que, es un eufemismo, esper¨¢bamos m¨¢s, y otras todo lo contrario¡±.
El oro en el relevo habr¨ªa ofrecido al mundo la imagen de un atletismo espa?ol personificado en Bruno Hortelano, el ¨²ltimo relevista, el atleta espa?ol cuya historia y personalidad le ofrecen un plus de carisma. Habr¨ªa entrado en la foto general de los campeonatos junto a la de fen¨®menos como los dos adolescentes que tanto anuncian, el noruego Jakob Ingebrigtsen, de 17 a?os, oro en 1.500m y 5.000m o el sueco Armand Duplantis, de 18, que ret¨® y venci¨® a Lavillenie en la p¨¦rtiga, y salt¨® 6,05m.
En los Europeos que reflejaron finalmente la realidad de una Europa multi¨¦tnica e integradora, la reina fue la brit¨¢nica Dina Asher-Smith, y sus tres medallas en velocidad (100m, 200m y 4x100) que reflejan que el Reino Unido es la nueva Jamaica, como Polonia y Alemania viven de sus lanzadores. ¡°Y Espa?a es marcha¡±, resume Cid. ¡°La marcha, pues s¨ª, siempre nos salva, afortunadamente, pero como le salvan los lanzamientos a Alemania o a Polonia o la velocidad a Inglaterra. Cada uno tiene su caladero de ¨¦xitos¡±.
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