Caruana muestra sus colmillos
El estadounidense sorprende a Carlsen con las piezas negras y le obliga a una defensa fina para empatar
Magnus Carlsen, frustrado porque el viernes no pudo ejecutar una gran ventaja en el primer asalto, comprob¨® en el segundo que Fabiano Caruana est¨¢ muy bien preparado. A pesar de jugar con negras, el estadounidense logr¨® una peque?a ventaja con una receta de laboratorio y oblig¨® al noruego a defenderse con precisi¨®n durante tres horas. Tras el descanso dominical, el aspirante conducir¨¢ las blancas el lunes en la 3? de las doce partidas previstas en el Mundial de Londres. Tras sufrir la v¨ªspera lo que no est¨¢ escrito durante siete horas para arrancar un empate con las piezas blancas, Caruana necesitaba demostrar con negras que est¨¢ a la altura exigible para retar a Carlsen, a pesar de su inexperiencia en duelos largos. Y lo hizo, jugando a toda velocidad los quince primeros movimientos tras desviarse en el d¨¦cimo del camino m¨¢s conocido. Era un mensaje subliminal para el campe¨®n: ¡°Como ves, estoy muy bien preparado, y hoy vas a ser t¨² quien sufra la presi¨®n del reloj, como sufr¨ª yo ayer¡±.
Ciertamente, es muy raro que el noruego no saque ventaja en el reloj, contra quien sea. Por tanto, el estadounidense logr¨® un triunfo psicol¨®gico cuando, tras solo catorce jugadas, le sacaba 50 minutos al campe¨®n, quien ya hab¨ªa hecho algo extra?o, y quiz¨¢ significativo, tras dos minutos de partida: hizo su jugada y se march¨® raudo del escenario, dejando colgados a los 30 fot¨®grafos (no caben m¨¢s) que solo disponen de cinco minutos para realizar su trabajo bajo estrictas medidas de seguridad. Dado que Carlsen ten¨ªa agua abundante en la mesa, y que orinar inmediatamente antes de la partida forma parte de la rutina de todo ajedrecista, es probable que sintiera la necesidad de desahogar su incomodidad en alg¨²n rinc¨®n oscuro, fuera de las c¨¢maras; Caruana lo hab¨ªa cazado con una variante de apertura imprevista.
El genio ten¨ªa que ponerse el mono de trabajo de un obrero de la defensa, y concentrarse a tope para no cometer imprecisiones que agrandasen la ventaja del aspirante. Lo hizo bien y, tras un cambio masivo de piezas, se lleg¨® a un final de torres con m¨ªnima ventaja de Caruana. La duda entonces era si el estadounidense optar¨ªa por presionar al noruego, por motivos psicol¨®gicos, a pesar de que el pron¨®stico era de claro empate.
Pero su ventaja era tan peque?a que seguir jugando hubiera sido una falta de cortes¨ªa. De modo que el empate se firm¨® despu¨¦s de tres horas de lucha interesante, y bals¨¢mica para Caruana, quien se mostr¨® relajado en la conferencia de prensa posterior, e incluso quit¨® importancia al suplicio del viernes. Carlsen, con su sinceridad habitual, admiti¨® el error de subestimar la posici¨®n de las negras tras la apertura, y reconoci¨® que tuvo que emplearse a fondo en la defensa.
La situaci¨®n psicol¨®gica ha variado mucho en menos de 24 horas. Tras salir del ata¨²d en el primer asalto, Caruana ha mostrado al d¨ªa siguiente su resiliencia y excelente preparaci¨®n. Por algo es el n¨²mero dos del mundo, a solo tres puntos de Carlsen.
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