El estadio del Compostela pasa a llamarse Vero Boquete

Cuando ten¨ªa seis a?os la compostelana Vero Boquete empez¨® a entrenar con un equipo de f¨²tbol. No se le daba precisamente mal, pero era la ¨²nica ni?a y en 1993 nadie con capacidad para manejar la normativa hab¨ªa ca¨ªdo en la cuenta de que aquello pod¨ªa suceder. Los federativos se agarraron a la literalidad: la peque?a se ejercitaba durante la semana con sus compa?eros y el fin de semana se quedaba en la banda porque no le permit¨ªan jugar. Veinticinco a?os despu¨¦s el campo de f¨²tbol de su ciudad lleva su nombre. El estadio de San L¨¢zaro, el mismo en el que juega el Compostela y en el que festej¨® en aquellos d¨ªas su hist¨®rico ascenso a Primera, en el que se jugaron cuatro temporadas partidos de Primera Divisi¨®n y se alumbr¨® un memorable gol de Ronaldo, pasa a llamarse Estadio Municipal ¡°Vero Boquete¡± de San L¨¢zaro.

La nueva denominaci¨®n suscit¨® una extra?a unanimidad. Todos los grupos pol¨¬ticos del ayuntamiento de Santiago suscribieron la moci¨®n y cuatro concejalas de distinto color la presentaron en la casa de todos los compostelanos. La homenajeada salud¨® el acontecimiento desde China donde juega para el Beijing BG Phoenix y apunt¨® a trav¨¦s de las redes sociales que se sent¨ªa emocionada, orgullosa, feliz y agradecida: ¡°Es el mayor reconocimiento posible y la muestra m¨¢s grande de cari?o. En mi tierra, de mi gente¡±, escribi¨®. ¡°Es un ejemplo de deportividad y motivaci¨®n para ni?os y ni?as, una referencia para el f¨²tbol base de Santiago y especialmente para el femenino, que lleva mucho tiempo luchando para tener el mismo reconocimiento y visibilidad que el masculino¡±, explica Noa Morales, la concejala de Deportes compostelana.

En un entorno necesitado de referentes balomp¨¦dicos, con el Compostela en Tercera Divisi¨®n, Boquete asume ese papel. Fue la primera futbolista espa?ola en ganar la Liga de Campeones, la primera en estar nominada al Bal¨®n de Oro y en ganarse una medalla de Bronce al M¨¦rito Deportivo, de las primeras en reivindicar que era una profesional del f¨²tbol aunque ello supusiera convertirse en una n¨®mada. Hasta hace tres a?os las jugadoras espa?olas no ten¨ªan esa catalogaci¨®n ni estaban integradas en el sindicato AFE. Ahora entran patrocinios y aumentan de manera exponencial las licencias. Tras pasar por Zaragoza, Espanyol, por New York, Chicago, Philadelphia o Portland en Estados Unidos, el Voronezh ruso, Tyres? sueco, Frankfurt y Bayern germanos o Par¨ªs Saint-Germain, a Boquete le llega este reconocimiento con 31 a?os y en la liga china, quien sabe si con la oportunidad pr¨®xima de regresar a su tierra para jugar en alguna de los florecientes proyectos que se abren paso.

¡°Hab¨ªa que intentar girar la rueda¡±, le gusta decir cuando recuerda sus a?os m¨¢s duros en el deporte. Lo hizo ella y tambi¨¦n su padre, un entrenador de f¨²tbol modesto en Santiago, que removi¨® todo lo posible para orillar una normativa obsoleta y que aquella peque?a no se rindiese como antes lo hicieron otras. San L¨¢zaro no es el primer estadio que llevar¨¢ un nombre de mujer en Espa?a porque entre 1999 y 2011 el del Rayo Vallecano asumi¨® el de su presidenta Teresa Rivero, esposa de Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos, a la saz¨®n propietario del club. En el a?o 2000 el Atl¨¦tico Pinto madrile?o le dio el nombre de su recinto a Amelia del Castillo, su fundadora y primera presidenta de un club de f¨²tbol en Espa?a. Entre las mujeres que vistieron o visten de corto, los reconocimientos similares al de Boquete se han producido en coliseos m¨¢s peque?os. La tambi¨¦n internacional gallega Mari Paz Vilas da nombre a un campo de f¨²tbol en Bamio, en el municipio pontevedr¨¦s de Vilagarc¨ªa de Arousa. La mallorquina Melisa Nicolau, que tambi¨¦n visti¨® la Roja, tiene con su nombre un entorno polideportivo, campo inclu¨ªdo, en Andratx. Y estaba en estudio que, tambi¨¦n en la isla, el Felanitx le diese el nombre de su terreno de juego a la barcelonista Mariona Caldentey. Tambi¨¦n ah¨ª el f¨²tbol femenino derriba barreras.