Las m¨¢quinas hacen aburrido el Mundial de ajedrez
El entrenamiento con ordenadores favorece las t¨¢cticas defensivas y los empates, como entre Caruana y Carlsen, lo que aviva un debate sobre c¨®mo hacer el juego m¨¢s atractivo
Los ocho empates del Mundial de Londres hasta hoy entre Magnus Carlsen, quien juega este mi¨¦rcoles con blancas la 9? de las doce partidas previstas, y Fabiano Caruana reavivan el debate sobre qu¨¦ debe cambiar el ajedrez para adaptarse al siglo XXI y atraer a nuevos aficionados. Miguel Illescas, octacampe¨®n de Espa?a, propone una revoluci¨®n: si una partida termina en tablas, se juega otra con los colores cambados y el tiempo restante de cada jugador; y el proceso se repite para que siempre haya un ganador. Pero los defensores radicales de la ortodoxia no son pocos.
¡°No pretendo acabar con el ajedrez cl¨¢sico en cuanto a sus reglas esenciales¡±, advierte Illescas, ¡°sino con el sistema de puntuaci¨®n para que aficionados y periodistas sepan que al final de cada ronda habr¨¢ ganadores y perdedores, como en el tenis; eso es muy atractivo¡±. La enorme experiencia del gran maestro espa?ol, de 53 a?os, no se limita a la alta competici¨®n; ha sido o es entrenador, conferenciante, asesor, empresario, editor, escritor y periodista: ¡°En principio, mi propuesta es solo para torneos de profesionales porque los ¨¢rbitros se volver¨ªan locos si se aplica en los abiertos con cientos de jugadores. Adem¨¢s, no veo problema en que los empates se contabilicen como tales en cada lista mundial, ya sea en la modalidad cl¨¢sica o en las r¨¢pidas¡±.
La idea de Illescas terminar¨ªa de cuajo con las jornadas aburridas, que a veces se han dado incluso en la final de un Mundial; por ejemplo, en el duelo Kasp¨¢rov-Kr¨¢mnik, Londres 2000, donde Illescas fue uno de los analistas de Kr¨¢mnik, cuatro de las quince partidas terminaron en menos de 25 jugadas. Pero cabe preguntarse si el desempate r¨¢pido ser¨ªa pertinente tras unas tablas firmadas despu¨¦s de seis o siete horas de lucha: ¡°Habr¨ªa que ajustar el ritmo de juego para que la duraci¨®n total de cada ronda tenga un l¨ªmite razonable¡±, a?ade Illescas.
La enorme influencia del entrenamiento con computadoras ha cambiado el ajedrez. Sobre todo, la t¨¦cnica defensiva ha mejorado mucho, lo que aumenta el n¨²mero de empates. Pero siempre que alguien plantea un cambio en las reglas los debates son muy agudos, y las redes se llenan de protestas, a veces enfurecidas, de los aficionados m¨¢s conservadores. As¨ª ocurre, por ejemplo, con la llamada Regla Bilbao (tres puntos por victoria y uno por empate), cuyo principal inconveniente, como en el f¨²tbol, es que puede ser injusta con las tablas que se firman tras una lucha de gran calidad. O con el ajedrez 960: la posici¨®n de las piezas de la primera fila se sortea inmediatamente antes de cada partida, con el fin de evitar que 15, 20 o hasta los 25 primeros movimientos se realicen de memoria; es decir, que la faceta cient¨ªfica (la preparaci¨®n casera) prime sobre la deportiva y la art¨ªstica. El problema es que gran parte de las 960 posicionales iniciales no conservan la armon¨ªa del ajedrez cl¨¢sico.
Al gran maestro y periodista australiano Ian Rogers, de 58 a?os, no le gusta la idea de Illescas: ¡°Favorece a los j¨®venes, por su mayor energ¨ªa, y a los especialistas en las modalidades r¨¢pidas. En general, no me atrae nada que despu¨¦s de disputar una partida dura haya que jugar otra o varias r¨¢pidas. Creo que debemos mantener el empate como uno de los resultados normales, y poner el acento en mejorar la calidad de las retransmisiones en directo por Internet, que ya est¨¢n teniendo mucho ¨¦xito¡±.
Si el duelo Carlsen-Caruana est¨¢ igualado (6-6) tras las doce partidas previstas, habr¨¢ desempate r¨¢pido el d¨ªa 28, como ya ocurri¨® en el Carlsen-Kariakin de Nueva York en 2016. Rogers arguye que, con la idea de Illescas en vigor, Carlsen hubiera partido con gran ventaja en Londres ¡°porque es claramente superior a Caruana en los ritmos muy r¨¢pidos¡±. Illescas admite que su propuesta obliga a que los jugadores enfoquen globalmente las distintas modalidades (cl¨¢sica, semirr¨¢pida y r¨¢pida): ¡°El entrenamiento tendr¨ªa que ser integral, y el tiempo ser¨ªa muy valioso desde el primer segundo, porque puede hacer falta en las siguientes partidas¡±. Pero ambos est¨¢n de acuerdo en que el adjetivo ¡°aburrido¡± no se hubiera aplicado tantos d¨ªas a la final de un Campeonato del Mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.