Sergio Garc¨ªa rejuvenece con Rubi y el Espanyol tumba al Levante
El delantero de 35 a?os logra el espl¨¦ndido gol que decide en Cornell¨¤ y a¨²pa a los blanquiazules antes de visitar al Real Madrid
El discurso optimista del Espanyol comienza en la sala de prensa con Rubi, concluye en el campo con un equipo liderado por el inoxidable Sergio Garc¨ªa, bien arropado por Granero y Darder, reforzados a partir de jugar con el bal¨®n. A juzgar por la idea de sus entrenadores, el Espanyol-Levante promet¨ªa un duelo tan divertido como intenso. Y no defraud¨®. No se escondi¨® el cuadro granota en Cornell¨¤, intenso sin la pelota, valiente para soltar a sus delanteros. Pero el Espanyol de Rubi no se mueve de su guion, no titube¨® cuando lo visit¨® el poderoso Valencia, mucho menos ante el atrevido Levante de Paco L¨®pez.
Despert¨® remol¨®n el Espanyol en Cornell¨¤. De entrada, el Levante le rob¨® la iniciativa a los muchachos de Rubi. Y no le molest¨®. Es peligroso con espacios, tambi¨¦n con el bal¨®n. El Espanyol tard¨® en aparecer en el duelo en lo que tard¨® en comparecer Sergio Garc¨ªa, siempre asociado a Granero. Anda rejuvenecido el delantero de Buen Pastor y motivado el volante madrile?o, obra del nuevo t¨¦cnico blanquiazul que supo enganchar a dos jugadores t¨¦cnicos, olvidados la temporada pasada en el pragmatismo defensivo de Quique S¨¢nchez Flores.
No era el Levante, en cualquier caso, un rival d¨®cil para el Espanyol. Tan ordenado como atrevido en la zaga, h¨¢bil para lanzar sin pesta?ear al ataque a Boateng y Morales, comandados por Bardhi desde el carril del 10. Lo sab¨ªa Rubi, pero no cambi¨® el plan. Apost¨® por el uno contra uno para defender, sin problemas para Diego L¨®pez cuando los volantes estaban atentos en las coberturas y los extremos sin pereza para recular. Sorprendi¨® la gasolina de Sergio Garc¨ªa a sus 35 a?os y la disciplina t¨¢ctica de Baptistao. Le costaba al Espanyol, sin embargo, encontrar la porter¨ªa de Oier. Lo intentaron Hermoso, Sergio y Baptistao, todos con disparos desde fuera del ¨¢rea, todos resueltos por Oier. Igual de seguro el exportero del Barcelona para negarle el grito de gol a Borja Iglesias.
Inquieto y pele¨®n, todav¨ªa est¨¢ impreciso el exgoleador del Zaragoza con la camiseta blanquiazul. Le fall¨® la punter¨ªa despu¨¦s de que Baptistao le filtrara un gran pase vertical, mismo resultado cuando fue Piatti el que se visti¨® de asistente. Lo que no pudo resolver el llamado a ser el nuevo h¨¦roe blanquiazul, lo resolvi¨® el viejo ¨ªdolo de la hinchada. Intenso Granero para robar el bal¨®n, inmenso Sergio Garc¨ªa para batir a Oier. El 9 recibi¨® el cuero en la medialuna, dej¨® en el camino a Rober Pier y apunt¨® a la escuadra. Ajeno al paso del tiempo, Sergio Garc¨ªa no pierde su magnetismo con el gol ni su ¡®feeling¡¯ con los seguidores del Espanyol.
Entonces apareci¨® Darder. Ausente en el primer acto, omnipresente para dormir el bal¨®n despu¨¦s del paso por los vestuarios. Lo necesitaba el equipo de Rubi. Cuanto m¨¢s apretaba el Levante, m¨¢s encontraban los blanquiazules a Darder. No pudo el Espanyol, sin embargo, liquidar el duelo. Y eso que no le faltaron oportunidades. Tan acertado Oier, como Diego L¨®pez para matar el arrebato final del Levante. El Espanyol se enciende en LaLiga antes de visitar al Real Madrid.
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