El sinvivir de Messi
El argentino marca las diferencias contra el Sevilla y a¨²pa al Bar?a al liderato de LaLiga antes de lesionarse en el Camp Nou
La vida es bella con Messi, aunque solo dure un cuarto de hora, el tiempo que necesit¨® el 10 para abatir al Sevilla y aupar al Bar?a al liderato de LaLiga. A la que falta el rosarino, en cambio, el f¨²tbol se convierte en un sinvivir, sobre todo si permanece en la enfermer¨ªa, sin saber qu¨¦ le pasa, por m¨¢s paradas de Ter Stegen y goles de Luis Su¨¢rez que haya en el Camp Nou. No es f¨¢cil reparar en el campo con Messi en manos de los m¨¦dicos en la Ciudad Deportiva. Tampoco se sabe qu¨¦ ser¨¢ del Bar?a ahora que ya es conocido que el rosarino ser¨¢ baja tres semanas y no jugar¨¢ ante el Madrid.
Messi fue el protagonista absoluto del Bar?a-Sevilla. Advirti¨® el rosarino que la jornada invitaba a una declaraci¨®n de intenciones inequ¨ªvoca por parte del Bar?a despu¨¦s de la derrota del Madrid, el empate del Atl¨¦tico y la visita del puntero equipo de Mach¨ªn. Y la respuesta del argentino result¨® categ¨®rica y explosiva como asistente y tambi¨¦n como goleador, indetectable durante un cuarto de hora, martillo pil¨®n del Sevilla, 32 tantos en 35 partidos, el ¨²ltimo anotado anoche en el Camp Nou.
Messi habilit¨® a Coutinho, infalible en el tiro nada m¨¢s tocar la pelota, y poco despu¨¦s ajust¨® un tiro imparable al poste derecho de Vaclik. Y, en medio, Arana remat¨® al palo despu¨¦s de una buena transici¨®n de Benega. El partido estaba muy entretenido por la fluidez ofensiva de los azulgrana y la presi¨®n alta del Sevilla. Messi se relam¨ªa por el espacio concedido y la disponibilidad de Luis Su¨¢rez, hoy m¨¢s jugador de equipo que rematador, mientras apretaban los muchachos de Mach¨ªn.
La felicidad de Messi es tan contagiosa como su dolor, espejo del Bar?a por m¨¢s que la base de datos remite en cada partido a Busquets: si el medio centro pierde la pelota es se?al de que el equipo est¨¢ mal puesto y si asegura el pase significa que funciona el Barcelona. No pintaba mucho Busquets en el encuentro por el ir y venir planteado por el Sevilla, sin control ni posesi¨®n de bal¨®n, y por el contrario disfrutaba Messi. Hasta que sali¨® malparado en un cruce con Mudo V¨¢zquez.
El 10 no finge sino que expresa como ning¨²n futbolista su humor sin reparar en el marcador ni en el campo, abatido en el Camp Nou. No se levantaba Messi, no se sab¨ªa muy bien de qu¨¦ se quejaba, nadie hab¨ªa reparado en la jugada, hasta que se vio que se dol¨ªa del codo, atendido por el doctor Daniel Florit. Las noticias llegaban de forma gradual: del mareo se pas¨® al vendado del brazo y diez minutos m¨¢s tarde a su sustituci¨®n por Demb¨¦l¨¦. Hab¨ªa que continuar el partido sin Messi, sin saber sobre su mal, si llegar¨ªa al cl¨¢sico o se perder¨ªa hasta diez partidos, preso el barcelonismo del miedo y del recuerdo de la lesi¨®n de mes y medio de Puyol.
El f¨²tbol no es el mismo en el Camp Nou sin Messi. Ni siquiera se hab¨ªa preparado seguramente el Sevilla para jugar sin el 10. Le llev¨® mucho tiempo enfocar a Ter Stegen. Menos afectado pareci¨® el Barcelona, liderado por Luis Su¨¢rez y Ter Stegen mientras la hinchada segu¨ªa pendiente de Messi. Los azulgrana cabalgaron a la contra y dispusieron de hasta tres remates ante un vendido Vaclick. No tuvieron punter¨ªa y se alcanz¨® el descanso con el partido abierto y sin saber de Messi.
Nada cambiaba ni nadie se mov¨ªa mientras se examinaba el codo de Messi. El partido vari¨® despu¨¦s de un arre¨®n del Sevilla que acab¨® con una doble parada magistral de Ter Stegen y unas manos de Jordi Alba a centro de Navas. El ¨¢rbitro no apreci¨® penalti en la acci¨®n del azulgrana y pit¨® la falta m¨¢xima cuando Luis Su¨¢rez fue arrollado por Vaclik. No perdon¨® el uruguayo y sentenci¨® al ambicioso y descuidado Sevilla. Los andaluces se hab¨ªan perdido en las dos ¨¢reas, v¨ªctimas finalmente de la pegada del Bar?a.
Un final sorprendente
Arthur y los centrocampistas pasaron pr¨¢cticamente inadvertidos porque los barcelonistas aceptaron el juego del Sevilla. Tampoco hubo noticias como ya es costumbre de Coutinho y se pit¨® al intrascendente Demb¨¦l¨¦. El brasile?o vive exclusivamente de sus bellos y decisivos goles, resguardado en su cuarto de campo, demasiado espectador y poco protagonista, incluso en ausencia de Messsi, y no tuvo sentido de equipo ni del partido Demb¨¦l¨¦.
Tampoco saben descansar los azulgrana con la pelota y prefieren correr e intercambiar golpes, incluso cuando el rival es peligroso como el Sevilla, que hab¨ªa sumado los ¨²ltimos 12 puntos, nada que ver con el Bar?a, atrapado en una racha negativa ¡ªcuatro encuentros sin ganar ¡ªdespu¨¦s del 2-2 con el Girona.
No comparecieron Andr¨¦ Siva ni Ben Yedder y se asent¨® Piqu¨¦. El Sevilla solo acert¨® a marcar despu¨¦s de que un tiro de Sarabia diera en Lenglet. El gol provoc¨® un carrusel de llegadas y un final sorpresa por los tantos de Rakitic y Muriel. Ninguno tuvo incidencia en un partido marcado por el antes y despu¨¦s de Messi. Nada se sab¨ªa a¨²n del rosarino cuando se acab¨® el choque con el Bar?a l¨ªder en v¨ªsperas de recibir al Madrid. Nada parec¨ªa tener m¨¢s importancia que el codo del 10. La incertidumbre dur¨® todav¨ªa un rato: estar¨¢ tres semanas ausente o sea que el cl¨¢sico del domingo se jugar¨¢ sin Cristiano ni sin Messi.
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