El Getafe es demasiado hueso para el Espanyol
Tercera derrota consecutiva de los de Rubi, que apenas aparecieron en el partido
Transitaba el partido plomizo, contagiado por el fr¨ªo que se viv¨ªa en Getafe. Se aburr¨ªa todo el mundo en el Coliseum porque ni el equipo local ni el Espanyol generaban el m¨¢s m¨ªnimo peligro. Lo m¨¢s entretenido sucedi¨® al principio de la segunda parte cuando se fue la iluminaci¨®n de una de las torres. Se apag¨® la luz ¡ªo parte de ella¡ª y se encendi¨® el Getafe. Nada m¨¢s reanudarse el partido, tras los pocos minutos que se necesitaron para solventar el problema, apareci¨® Jorge Molina para hacer de Jorge Molina. El delantero tir¨® un peque?o desmarque en busca de un bal¨®n largo, puso a dormir el cuero con un sutil control en carrera y realiz¨® un magn¨ªfico reverso antes de mandar la pelota a la red. Golazo de ariete puro.
En un equipo de currantes, Molina tiene claro cu¨¢l es su oficio. ?l es el delantero centro, el que baja los numerosos balones largos que basan el juego del Getafe. Siempre cumple eficientemente en esa funci¨®n y, a veces, como ayer, tambi¨¦n marca goles.
El Getafe sigue a lo suyo en esta Liga, s¨®lido como el pedernal. En cambio, el Espanyol se deshace como el talco. Ya es la tercera derrota consecutiva de los de Rubi, que en el Coliseum no dejaron nada para el recuerdo. Granero y Darder fueron anulados por el fiero mediocampo azul¨®n, Mario Hermoso acumul¨® fallos en defensa y Borja Iglesias apenas gan¨® una vez en su pulso con Djen¨¦.
El Getafe arras¨® en la segunda parte porque no se relaj¨® tras el gol. Sigui¨® apretando, y as¨ª lleg¨® el segundo. Arambarri achuch¨® a Hermoso y sali¨® triunfador en una pugna que le dej¨® v¨ªa libre hacia la porter¨ªa de Diego L¨®pez. El uruguayo fue generoso y cedi¨® para que Jaime Mata marcase a placer. Para entonces el Getafe jugaba ya sin rival. Los de Bordal¨¢s defend¨ªan y atacaban con comodidad y hasta el lateral Antunes se permiti¨® marcar con un chut lejano que rebot¨® en Javi L¨®pez. Lo mejor del Espanyol apareci¨® ya al final, con un par de ocasiones claras que poco significaron.
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