Blanca Ares: ¡°Apost¨¦ por otra vida y me sali¨® bien¡±
A base de canastas y talento, se convirti¨® en el primer referente 'medi¨¢tico' del baloncesto femenino espa?ol en tiempos de escasa relevancia de la mujer en el deporte. Lo vivi¨® deprisa y se retir¨® joven
El baloncesto abraz¨® su talento cuando ella lo ve¨ªa solo como un juego y el sacrificio dej¨® de compensarle siendo muy joven. A base de canastas y descaro, Blanca Ares (Madrid, 1970) se convirti¨® en el primer referente medi¨¢tico del baloncesto femenino espa?ol en tiempos de escasa relevancia de la mujer en el deporte. Lo vivi¨® deprisa y despu¨¦s apost¨® por otra vida, aunque sigue respir¨¢ndolo en casa con su marido, el seleccionador nacional, Sergio Scariolo, y con uno de sus dos hijos, Alessandro, promesa del Unicaja.
Pregunta. ?C¨®mo fueron sus inicios en el baloncesto?
Respuesta. Un poco por casualidad. Destinaron a mi padre a trabajar en El Corte Ingl¨¦s de Las Palmas, nos mudamos toda la familia a Gran Canaria y ah¨ª empez¨® todo. Era alta para mi edad, con 12 o 13 a?os ya med¨ªa 1,80m, y un d¨ªa tras el colegio conoc¨ª a Domingo D¨ªaz y Bego?a Santana, que ya eran unos maestros en la formaci¨®n de jugadores. All¨ª descubr¨ª el baloncesto. Lo vi como una manera de poder hacer amigas y de crear v¨ªnculos en un sitio nuevo, como algo l¨²dico. Lo primero que hicieron fue darme un cepillo para barrer la pista al aire libre del barrio de Escaleritas donde jug¨¢bamos [risas]. As¨ª empec¨¦.
P. ?Y cu¨¢ndo comenz¨® a verlo como una opci¨®n de futuro?
R. Nunca lo vi como una opci¨®n seria. Pero a veces, si est¨¢s tocado con una varita o tienes un talento especial, apuestan por ti. Ni me lo esperaba ni me lo cre¨ªa cuando fui dando pasos.
P. Entre esos pasos, la llamada de la selecci¨®n con 17 a?os.
R. Fue otro cambio brusco porque pas¨¦ de un club muy familiar a una concentraci¨®n de ¨¦lite para preparar los Juegos del 92. Por aquel entonces jug¨¢bamos en Primera pero no gan¨¢bamos un duro. Con jugar con las mayores ya ¨¦ramos felices. Entr¨¦ en el programa de captaci¨®n de talento que se hizo y el primer dinero que gan¨¦ fue gracias al plan ADO en la preparaci¨®n ol¨ªmpica.
P. ?C¨®mo fue aquel proyecto?
R. Gigantesco. Exist¨ªa la conciencia nacional de que pod¨ªa ser un punto de inflexi¨®n para el deporte espa?ol y se hizo una gran apuesta. Durante cuatro a?os vivimos en un r¨¦gimen espartano. Entren¨¢bamos a todas horas, dos o tres por la ma?ana y luego por la tarde otra vez, se hizo mucho hincapi¨¦ en la preparaci¨®n f¨ªsica¡ No pens¨¢bamos en otra cosa. Nos preparamos a conciencia. Fue un trabajo intensivo y exhaustivo. Tanto que algunas veces estuvimos a punto de tirar la toalla. Muchas no pod¨ªamos m¨¢s. Era una presi¨®n psicol¨®gica muy fuerte y constante.
P. ?Merecieron m¨¢s que el diploma ol¨ªmpico?
R. S¨ª. El quinto puesto fue una gran decepci¨®n para todas. Pero tuvimos la fuerza de no desistir y encontrar el premio un a?o m¨¢s tarde con el oro en el Europeo de Perugia. Subir al podio con ese oro fue la sensaci¨®n m¨¢s grande que pudimos vivir. Me emociona recordarlo. Nos quitamos la presi¨®n de jugar en casa y todo fue bien. En Barcelona ¨¦ramos un equipo muy joven y, visto con perspectiva, nos pes¨® la responsabilidad.
P. Las declaraciones de todas tras aquel triunfo ya eran una reivindicaci¨®n de visibilidad.
R. S¨ª. Pero escuchas a las jugadoras de ahora y a figuras individuales como Mireia Belmonte o Garbi?e Muguruza y te das cuenta de que tampoco se ha avanzado tanto. A la mujer le sigue costando mucho m¨¢s que al hombre llegar a ser reconocida en el mundo del deporte. Hay un claro machismo y todav¨ªa hay que esforzarse el doble para conseguir la mitad. Aquella medalla no tuvo la repercusi¨®n merecida. No es que estuvi¨¦ramos en el anonimato, pero apenas hab¨ªa seguimiento. Yo la verdad no me pude quejar. Quiz¨¢ era a la que m¨¢s bola daban, pero comparar mi repercusi¨®n con la que tuvieron Arantxa S¨¢nchez Vicario o Conchita Mart¨ªnez era rid¨ªculo. La medalla del 93 me sirvi¨® para ir despu¨¦s a alg¨²n concurso de la tele, pero mucha gente no nos hab¨ªa visto jugar en la vida. El baloncesto femenino estaba muy poco considerado.
P. ?Por qu¨¦ se retir¨® tan joven?
R. No me compensaba seguir jugando. Lo dej¨¦ con 26 o 27 a?os, cuando era la mejor jugadora de Europa. En Espa?a no hab¨ªa grandes proyectos ni presupuestos. Para dedicarme profesionalmente al baloncesto ten¨ªa que marcharme al extranjero. Clubes que pagaran bien estaban el Dorna y el Pool Getafe. Estuve en los dos y el horizonte estaba fuera.
P. ?No le quedaban fuerzas?
R. Estaba ya hastiada del baloncesto. Los cuatro a?os de concentraci¨®n ol¨ªmpica me machacaron. Notaba que hab¨ªa hecho muchos sacrificios desde muy joven, me faltaban muchas etapas por cerrar y las echaba de menos, no quer¨ªa seguir dedic¨¢ndome en cuerpo y alma al baloncesto por tan poca recompensa.
P. ?Le dio m¨¢s al baloncesto que el baloncesto a usted?
R. No, qu¨¦ va. He sido muy feliz, he conocido gente maravillosa y he formado mi car¨¢cter como persona en el mundo del baloncesto, pero dije basta cuando ten¨ªa que decirlo. He tenido una vida personal bastante satisfactoria y completa y apost¨¦ por mi vida personal m¨¢s que por la profesional.
P. ?Cu¨¢ndo repasa aquella etapa lo hace con nostalgia?
R. No. No lo echo de menos. Ahora veo mucho m¨¢s el baloncesto masculino que el femenino, aunque tambi¨¦n lo sigo. Disfruto mucho siguiendo a mi hijo, que juega en el j¨²nior del Unicaja. Cada persona tiene sus prioridades y para m¨ª el baloncesto dej¨® de ser una de ellas. Me sirvi¨® para conocer sitios maravillosos y descubrir sensaciones incre¨ªbles como la adrenalina de ganar, pero hab¨ªa otras prioridades en la vida.
P. ?En su casa hablan mucho de baloncesto?
R. En mi casa se respira baloncesto constantemente, sobre todo gracias a mi hijo y a mi marido. Vemos muchos partidos, hablamos con Alessandro de su equipo, pero tampoco estamos todo el d¨ªa en ello. Le intentamos aconsejar, como hacen todos los padres, pero sin entrar en la parte t¨¦cnica o t¨¢ctica, para eso est¨¢n sus entrenadores. Ser hijo de personas que son referentes del baloncesto no es f¨¢cil aunque ¨¦l lo lleva bien porque es muy inteligente como su hermana Carlota.
P. ?Y es de las que miran mucho los ¨¢lbumes?
R. Bueno. Tengo una enciclopedia que me regal¨® mi marido en uno de nuestros aniversarios. Fue el mejor regalo que me pod¨ªa haber hecho. Se lo curr¨® much¨ªsimo y estuvo recopilando todas las fotos y art¨ªculos de mi etapa de jugadora que se hab¨ªan publicado en todos los medios. Mis hijos no lo miran mucho, pero sus amigos cuando vienen a casa s¨ª lo valoran.
P. ?Qu¨¦ t¨ªtulo le pondr¨ªa a ese libro? ?C¨®mo titular¨ªa su carrera?
R. My way, como la canci¨®n de Sinatra. Siempre lo viv¨ª a mi manera. Mi hijo por ejemplo tiene claro desde peque?o que quiere ser jugador de baloncesto, yo nunca lo sent¨ª as¨ª. Cuando para uno algo no es una prioridad tampoco lo vive de la misma manera. Lo disfrut¨¦ pero quise seguir otro camino. Apost¨¦ por otro tipo de vida y no me puedo quejar, me ha salido bastante bien.
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