Bojan Krkic: ¡°?Fracasado? Jugu¨¦ en el Bar?a y en el Milan¡ me siento afortunado¡±
El delantero catal¨¢n, el goleador barcelonista m¨¢s joven de la historia, repasa su carrera en la que ha jugado en cinco ligas europeas
Hay futbolistas a los que los reflectores los apuntan desde peque?os, el juego pasa a ser un trabajo y la fama un inc¨®modo hu¨¦sped, potenciado, sin medias tintas, cuando el ni?o en cuesti¨®n rompe r¨¦cords en el Camp Nou. El 20 de octubre de 2007, Bojan Krkic se convirti¨® en el jugador m¨¢s joven en marcar con la camiseta del Barcelona, con 17 a?os, un mes y 20 d¨ªas, una marca que le rob¨® a Lionel Messi. Entonces, ya nada ser¨ªa igual. ¡°No me gustaba ser famoso, al contrario¡±, cuenta, a sus 28 a?os. ¡°Hab¨ªa d¨ªas que no pod¨ªa ir de mi casa al Corte Ingl¨¦s. Yo soy de pueblo, mis amigos son los de toda la vida y no me interesa convertirme en alguien que no soy. Estar¨ªa incomodo, ser¨ªa infeliz. Nunca me he dejado llevar por mi personaje. Adem¨¢s, ni siquiera es un personaje que lo construyes t¨², te lo construyen¡±.
Cara de ni?o bueno, educado y goleador del Barcelona, un im¨¢n para el marketing. ¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil es lidiar con las expectativas de los dem¨¢s, ?las m¨ªas? Soy yo el que las marca¡±, reflexiona. Fue precoz, nunca acelerado. ¡°Cuando estaba en la cantera, entren¨¢bamos al lado del Miniestadi. Nunca pensaba en jugar all¨ª, mucho menos en el Camp Nou. Mi ilusi¨®n era el partido del domingo. Cuando llegu¨¦ al Juvenil miraba m¨¢s al Mini y una vez en el Mini, al Camp Nou¡±, recuerda el delantero del Stoke City. Frank Rijkaard le abri¨® las puertas del vestuario del primer equipo. Ning¨²n jugador olvida al t¨¦cnico que lo pone en el escaparte, mucho menos si se trata de un tipo pedag¨®gico y cercano como el holand¨¦s. ¡°Frank me dijo una vez: ¡®En estos vestuarios hay que hacerse respetar¡¯. Yo ten¨ªa 16 a?os y estaba jugando con mis ¨ªdolos¡±.
Envidias
?Hay que tener mala leche para jugar en Primera? ¡°A veces parece que hay que tenerla en la vida en general. A m¨ª me toca hablar del ambiente del f¨²tbol, que es el que conozco. Viendo c¨®mo evoluciona la sociedad, si vas de buena fe la gente no responde de la misma manera. En el f¨²tbol base notaba envidias, las sent¨ªa, pero no me afectaba. Cre¨ªa todo ser¨ªa distinto en el f¨²tbol profesional¡±. Malas noticias para Bojan, en Primera hay m¨¢s talento, s¨ª; sin embargo, no cambian las personalidades. ¡°Desde el primer d¨ªa se me ha dicho que ten¨ªa ser m¨¢s hijo de puta. Al principio, no era consciente. Despu¨¦s, con los a?os, lo entend¨ª. Nunca he podido¡±.
Dej¨® el Camp Nou con un saldo de 163 partidos, 41 goles y 17 asistencias, pas¨® por la Roma (37 encuentros y 7 dianas), el Milan (27 y 3), el Ajax (32 y 5), el Mainz (11 y 1) y el Stoke (75 y 16). ¡°En la cantera del Bar?a marqu¨¦ muchos goles, tambi¨¦n en el filial y en el primer equipo hice goles importantes. Entonces, te ponen una etiqueta, la m¨ªa era el nuevo Messi. Y si no la cumples eres un fracasado¡±, reflexiona. Y, acto seguido, da un golpe en la mesa: ¡°Jugu¨¦ en el mejor Bar?a de todos los tiempos, en el Milan, en el Ajax, en la Roma¡ y marqu¨¦ en las cuatro grandes ligas, ?Soy la promesa que no fue? ?Cu¨¢nta gente sue?a con tener una carrera as¨ª?¡±.
Se revindica, pero no se ofusca. ¡°Me siento un afortunado¡±, asegura. Y valora la Segunda inglesa. ¡°S¨¦ que tengo nivel para jugar en Primera, pero me gusta. Cuando me retire voy a poder decir que gan¨¦ la Champions, que jugu¨¦ en grandes equipos y tambi¨¦n en la Segunda inglesa. Es espectacular c¨®mo se vive el f¨²tbol y la historia de los equipos¡±, cuenta Bojan, que sigue viviendo solo. ¡°S¨¦ que a mucha gente le cuesta entenderlo, pero mi novia y yo no vivimos juntos. Estamos juntos de toda la vida, pero nuestras prioridades siempre fueron nuestras carreras. Yo no quiero que me acompa?e a todos lados, porque me gusta que se sienta realizada. Y lo he pasado mal, era m¨¢s f¨¢cil que estuviese conmigo¡±, explica Bojan. Su novia es ingeniera industrial, ¨¦l futbolista. Bojan desafi¨® a la soledad y a las etiquetas del f¨²tbol moderno.
¡°Querejeta me desilusion¨®¡±
Cuando a Bojan se le pregunta que significa para el ¨¦xito, se toma unos segundos para responder. De entrada, piensa en el camino recorrido. ¡°Hablo ingl¨¦s, italiano, castellano y catal¨¢n. Le doy m¨¢s valor a hablar cuatro idiomas que al hecho de haber podido ganar cinco t¨ªtulos m¨¢s¡±, dice. Sin embargo, despu¨¦s reflexiona sobre su capacidad para superar adversidades. ¡°He ca¨ªdo muchas veces, a veces por situaciones que han dependido de m¨ª, otras en las que no. Siempre he seguido. Y los d¨ªas que me sent¨ªa jodido, que ya no cre¨ªa que no ten¨ªa m¨¢s fuerza, he seguido. Ese es mi ¨¦xito¡±, cuenta. Y nunca se golpe¨® tan fuerte como la temporada pasada en el Alav¨¦s.
¡°Volv¨ª a Espa?a con muchas ganas. Pero me encontr¨¦ con dos personas como Querejeta (m¨¢ximo accionista del Alav¨¦s) y Sergio Fern¨¢ndez (director deportivo) y la ilusi¨®n se transform¨® en desilusi¨®n¡±, explica. En verano de 2017, entre Fern¨¢ndez y el entonces entrenador, Luis Zubeld¨ªa, convencieron a Bojan para volver a LaLiga. ¡°Perdon¨¦ dinero, pero esa nunca fue mi prioridad, quer¨ªa volver a Espa?a¡±. El t¨¦cnico argentino dur¨® un suspiro en el banquillo, lo mismo que De biasi, hasta que lleg¨® Abelardo. En el medio, una lesi¨®n. ¡°En enero, por un tema que ellos marcaron, que era mi alta ficha, buscaron forzar mi salida. No me dejaban jugar. Eran las cosas que sab¨ªa que pasaban en el f¨²tbol, pero que nunca las hab¨ªas vivido¡±, explica Bojan. En medio del invierno, Abelardo quit¨® al delantero de la convocatoria. ¡°No jug¨® por decisi¨®n del club¡±, explic¨® el t¨¦cnico.
¡°El director deportivo le daba mi tel¨¦fono a agentes que me quer¨ªan en el mercado americano y chino, cuando sab¨ªa que ten¨ªa representante. Son golpes desagradables, pero es peor darte por vencido. Trat¨¦ de pensar en positivo, sab¨ªa que no iba a jugar y me prepar¨¦ para el verano. Nunca los critiqu¨¦ y jam¨¢s filtr¨¦ nada. No quer¨ªa que mi situaci¨®n eclipsara la gran temporada de Abelardo y los jugadores. Ellos no se lo merec¨ªan, fue uno de los mejores vestuarios que me he encontrado¡±, concluye Bojan.
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