Taurasi acaba con el sue?o de B¨¦lgica

Entre el hechizo y la inercia, Estados Unidos alcanz¨® la final del Mundial despu¨¦s de atajar la conmovedora efervescencia de B¨¦lgica con 26 puntos de Diana Taurasi. Hubo partido durante algo m¨¢s de 20 minutos, pero la mejor jugadora del mundo resolvi¨® el dilema competitivo con un tercer cuarto magistral que desmont¨® el plan fantasista de la selecci¨®n europea. Venci¨® el martillo pil¨®n, con m¨¢s suficiencia que alardes. Un Dream Teamque desde 1996 solo ha perdido un partido en Juegos Ol¨ªmpicos y Mundiales, la derrota en semifinales del Mundial de 2006 ante Rusia (68-75). El balance en los ¨²ltimos 22 a?os es 93-1, con solo cinco victorias por una diferencia inferior a los 10 puntos. En Tenerife, una versi¨®n terrenalmente inabarcable de EE UU pelear¨¢ el oro despu¨¦s de haber completado su preparaci¨®n durante el torneo.

B¨¦lgica se present¨® sin complejos en la semifinal y estir¨® su sue?o sin reparar en entrega. Con la direcci¨®n intr¨¦pida de Allemand y la clase infinita de Meesseman (13 puntos en el primer cuarto; 23 al final), las jugadoras de Mestdagh elevaron en varias vueltas de tuerca el nivel de exigencia que se hab¨ªan encontrado hasta la fecha las estadounidenses (26-21, m. 10). Las europeas mejoraron la velocidad de reacci¨®n de su rival y se hicieron con los mandos mientras la armada invencible romp¨ªa a sudar. Puro espejismo.

Con Delle Donne tocada (con un aparatoso vendaje en la rodilla izquierda) y Bird a contrapi¨¦, fueron Taurasi y Steward las que reclamaron los galones. Result¨® suficiente para poner el rodillo en funcionamiento. Equilibraron el rebote y los porcentajes de tiro las belgas y, a pesar de la labor de zapa de Griner, llegaron con vida al descanso, con un solo punto de desventaja. Su primera y ¨²nica victoria (39-40, m. 20). Pero, para entonces, EE UU ya hab¨ªa logrado frenar a Meesseman.

Afin¨® Kim Mestdagh, se dispar¨® Allemand hasta las 12 asistencias e incluso Linskens se permiti¨® la floritura de subir el bal¨®n de punta a punta en un contraataque que desat¨® la algarab¨ªa en la afici¨®n belga. Sin embargo, la aplicaci¨®n gremial de las europeas qued¨® primero compensada y despu¨¦s arrasada por la furia competitiva de Taurasi. En un santiam¨¦n, con 13 puntos y un 3 de 5 en triples en el tramo inicial del tercer cuarto, la ilustre jugadora sac¨® brillo a sus 36 a?os para serenar a su equipo y tomar la rampa de lanzamiento rumbo a la final, donde el USA team buscar¨¢ su 10? oro en 16 participaciones. La diferencia, que no hab¨ªa superado los 5 puntos hasta entonces, se descosi¨® hasta los 16 coincidiendo con el bocinazo del tercer acto (57-73, m. 30). Sin saber exactamente c¨®mo, a B¨¦lgica la carroza se le convirti¨® en calabaza. El tramo final sirvi¨® para que ambos equipos reservaran fuerzas en busca del oro y el bronce respectivamente y para que el Santiago Mart¨ªn homenajeara a la entusiasta selecci¨®n europea.