Lamela: ¡°?A qui¨¦n le importa ser conocido a los 12 a?os?¡±
El atacante, gran promesa del f¨²tbol argentino, busca recuperar su mejor versi¨®n en el Tottenham tras superar varias lesiones
Resulta imposible en Buenos Aires regatear al f¨²tbol. En una ciudad con m¨¢s de 60 estadios ¡ªsi se tiene en cuenta su periferia¡ª, la pelota (casi por decreto) se estaciona en cada esquina. Por eso a nadie le extra?a que el quiosquero de confianza hable de un lateral derecho de 15 a?os que deslumbra en las inferiores de Lan¨²s o si el pivote de las sub-17 tiene m¨¢s planta que Fernando Redondo. Y el altavoz se enciende cuando el chaval¨ªn en cuesti¨®n se educa en la cantera de alguno de los clubes grandes, sobre todo si se trata de River, cuna de futbolistas eternos para la hinchada. As¨ª las cosas, en 2004 en Buenos Aires se hablaba de un tal Erik Lamela (Carapachay, 26 a?os).
¡°Son esas situaciones dif¨ªciles de calibrar cuando tienes 12 a?os, te dicen que te van a hacer una entrevista para la tele y a vos te parece genial. No est¨¢s pensando si eso te presionar¨¢ m¨¢s o menos en el futuro, me daba un poco igual¡±, le cuenta Lamela a EL PA?S. ¡°Con el tiempo no analizas y piensas... yo lo ¨²nico que quer¨ªa era jugar en Primera, ?a qui¨¦n le importa ser conocido con 12 a?os?¡±, se pregunta. Su fama, sin embargo, salt¨® el charco. El Bar?a se volv¨ªa a fijar en un zurdo talentoso, esta vez sin problemas para pegar el estir¨®n. ¡°Surgi¨® la posibilidad de ir al Bar?a. El club me explic¨® c¨®mo iba a ser mi vida all¨¢ y me contaron que hab¨ªa un chico argentino, que hab¨ªa llegado con 13 a?os y que en ese momento estaba por debutar en Primera. Dec¨ªan que era muy bueno¡±, recuerda. ¡°Parece que no le erraron con el pron¨®stico¡±, dice, entre risas, el jugador del Tottenham, que hoy se mide al Bar?a. Pero River no quiso saber nada con soltar a su joya. ¡°Me hicieron una especie de mini contrato y con mi familia decidimos quedarnos¡±.
Cerrada su continuidad, en Buenos Aires se abri¨® la ansiedad ver debutar a Lamela en el Monumental. No llevaba tres partidos cuando la marca que lo patrocinaba empapel¨® la capital porte?a con su cara. El futuro ya era presente. Entonces, el problema dej¨® de ser el cu¨¢ndo para ser el c¨®mo. Ya no era cu¨¢ndo debutar¨¢ Lamela en River, sino c¨®mo estaba River cuando debut¨® Lamela. En el barrio de N¨²?ez pas¨® lo que ni el guionista aficionado de Boca m¨¢s sarc¨¢stico pod¨ªa imaginar: el equipo m¨¢s ganador del f¨²tbol argentino perdi¨® la categor¨ªa y no tuvo m¨¢s remedio que desprenderse de su gran promesa. ¡°Tengo muy claro que no me fui bien, pero no ten¨ªa opciones. El club necesitaba vender y yo era su ¨²nico candidato¡±, explica Lamela.
En 2011, llev¨® su zurda para la Roma. Y un a?o m¨¢s tarde se encontr¨®, finalmente, con Messi en la selecci¨®n. ¡°Cuando era chico me gustaba Maradona, por esa cosa que tenemos los argentinos con Diego. Pero a m¨ª no me gusta compararlos. Le aseguro que el f¨²tbol de hoy en d¨ªa es muy dif¨ªcil. Los rivales te estudian cada movimiento, todo se volvi¨® m¨¢s t¨¢ctico y f¨ªsico. Y cuando m¨¢s duro es sacar diferencia en la cancha, ah¨ª aparece Leo y hace lo que quiere. Es incre¨ªble¡±, asegura. No escatima, en cualquier caso, elogios para Totti (compa?ero en la Roma) y Harry Kane.
¡°Con Harry me pasa algo similar a lo que me pas¨® con Totti. Es el l¨ªder del equipo, un jugador fant¨¢stico, pero lo que m¨¢s me sorprende es su personalidad. Y eso, al final, es lo que hace que le tengas m¨¢s aprecio¡±, cuenta Lamela. Y describe el f¨²tbol de su capit¨¢n, principal arma para atacar al Barcelona en Wembley. ¡°Es verdad que cuando se tira atr¨¢s lo hace bien, pero Harry es un nueve de ¨¢rea. El tipo te hace un gol de la nada. Te sorprende, porque quiz¨¢ durante un partido no la toca mucho, pero cuando la toca va adentro¡±, subraya.
Hoy Lamela se quiere sumar al once del Tottenham, suma dos goles en los tres partidos que disputados en la Premier. En el retrovisor quedaron tres a?os en el averno. ¡°El f¨²tbol es hermoso, pero en la vida hay otras prioridades. Mauricio se port¨® muy bien y me dej¨® ir a Buenos Aires¡±, relata el volante. Y explica: ¡°Mucha gente confundi¨® las cosas, el ¨²nico motivo por el que no pod¨ªa jugar era por mi lesi¨®n¡±. Un problema que lo tuvo m¨¢s de un a?o fuera de los campos.
¡°Al principio parec¨ªa que fortaleciendo la zona en el gimnasio y trabajando con el fisio se me iba a pasar. Pero, cuando pasaron cuatro o cinco meses en esa situaci¨®n, fui al club y le dije: ¡®Me opero¡±, explica. Una lesi¨®n m¨¢s cercana al tenis que al f¨²tbol. ¡°Fui a ver a ?ngel Ruiz-Cotorro, el m¨¦dico de Rafa Nadal. ?l me organiz¨® todo, la operaci¨®n con un m¨¦dico de Estados Unidos y la recuperaci¨®n en Barcelona¡±, explica Lamela. Del dolor pas¨® a la ansiedad. ¡°Es duro cuando te dicen un tiempo de recuperaci¨®n y vos ves que se acerca esa fecha, pero no est¨¢s bien¡±. Entonces, volvi¨® a aparecer el Pochettino tranquilizador. ¡°Me cost¨® volver a sentirme bien, pero Mauricio estuvo muy bien y me llev¨® poco a poco¡±, subraya el argentino, antes del duelo de ma?ana ante el Barcelona por la fase de grupos de la Champions. ¡°Me siento muy bien, sin dolor. Al final, lo ¨²nico que quer¨¦s es jugar a la pelota¡±.
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