Korchn¨®i muestra sus garras

La partida de este v¨ªdeo es muy especial, distinta al resto de la colecci¨®n. Su valor hist¨®rico no se debe tanto a la belleza -aunque no est¨¢ exenta de ella- como a una clar¨ªsima ilustraci¨®n de que incluso los grandes genios, como Anatoli K¨¢rpov, pueden cometer errores u omisiones que los convierten en seres de carne y hueso. En la vig¨¦simo primera partida de la final del Torneo de Candidatos de 1974, en Mosc¨², el futuro campe¨®n del mundo yerra en grande y sufre una derrota humillante que dio gran emoci¨®n a un duelo que parec¨ªa decidido, y que ¨¦l gan¨® finalmente.

Hay otra an¨¦cdota con mucha sustancia en esta partida. Antes de hacer su jugada 18, Korchn¨®i llam¨® al ¨¢rbitro para preguntarle si ten¨ªa derecho a enrocar porque su torre estaba amenazada. La probabilidad de que Korchn¨®i no recordase que su enroque era legal es peque?¨ªsima. Por tanto, la interpretaci¨®n l¨®gica es que, al ver que con esa jugada obten¨ªa ventaja ganadora, quiso regodearse antes de hacerla y aumentar el dolor del golpe que K¨¢rpov estaba a punto de recibir.