Tiger, Michael Jordan y una bandera de EE UU que est¨¢ al rev¨¦s
Woods, seguido por la leyenda del baloncesto, no encuentra la manera de brillar en la Ryder
Un detalle curioso llama la atenci¨®n en la equipaci¨®n de Estados Unidos. La bandera americana aparece al rev¨¦s, con el bloque de las estrellas a la derecha en lugar de a la izquierda, en la manga derecha de las camisetas y en la parte derecha de la gorra de los jugadores. La explicaci¨®n no es un error de la marca de ropa que ha dise?ado los uniformes. La raz¨®n hay que buscarla en el Ej¨¦rcito estadounidense. Es una normativa militar, no del gobierno, la que dice que en estos casos las estrellas han de ir en la parte delantera de la bandera, seg¨²n se mira al jugador de frente, porque as¨ª es como se ver¨ªa en el caso de ser movida por el viento.
Con estrellas a un lado o al otro, Tiger Woods se escondi¨® bajo la gorra cuando en el hoyo 13 su bola se fue al agua. As¨ª estuvo unos segundos, derrotado. El Tigre no encuentra la manera de que la Ryder Cup le d¨¦ una alegr¨ªa. El hombre de los 14 grandes y 80 victorias solo ha celebrado una copa frente a Europa, y fue en 1999. Desde entonces son seis derrotas en seis participaciones, y mucho habr¨¢ de remar Estados Unidos para que no cargue con una s¨¦ptima. El historial de Tiger en la Ryder lo dice todo: 13 partidos ganados, 20 perdidos y tres empates. Especialmente nefasta es su racha en los foursomes, la modalidad que exige m¨¢s sinton¨ªa con el compa?ero, lo que nunca ha sido el fuerte de un golfista acostumbrado a levantar un imperio por s¨ª solo: 10 derrotas, m¨¢s que nadie. ¡°F¨ªsicamente estoy bien, pero he jugado mal, y cuando he dado golpes buenos, los rivales los han dado mejores¡±, explic¨® Woods.
Ni siquiera le anim¨® la presencia de otro mito, Michael Jordan, que le sigui¨® durante varios hoyos. La leyenda del baloncesto es un gran aficionado al golf, y ha seguido en varias ocasiones la competici¨®n. Puede que este domingo tambi¨¦n le acompa?e en el partido individual que jugar¨¢ con Jon Rahm, uno de esos j¨®venes que ha crecido admirando sus conquistas, aunque no precisamente en la Ryder.
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